Si no le llega el dinero de su nómina a fin de
mes y tiene tiempo libre, o si está en paro
y no consigue el trabajo de sus sueños, necesita
ponerse a pensar unos minutos para saber cómo
incrementar sus ingresos. Si es un manitas, domina
otro idioma o no le importa dedicar su tiempo de ocio
a otros menesteres, seguro que aquí encuentra
algunas ideas interesantes para conseguir ganar un
sueldo o un sobresueldo, según sea su caso.
Además, todo ello sin salir de casa y siendo,
en muchos casos, su propio jefe.
Recomendaciones.
Teclista o mecanógrafo.
Arreglos de costura.
Fabricar diademas.
Tricotar.
Montar cuadros.
Traducciones.
Diseño gráfico.
Dibujante.
Clases particulares.
Periodista colaborador.
Hacer piezas de cerámica.
En multitud de ocasiones habrá visto en la sección
de clasificados de los periódicos escuetos anuncios
en los que se dice: <<Ingresos extras, sobresueldo,
250.000 pesetas haciendo bisutería>>;
<<Gane dinero tricotando en casa>>; <<Trabaje
montando cuadros...>>, y así hasta un
sinfín de sugerentes y llamativos reclamos.
Muchas veces habrá sentido ganas de llamar a
los teléfonos que aparecen junto al anuncio
y comprobar si esos <<chollos>> que le
presentan son tales o realmente se trata de un simple
timo. Evidentemente, hay de todo detrás de esas
ofertas de empleo que se muestran en principio como
una forma de ganar dinero fácil y rápido.
Para evitar algún desengaño que otro,
deberá tener en cuenta una serie de recomendaciones.
Lo primero será desconfiar de aquellos anuncios
en los que únicamente aparece un apartado de
correos y no se facilita el nombre de la empresa o
de la persona que ofrece el empleo. De todas maneras,
por escribir o llamar no pierde nada; así conseguirá
más datos sobre el trabajo podría desempeñar.
El paso siguiente será analizar la información
que haya recibido y decidir si es fiable o no. Es conveniente
que huya de aquellas contestaciones que le digan que
vaya a tal o cual dirección, le den respuestas
muy inconcretas o le indiquen que para más información
deberá enviar una cantidad de dinero.
Existe el riesgo de que, una vez enviado el dinero,
no vuelva a saber nada más de esa empresa fantasma
o que, cuando se desplace hasta el lugar indicado,
le digan que se trata de vender productos cosméticos
que previamente deberá comprar. Por todo ello,
lo mejor será que agudice su ingenio e intente
buscar alguna ocupación casera que dependa sólo
de usted. O, en otro caso, que dependa de una empresa
mínimamente seria.
Para trabajar en casa como teclista o mecanógrafo
tan sólo requerirá un ordenador, una
impresora y folios. Las tareas más frecuentes
son la copia de trabajos, dossieres, currículos
o artículos para revistas.
Ana es estudiante y se gana algún dinero todos
los meses (alrededor de 70.000 pesetas) con estas labores,
pero ella misma reconoce que no se trata en exclusiva
de un trabajo para estudiantes. Hay muchas amas de
casa y hombres en paro que están en situación
mejor que la suya para teclear informes. Los precios
presentan pocas fluctuaciones en este mercado, entre
100 y 110 pesetas por folio. La manera más fácil
de buscar clientes es insertar anuncios en la prensa
-sin olvidar los periódicos de barrio- y colocar
carteles en las facultades universitarias. También
es interesante <<buzonear>> en los edificios
con oficinas.
Si lo de la aguja y el hilo es su fuerte, se puede dedicar
a realizar arreglos de costura. Lo más demandado
por tiendas de ropa y tintorerías son trabajos
sencillos: arreglar cremalleras y meter el bajo o la
cintura de faldas y pantalones.
Rosario dice que trabaja con cierta holgura, ya que
casi nunca se le acumula el trabajo. Por cada uno de
estos arreglos cobra entre 500 y 600 pesetas, y lo
único que requiere es una máquina de
coser. Asegura que la mejor manera de conseguir clientes
es poniendo algunos carteles por la zona de residencia
y, cómo no, el boca a boca.
Tras un tiempo intentando buscar trabajo en casa a través
de los anuncios del periódico, Luis Miguel
decidió hacer lo contrario, anunciarse a sí
mismo ofreciendo un producto: diademas. De este modo,
consiguió que una empresa proveedora de El Corte
Inglés contactara con él y le ofreciese
comprarle su producto. Ahora atiende a los pedidos;
la empresa le facilita los materiales y él va
haciendo las diademas, sea cual sea su material: piel
o tela. Por cada diadema gana entre 45 y 60 pesetas,
aunque los ingresos mensuales dependen del número
de pedidos. Luis Miguel consiguió hacer en un
solo día 100 diademas, eso sí, trabajando
<<todas las horas y mas>>.
Hay anuncios en la prensa que ofrecen este tipo de trabajo.
La tarea consiste en realizar trozos de una prenda
de lana; es decir, la empresa le encargará que
haga 20 mangas de lana color rojo, y usted las irá
haciendo. Cuando acabe ese pedido, le dirá que
ahora quiere 30 cuellos, y así sucesivamente.
Para este trabajo sólo requerirá una
máquina de tricotar.La empresa le dará
un curso de aprendizaje y la lana. Con esta ocupación
no ganará mucho dinero, entre 60.000 y 70.000
pesetas al mes, trabajando unas cinco horas al día,
pero como dinero extra no es despreciable.
Éste es otro anuncio que aparece con frecuencia
en los periódicos. El trabajo consiste en que
usted realice los marcos y la base donde supuestamente
irá la lámina o fotografía. Por
cada marco cobrará 100 pesetas. Las empresas
que ofrecen este trabajo aseguran que con cierta habilidad
se pueden llegar a realizar entre 50 y 60 cuadros al
día, lo que supondrá unas 120.000 pesetas
al mes. Para recibir el primer pedido de prueba, con
el material necesario para cuatro cuadros, deberá
pagar 4.500 pesetas. Si el trabajo le resulta interesante,
le enviarán un nuevo paquete, esta vez con el
material para la realización de 60 cuadros.
Para este trabajo es imprescindible el conocimiento
de otro idioma, a nivel superior. Isabel lleva años
desempeñando esta tarea. Sus inicios fueron
a través de agencias de traducción. Éstas
le daban los textos y ella los traducía y los
entregaba a las agencias. Ahora ha decidido buscarse
los clientes directamente, sin intermediarios. Esto
ha sido posible a través de anuncios en la prensa
y de carteles en las escuelas de idiomas. Para hacer
este trabajo se necesita además un ordenador
que al menos tenga un procesador 386 -ya que en la
mayoría de los casos el texto lo entregan tal
y como desean que salga impreso, sobre todo si es para
revistas, buenos programas de autoedición y
muchos diccionarios y libros de consulta, pues en ocasiones
hay que traducir textos muy técnicos. Habitualmente
este trabajo se cobra por número de palabras
y el precio está entre las 5 y las 12 pesetas
por cada una de ellas, dependiendo si es a través
de agencia o no, así como de la dificultad de
la traducción. Esto quiere decir que por un
folio se puede cobrar entre 1.500 y 3.600 pesetas.
Es una de las profesiones que más se ha puesto
de moda en los últimos años. Para llevarla
a cabo es necesario un gran conocimiento de los programas
informáticos que se utilizan en esta actividad,
así como un buen ordenador para poder realizar
trabajos que absorban mucha memoria. En el diseño
gráfico existen dos posibilidades: infografía
(elaboración de ilustraciones a través
de ordenador o tratamiento de imágenes) y maquetación
(diseño de folletos, revistas y libros, entre
otros).
Luis ha sido uno de los muchos ilustradores que tuvieron
que adaptarse a los nuevos tiempos. Atrás quedaron
herramientas como el aerógrafo y los pinceles,
y ahora lo hace todo a través de su ordenador,
un Macintosh Quadra 900. El precio de sus infografías
depende de la dificultad, del tiempo empleado y del
lugar donde vayan a ser publicadas. Por un gráfico
sencillo cobra alrededor de 3.000 pesetas, mientras
que si el trabajo es dificultoso, o va a aparecer en
la portada de alguna revista, el coste se puede elevar
hasta las 100.000 pesetas. Para conseguir clientes,
nada mejor que el boca a boca entre los conocidos,
aunque también se puede acudir directamente
a los medios de comunicación y agencias de publicidad
y enseñar las ilustraciones que hayan sido publicadas
en otros medios.
Para la maquetación y diseño de revistas,
folletos o libros también se necesitará
un ordenador potente. Aquí los precios, al igual
que en las ilustraciones, dependen de qué se
va a maquetar. El precio de la página de un
libro oscila entre las 200 y 1.000 pesetas, si el diseño
es sencillo o hay que intercalar ilustraciones; mientras
que el coste de la página de revista o folleto
se encuentra entre las 2.000 y 12.000 pesetas, fluctuando
en función de la complejidad de la tarea y del
cliente.
Para conseguir trabajo como diseñador gráfico
se pueden seguir dos caminos: contactar con agencias
de comunicación y publicidad, para que éstas
hagan de intermediarios con las empresas, o acudir
directamente a las empresas y solicitar una entrevista
con los responsables de marketing y comunicación,
a quienes deberá mostrarles los trabajos que
ha realizado.
Carlos es funcionario de profesión pero una de
sus grandes aficiones es el dibujo. El horario de su
trabajo le permite dedicarse por las tardes a hacer
dibujos para revistas y folletos.
El panorama para los dibujantes poco conocidos no es
demasiado halagüeño. Sin embargo, si uno
se hace un hueco en alguna publicación, será
más fácil encontrar nuevas ofertas. Por
un dibujo normal se cobra alrededor de 11.000 pesetas,
mientras que dependiendo del prestigio del dibujante
se pueden llegar a cobrar hasta 100.000 pesetas por
una ilustración (pero esto no es nada habitual).
La mejor manera de encontrar trabajo será visitando
medios de comunicación y editoriales. Los materiales
necesarios serán papel, lápiz, pinceles,
pinturas, rotuladores o ceras, según sea la
técnica que se emplee.
Aquí hay un amplio campo para los licenciados,
ya que podrán impartir clases particulares a
los estudiantes de enseñanza primaria y a los
de bachillerato. Sin duda alguna, los biólogos,
químicos o matemáticos podrán
impartir materias de ciencias; los licenciados en Filología
Hispánica, literatos o historiadores se decantarán
por las clases de letras, mientras que los filólogos
de otras lenguas optarán por la enseñanza
de idiomas.
Para conseguir este tipo de trabajo lo más conveniente
será colocar carteles en colegios e institutos.
El precio por dar clase a alumnos de enseñanza
primaria, ya sea de matemáticas o lengua, suele
oscilar entre las 800 y las 1.200 pesetas la hora,
siempre que las clases se impartan en el domicilio
del profesor, pues si se tiene que desplazar hasta
el lugar de residencia de los estudiantes la tarifa
será más alta. Para los estudiantes de
Bachillerato, la hora de clase está entre las
1.000 y 1.500 pesetas; la enseñanza particular
de idiomas está más cotizada, entre 1.500
y 2.000 pesetas la hora. Para este tipo de trabajo,
el profesor tan sólo requerirá tener
los libros de texto de los alumnos y una habitación
en la que pueda estar con los pupilos.
Un ordenador, una impresora, un teléfono y en
algunos casos un fax, serán imprescindibles
para desarrollar esta actividad. Lo más difícil
es encontrar la colaboración en un medio de
comunicación. Lo primero que hay que hacer es
enviar el currículum por correo, aunque es más
efectivo contactar con el redactor jefe de una de
las secciones y entrevistarse con él. Para los
iniciados, lo mejor es empezar por publicaciones sectoriales
modestas que trabajan fundamentalmente con colaboradores.
Por supuesto, también deberá enviar el
currículum a los anuncios que aparezcan en la
prensa.
El precio presenta oscilaciones importantes, desde las
10.000 pesetas hasta las 35.000 pesetas por página,
en función del medio para el que se colabore,
del número de folios que representen una página
y del trabajo que lleve recabar la información.
Además de unos ingresos, ésta es quizás
la fórmula más práctica para conseguir
a la larga un trabajo periodístico más
estable.
Para este trabajo se requerirá una inversión
mayor. No puede lanzarse de cabeza a realizar este
trabajo si no tiene al menos unas nociones mínimas.
A veces puede llegar a ser un trabajo único,
con unos ingresos aproximados de 1.200.000 pesetas
al año.
Para desarrollar esta actividad artística requerirá
bastante material, y en este caso las buenas intenciones
no bastan. Si se quiere convertir en ceramista necesitará
un horno para cocer las piezas, un torno, esmalte (si
va a pintar las piezas), barro y agua. Otros materiales,
como un hilo para cortar el barro o herramientas para
dar forma, pueden sustituirse por una cuerda de guitarra
o un sedal de pesca y por tenedores, cucharas o piedras.
Antonio es uno de los muchos artesanos que trabajan
por libre. Sus beneficios por cada pieza, si no cuenta
la mano de obra, resultan interesantes; por ejemplo,
a un jarrón le puede sacar 1.500 pesetas y a
un florero unas 1.200. Generalmente trabaja para tiendas,
aunque explica que donde más dinero gana y donde
más trabajo encuentra es acudiendo a ferias
de artesanía y, de éstas, las más
rentables suelen ser las que se celebran durante los
meses de verano.
Todos los ejemplos que figuran en esta información
son reales, así como las cantidades estimadas
por cada trabajo. En muchos de los casos expuestos
se da a conocer el nombre de pila de algunas de las
personas que realizan estas tareas (Ana, Luis Miguel,
Antonio...), pero se han evitado sus apellidos por
propia solicitud de los interesados.
A usted le interesa saber que la realización
de todas estas funciones está sujeta a tributación.
Los beneficios obtenidos deberán pagar a Hacienda.
Sin embargo, tampoco se le escapará que algunos
de estos trabajos entran de lleno en lo que se denomina
<<economía sumergida>> y es muy
difícil que los servicios de inspección
del Estado los descubran por sus propios medios, a
menos que se declaren voluntariamente. En todo caso,
la dificultad de Hacienda no exime de cumplir con el
deber tributario.
Pero no todo es <<dinero negro>> o <<economía
sumergida>>. Cada vez es mayor el número
de empresas que facilitan trabajo <<con todas
las de la Ley>>, de modo que cada día
aumenta el número de trabajos caseros que se
realizan con factura, IVA, retención y demás
modalidades legales. A modo de ejemplo: es imposible
colaborar en prensa sin soportar las cargas fiscales.
Este reportaje no va acompañado de Direcciones
Utiles - contrariamente a lo que es norma en este suplemento-
porque algunas de estas oportunidades laborales pertenecen
a la citada economía <<oscura>>,
porque las ofertas aparecen en los periódicos
de toda España y porque muchas veces deberá
ser la propia persona la que tome la iniciativa presentando
sus proyectos.
No todos los anuncios que se publican en prensa son
tan maravillosos como parecen y, en algunos casos,
los anunciantes se aprovechan de la buena fe y de la
desesperación de algunas personas por conseguir
un trabajo. Para asegurarnos de su veracidad debemos
seguir los cauces normales de cualquier <<buscador
de empleo>>: telefonear al número que
se facilita en el anuncio y enviar cartas solicitando
información al apartado de correos que allí
se indica. SU DINERO lo ha comprobado.
En algunos casos nos encontramos con que, efectivamente,
se trataba de empresas fantasmas, ya que hicieron caso
omiso a nuestras peticiones y no respondieron a nuestros
requerimientos. En otros se nos facilitó una
información absolutamente farragosa, con la
que era imposible saber cuál iba a ser el trabajo
a desarrollar. Si deseábamos unas explicaciones
más concisas, debíamos desembolsar entre
1.090 y 1.500 pesetas para recibir en nuestros hogares
un dossier informativo en el que -en este caso- se
nos explicaría un método por el que ganaríamos
más de 300.000 pesetas al mes. Al llamar a otro
anuncio, nos indicaron que debíamos personarnos
en un local donde se nos daría más información
al respecto. Tras la escueta información, intuímos
que el trabajo consistía en vender productos
de cosmética que previamente teníamos
que comprar y pagar.
Por todos estos motivos, usted deberá desconfiar
de aquellos anuncios en los que no se indique el nombre
de la empresa que ofrece el trabajo, y le recomendamos
que no preste ninguna atención a aquéllos
en los que sólo aparezca un número de
teléfono, sin ninguna otra indicación
sobre la actividad a desempeñar, o un simple
apartado de correos como única dirección.
Si le solicitan que desembolse una cantidad de dinero
para recibir más información, no lo haga,
ya que es posible que, una vez efectuado el ingreso,
le ocurra lo que a otros: <<Si te he visto, no
me acuerdo>>.