SU DINERO

Número 20 / Domingo 3 de Marzo de 1996

El Perfil Laboral de las Españolas

El sector servicios y la judicatura son los que tienen en España una mayor presencia femenina


Por María Irazusta. Fotos: Marina del Mar

Son enfermeras, secretarias, ingenieras, jueces, mineras, taxistas... Además, también las hay empresarias, asalariadas, jefas y subordinadas.
Con los años, las españolas ganan terreno en el mercado laboral. Todas ellas vivirán el próximo viernes 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer- arrimando el hombro, que no al hombre. No en vano, aún queda mucho camino por recorrer para conseguir la igualdad real entre los sexos.
Seguramente, usted tenga conocidos en su entorno que se encuentran en el paro. Tal vez usted mismo sea uno de los más de 3 millones de parados que existen en nuestro país. Pero sepa que en el caso de ser mujer, tiene muchas más posibilidades de hacer cola a las puertas del INEM. Las más de 6 millones de féminas que están en activo se enfrentan a una tasa de paro del 30,4%. En cambio, los más de 9,6 millones de varones que están en activo soportan una tasa de paro del 17,9%.

La edad.
Es a partir de los 25 años, y fundamentalmente entre los 35 y los 39 años, donde la tasa de actividad de la mujer es más alta. No sólo se incorporan en mayor número al mercado de trabajo, sino que permanecen en él incluso en las edades en que antes lo abandonaban para dedicarse al cuidado de los hijos.
Los datos que existen sobre la situación laboral de la mujer resultan descorazonadores, pero quizás el más irritante es el que se refiere al salario. Ganan un 28% menos que los varones por realizar idéntico trabajo.
Además, el empleo de la mujer está muy localizado. Es en el sector servicios donde desarrollan su trabajo en el 78,9% de los casos. En la industria y la construcción lo hace un 13,3% y en la agricultura y la pesca un 7,3%.
Aunque el mercado laboral se está transformando, todavía hay profesiones y sectores particularmente masculinizados. La cúpula bancaria es un ejemplo. En 1993, de las aproximadamente 20.000 mujeres que trabajaban en los 12 primeros bancos que operan en España, sólo un 7,6% ocupaban puestos directivos.
Un escenario más neutro es el de la justicia, donde tienen una importante representación. En 1993, el número de mujeres jueces era un 49%, el de fiscales un 39,6% y el de magistradas un 26,1%. Todo parece indicar que estas cifras han aumentado en los últimos años y que en algunas promociones de jueces, ellas son mayoría. Conviene recordar que a esta profesión se accede sólo por oposición.

Empresarias.
El número de empresarias en España también ha aumentado en los últimos años. Ahora representan un 25,5% del total del empresariado.
Tal vez usted tenga la impresión de que la presencia femenina en los medios de comunicaciones es masiva. No es así. Aunque la televisión ofrezca un imagen femenina, este sexo sólo representa el 33% del total y sólo un 17% ocupa puestos directivos en los medios de comunicación (según datos de 1993). El número de directoras de periódicos se cuenta con los dedos de una mano.
También la política continúa siendo un terreno de hombres, aunque esta tendencia comienza a remitir. Las mujeres que obtuvieron escaño en las últimas elecciones al Parlamento Europeo fueron 21, de un total de 64.
En la actualidad, las nuevas generaciones de mujeres tienen una muy buena preparación. Son mayoría en la universidad: representan el 52,4% del total. Además, el número de españolas que tiene estudios superiores es más alto que la media europea. En España, aunque el número de hombres y mujeres que empiezan los estudios es similar, son ellas quienes mayoritariamente finalizan con éxito los ciclos completos de formación.

Mujeres con futuro.
Según los expertos, las mujeres tienen ventaja en dos terrenos con futuro: el turismo rural y el telemarketing. Son muchas las europeas que viven de estas dos alternativas. Además, las féminas españolas, igual que los varones, tienen que mirar hacia el campo de las nuevas tecnologías y al mundo de las finanzas.
Existen programas europeos de formación y empleo dirigidos a la mujer española. Algunos se han aprobado recientemente. Son los denominados NOW (New Oportunity Women), que intentan paliar la discriminación en el trabajo. Existen iniciativas muy específicas, con un tratamiento especial para la mujer rural, y otras que se refieren a la formación en las nuevas tecnologías. Para informarse, pregunte en su comunidad autónoma.
También las asociaciones de mujeres disponen de servicios laborales y cursos de formación y empleo para sus asociadas.
Las españolas cada vez se muestran más activas. Según un estudio de la Fundación Whirlpool, son las europeas con mayor preocupación por trabajar fuera de casa y hacer compatible su vida laboral con la familiar.

Ingresos.
Curiosamente, el 59% de las féminas europeas que trabajan aporta la mitad o más del sueldo que entra en el hogar. En España, esta cifra también se explica por el incremento de mujeres solteras y por el nacimiento de las nuevas familias monoparentales (la persona de referencia no tiene cónyuge y sí hijos a su cargo), donde el 86,8% está encabezada por una mujer. Además, el número de solteras ha aumentado un 12,2% en los últimos cinco años. La incorporación de la mujer al trabajo y su instinto de supervivencia ha tenido como consecuencia que los españoles tengamos el índice de natalidad más bajo de Europa.
Y es que, en general, la mujer soporta una dilatada jornada laboral, como consecuencia de que el reparto de las tareas domésticas todavía no ha calado en nuestra sociedad. <<Mi marido me ayuda mucho en casa>>, comentan dos compañeras de oficina. ¿Acaso las labores domésticas y el cuidado de los hijos son patrimonio del sexo femenino? ¿Los hombres sólo están capacitados para <<echar una mano>> en el trabajo de casa? Los sociólogos y teóricos creen que es responsabilidad de todos cambiar estas pautas. Sin un reparto del trabajo no remunerado la consecución de la igualdad laboral de los sexos es tarea imposible.

Cultura.
La cultura española también incide en el trabajo. Y no hay que olvidar que la discriminación laboral es fruto de una cultura, de la que las mujeres han sido transmisoras.
En España, más de 6 millones de personas realizan un trabajo no remunerado y no compartido con otra actividad (el 96% son mujeres). Por cada hora de trabajo remunerado, se trabajan otras dos sin incentivo monetario. Dicho de otro modo, el trabajo pagado sólo representa el 33% del total que se realiza. Gracias a ese trabajo no remunerado, y a la estructura familiar, se mantiene el nivel general de bienestar de la sociedad. Sólo así se comprende que nuestro país sea capaz de soportar una tasa de paro del 22%.

Esta información se ha elaborado con datos del Instituto de la Mujer, Consejo Económico y Social, CC.OO., Federación Española de Mujeres Empresarias, Directivas y Profesionales, el Banco Mundial de la Mujer, Fundación Whirlpool y M(a)Angeles Durán, catedrática de Sociología.


Maria del Cubillo Martín
Secretaria de Dirección: actualmente está realizando una suplencia para cubrir una baja maternal. Desde los 16 años no ha cambiado de oficio. La crisis la alcanzó de lleno con el cierre de la empresa para la que trabajaba. Su gran experiencia profesional hace que mantenga viva la esperanza de encontrar un empleo estable. Ha tenido jefes y jefas. No tiene preferencias.
Preparación: estudios hasta COU. Secretariado y conocimientos de inglés.

Mayte Barreiros
Broker: es vicepresidenta de J.P . Morgan, sociedad de Valores y Bolsa. Está soltera, tiene 30 años y trabaja en un mundo de hombres. Afirma que en su empresa jamás se ha sentido discriminada y que a lo largo de su carrera ha tenido el apoyo de mujeres que ocupaban puestos de mayor responsabilidad que el suyo.
Preparación: Estudió Relaciones Internacionales en Boston y en París .

Josefina Rubio
Funcionaria: realiza labores administrativas en el Departamento de multas del Ayuntamiento de Madrid. Tiene 33 años y dos hijos. Dice que todos sus jefes son hombres y que no se siente incómoda. En casa su marido le <<echa una mano>>. Pidió una excedencia de 3 años para cuidar de sus hijos.
Preparación: tiene conocimientos de inglés. Cursó estudios de Derecho, aunque no los completó.

Maria del Mar Fernández
Esteticista: es autoempleada. Propietaria de un centro de belleza. Cuando su antigua jefa quiso <<dar el cerrojazo>>, ella decidió arriesgarse y comprar el negocio. No se arrepiente de haber afrontado el reto. Dice sentirse bien en una profesión que le gusta y en un mundo de mujeres. Está soltera.
Preparación: estudió formación profesional, la rama de peluquería y belleza. En su profesión es necesaria la formación continua y utiliza los fines de semana para completar sus conocimientos del negocio.

Maria Dolores Planet
Taxista: es conductora de un eurotaxi desde hace dos años. Con anterioridad trabajó de encargada en una tienda de moda. Quince días antes de dar a luz a su primera hija fue despedida. Tras 6 años , y después de pedir un crédito, se puso manos al volante. No sufre la discriminación de sus compañeros, pero ha tenido que soportar <<algunas galanterías>> de otros conductores: <<tenías que estar en casa fregando>>.
Preparación: estudios de grado medio. Tiene intención de seguir estudiando.

Teresa Peyrí
Fotógrafa: es free-lance y trabaja para varios medios de comunicación. Además tiene un estudio propio. Desde los 25 años ejerce la misma profesión. Está encantada de <<ir por libre>>. Nunca se ha sentido menos valorada que sus compañeros. Vive, como le gusta precisar, <<arrejuntada>>. En el reparto de tareas domésticas, sale perdiendo. Asegura que su pareja no es machista, sino <<un inútil (sólo en esos menesteres)>>.
Preparación: Licenciada en Bellas Artes, estudió fotografía en los Estudios Fotográficos de Cataluña. Sabe inglés y catalán.

Mercedes Doval
Catedrática: es además vicerrectora de Estudios de la Universidad Complutense de Madrid. Está casada, tiene 48 años y 3 hijos. Nunca ha dejado de trabajar. No lleva el peso del trabajo doméstico y sostiene que de su marido siempre ha obtenido comprensión. Asegura que ahora en la Universidad no hay machismo, aunque dice que hace 10 -cuando fue decana- tuvo que demostrar <<que tenía sentido común>>.
Preparación: Licenciada y doctora en geológicas. Domina el francés.

Maria José Sanz
Farmacéutica: es propietaria de una farmacia. Su madre la parió en la rebotica de otra farmacia, hace 46 años. Nunca se ha apartado del mundo laboral y sus dos hijos también <<se han criado entre aspirinas>>. A los 15 días de dar a luz, entre toma y toma, despachaba a sus clientes. Desde niña recuerda las guardias en la botica. Antes trabajó en la central farmacéutica Cofares.
Preparación: Licenciada en Farmacia, domina inglés, francés y alemán. Este último idioma lo aprendió en el colegio alemán.

Ana Maria García
Enfermera: es jefa de enfermería. Lleva 12 años en la profesión y 5 siendo jefa. Está casada, es madre de un niño de 11 meses y lo será de otro que ya está en camino. Trabaja en un gremio copado por las mujeres y en una de las profesiones más duras para hacerla compatible con la vida familiar. Las enfermeras trabajan sábados y domingos y soportan turnos de noche. Ella ha pasado por todo eso.
Preparación: es diplomada en enfermería, pero su formación es continua.

Paloma Frial
Empresaria: es propietaria de la compañía cárnica Frial, que factura más de 1.000 millones y da empleo a alrededor de 45 personas. Su padre falleció cuando ella tenía 13 años. Entonces Paloma, hija única, decidió que la empresa no podía morir con él y tomó las riendas del negocio. Sus principios fueron duros, pero cuando demostró que sus propuestas eran serias, todo cambió.
Preparación: estudió Derecho y se defiende en inglés.

Isabel Cadenas
Juez: Tiene 27 años y en unos meses iniciará su trabajo como juez. Ha aprobado las oposiciones y está haciendo prácticas. Ha estudiado durante los últimos 3 años un promedio de 10 horas diarias, con una jornada de descanso semanal. Con anterioridad no ha trabajado. Algunos de sus supervisores le dicen que las mujeres <<se lo toman más en serio>>.
Preparación: licenciada en Derecho.

Isabel Ruiz
Agricultora: trabaja en una explotación agraria de su propiedad. Tiene 52 años, lleva 27 trabajando en el campo y espera seguir en la brecha hasta que el cuerpo aguante. Su marido y sus dos hijos también son agricultores. Cultiva remolacha y cereales en Fonbellida de Esgueva, un pueblecito situado a 50 kilómetros de Valladolid. También conduce un tractor. Cuando llega a casa se ocupa de las tareas domésticas.
Preparación: estudios básicos.


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