Casarse en primavera o en verano tiene más ventajas
que en otra época del año. Para que pueda
a acogerse a los mayores beneficios fiscales en su
declaración de la renta, el periodo que va desde
junio hasta septiembre resulta muy favorable. Pero
conviene darse prisa con los preparativos. Lo que nadie
le evitará es una serie de gastos imprescindibles
en la celebración, aunque sí existen
trucos útiles para ahorrarse tiempo y dinero.
Menos bodas.
La mayoría de la gente relaciona primavera y
otoño con bodas. Por número de casamientos,
septiembre, seguido de julio, octubre y junio, son
los meses preferidos por las parejas para casarse.
Trámites.
En la iglesia habrá que sumar más gastos.
Para crear un ambiente más acogedor, no debe
olvidar encargar los adornos florales del templo. Los
más sencillos le costarán alrededor de
las 30.000 pesetas.
Banquetes a la carta.
La indumentaria.
La limousina.
La luna de miel.
Otros gastos.
Despedida de soltero/a.
Que organicen ellos.
Evitar regalos repetidos.
Consejos para los invitados.
Este reportaje se ha elaborado con información
proporcionada por Hispaboda, Protocolo y Gestió,
Gourmet Paradís, Abada, Spejo's, Floristerías
Zinnia, La Última Farra, Tabacasa, Avís,
Milano, Musgo, El Corte Inglés, y la feria MIBODA.
Aún está a tiempo de acogerse a las ventajas,
al menos fiscales, de decir <<sí quiero>>.
Un mes y medio es suficiente plazo para preparar su
boda, a no ser que decida casarse por la Iglesia y
con unos fastos <<de lujo>>, para lo cual
necesitará como mínimo entre 6 y 9 meses.
En España se celebraron 196.062 bodas en 1994,
lo que supone un descenso del 10% con respecto a cuatro
años antes. La crisis económica, y no
la ausencia de amor, parece ser el motivo. Sin embargo,
una buena parte de los que se casan lo hacen por todo
lo alto. Y, además, con el mayor boato posible.
Hollywood está imponiendo su estética,
y películas como <<El padre de la novia>>
o <<Cuatro bodas y un funeral>> marcan
la pauta.
El presupuesto medio para una boda de 200 invitados
es de 3 millones de pesetas para la pareja. Para 60
invitados, la inversión se sitúa entre
las 700.000 y el millón de pesetas. Con apuros,
y renunciando a una buena parte del rígido protocolo,
no hacen falta más de 500.000 pesetas. Hay quien
decide -los menos- que una boda sólo es cosa
de dos y opta por <<la economía de guerra>>.
Si usted comparte los gustos de la mayoría, conviene
que no retrase la boda para octubre porque, como antes
apuntábamos, fiscalmente no será recompensado.
La razón es que el matrimonio interrumpe el
ejercicio fiscal de los dos cotizantes. Con el fin
de generar un ahorro, lo más indicado es realizar
una declaración individual hasta la fecha del
matrimonio y conjunta hasta el final de ejercicio.
De este modo, se consigue que el tipo de gravamen sea
más bajo.
Si la fiscalidad le trae sin cuidado y quiere casarse
en otras fechas, tenga en cuenta que para el resto
del año la demanda es menor, hay más
posibilidades de elegir iglesia y salón y se
necesita menos tiempo para preparar el acontecimiento.
Los viajes de novios fuera de temporada son más
económicos.
Por la Iglesia o por el Juzgado.
Según las últimas cifras del Instituto
Nacional de Estadística, (1992), del total de
los matrimonios que se celebran en España alrededor
del 80% son católicos, algo más del 0,1%
de otras religiones y el resto son civiles. Pero entre
las distintas provincias españolas se observan
grandes diferencias. Generalmente, las poblaciones
más pequeñas son más reacias a
casarse por el Juzgado. Barcelona tiene un 30% de bodas
civiles y Madrid un 25%. Sólo Melilla invierte
la tendencia y presenta un 62% de bodas civiles. En
Soria, por ejemplo, esta modalidad sólo representa
un 14%. Curiosamente, León tiene el mayor número
de bodas de otra religión distinta a la católica.
Si se casa usted por el juzgado, deberá solicitar
al Registro Civil el certificado de nacimiento, el
de empadronamiento o residencia, una instancia y una
declaración jurada del estado civil de los contrayentes
( los viudos, extranjeros y asilados precisan de otras
condiciones). El trámite es totalmente gratuito
y podrá casarse en el Juzgado, en alguna de
las Juntas Municipales o en los Ayuntamientos.
Si se casa por la Iglesia, deberá aportar fotocopia
del libro de familia, la partida de nacimiento, de
bautismo, un certificado de soltería religiosa
y una autorización del vicario, en caso de que
decida casarse en otra parroquia que no le corresponda
por su zona de residencia. Deberá abonar unas
tasas de 5.000 pesetas.
Además, los sacerdotes <<recomiendan>>
a los contrayentes que den un donativo. Normalmente,
en un sobre cerrado. Para que el párroco no
le ponga mala cara, lo usual son entre 10.000 y 25.000
pesetas. En el caso de iglesias de especial <<solera>>,
como la de los Jerónimos en Madrid, la aportación
no debe ser inferior a las 40.000 pesetas. Este incremento,
explican los sacerdores, es porque los gastos de estos
templos son más altos que los de una pequeña
iglesia de barrio. Por ejemplo, los recibos de luz
de los Jerónimos superan las 200.000 pesetas
al mes.
Si quiere una celebración con música,
deberá pagar desde 20.000 pesetas por un organista
o 35.000 por una soprano, hasta 75.000 pesetas por
un trío clásico o 100.000 por un grupo
rociero. (Algunos templos cuentan con su propio organista,
y otros incluso con una coral al completo y repertorio
especial).
Una vez que ha reservado la fecha en la Iglesia, o en
el Juzgado, le queda la difícil tarea de seleccionar
el lugar donde festejar el ágape. El banquete
es la partida que más encarecerá su presupuesto
y que más quebraderos de cabeza le ocasionará
por la gran diversidad de posibilidades.
Si desea celebrar su boda en un salón tradicional,
puede encontrar menús a partir de 4.000 pesetas
en hoteles y salones de bodas. La media ronda las 6.000
pesetas por cubierto. También hay menús
por 9.000 y hasta 14.000 pesetas. Si su presupuesto
es limitado, una fórmula que está en
boga en los últimos años es el cóctel.
Con poco dinero -unas 2.500 pesetas por persona, puede
quedar bien con sus invitados, aunque hay menús
de cócteles tan caros como los de banquete -12.000
pesetas-.
Otra de las modalidades que se está implantando
en España es la costumbre anglosajona de celebrar
este tipo de acontecimientos en espacios al aire libre
o lugares singulares. Si le atrae una boda de película,
tiene dos opciones: montar el banquete por su cuenta
o contratar un lugar acondicionado para celebrar el
festín (castillos, masías, fincas rústicas,
fincas de rejoneo, palacetes, etc). En este apartado
la imaginación y el bolsillo no tienen límites.
Si organiza el festín por su cuenta y no tiene
un lugar apropiado, podrá alquilar una casa
en el campo que le costará entre 1.000 y 2.000
pesetas por invitado. El precio de la carpa es de 2.000
pesetas el metro cuadrado (se necesita un metro y medio
por persona). Si quiere la carpa vestida, con entarimado,
moqueta..., la tarifa subirá hasta las 4.000
pesetas. Contratar el catering le costará unas
6.000 por persona, incluyendo el servicio de camareros,
el mobiliario, la vajilla, etc. La factura de la música
para amenizar el banquete y el baile posterior variará
entre las 80.000 pesetas si contrata una orquesta y
las 60.000 pesetas si alquila una discoteca móvil.
En el caso de que se decida por un escenario peculiar,
como un castillo, un palacete o una finca rústica,
calcule una media de entre 10.000 y 12.000 pesetas
por invitado.
El coste del traje de novia depende de las telas, adornos,
bordados, etc. Puede encontrar vestidos a partir de
las 70.000 pesetas.
Si su presupuesto es mucho más ajustado, puede
optar por el alquiler: unas 30.000 pesetas si el traje
es de estreno. Si está más usado, los
precios se reducen.
En cuanto a los complementos, hay zapatos de novia por
9.000 pesetas; guantes a partir de 2.000; tocado, alrededor
de 5.000; el velo, la diadema y el cancán, a
partir de las 12.000 cada uno.
Los gastos de peluquería, maquillaje y manicura
ascenderán a 20.000 pesetas, incluyendo las
pruebas.
Y el ramo de novia lo encontrará desde 8.000
pesetas.
El presupuesto del novio es más barato. Desde
un mínimo de 26.000 pesetas el traje clásico
y 50.000 el chaqué o el frac. Los hay por un
precio mucho más elevado. Si usted decide alquilar
su traje, puede encontrarlo a partir de las 9.000 pesetas.
Si alquila un traje para estrenar, hecho a medida,
puede pagar unas 44.000.
En cuanto a los complementos: zapatos, alrededor de
10.000 pesetas; chaleco, desde 9.500; camisa, 5.000;
corbata, aproximadamente 4.500; y pajarita y fajín,
7.000 pesetas.
Ese día los novios pueden dejarse llevar por
el coche de sus sueños. Puede alquilar una limousina
desde 60.000 pesetas o un Rolls Royce por unas 70.000.
Otros automóviles resultan más económicos.
Un BMW desde 35.000 pesetas y un Mercedes por 50.000,
las 24 horas. Los novios marchosos pueden dar el golpe
con una procesión de escarabajos descapotables,
para ellos y para los invitados principales. Uno solo,
el de los novios, sale alrededor de 30.000 pesetas.
Si se decide por alquilar un grupo de siete multicolor
-morado, rojo, etc- puede obtenerlo por 20.000 pesetas
la unidad.
Sume 10.000 pesetas por las flores. Si quiere conseguir
los precios más económicos, acuda a una
empresa de alquiler con coches para bodas.
¿Quién no ha soportado pacientemente alguna vez
el reportaje de la boda de sus mejores amigos? Y, sin
embargo ¿quién se resiste al reportaje de su
propia boda? Tome nota: el reportaje fotográfico,
a partir de las 1.000 pesetas cada foto. El vídeo,
a partir de 35.000 pesetas en VHS, y de las 90.000
en Betacam -editado como si fuese una película-.
La mayor parte de las agencias disponen de programas
especiales para novios en cualquier época del
año. Si no quiere salir de España, por
104.700 pesetas por persona, puede usted pasar dos
semanas de sol y playa en Gran Canaria.
Entre los viajes más exóticos, los más
económicos son las estancias en Cancún
(México) y Santo Domingo (República Dominicana).
Por ejemplo, 15 días en Cancún, en alojamiento
en hotel de cuatro estrellas, viene a salir por unas
113.000 pesetas por persona. En Santo Domingo, en un
hotel de cuatro estrellas superior, le costaría
unas 155.000 pesetas. Si le atrae Asia, puede hacer
con su pareja un combinado Bali-Singapur, en hotel
de tres estrellas, a partir de 174.000 pesetas. Si
es de los intrépidos, quiere hacer el viaje
de su vida y puede pemitírselo, puede marcharse
a África. Destinos como las Islas Seychelles,
un Safari en Kenia o un recorrido en tren por Sudáfrica,
a partir de las 250.000 pesetas por persona.
Si se lo quieren montar por su cuenta, tienen muchas
opciones. La más novedosa es empezar su vida
de casados sobre ruedas. Alquile una caravana especial
para novios, desde 195.000 pesetas la quincena.
Las alianzas, desde 10.000 pesetas por el característico
aro, hasta más de un millón de pesetas
por un modelo exclusivo de platino y diamantes.
Invitaciones: desde 13.000 a 50.000 pesetas para 100
unidades (200 invitados), incluyendo sobre, tarjeta
e impresión.
Recuerdo del día de la boda para 100 unidades:
(marcos de fotos, figuras de cerámicas, bordados,
perfumadores, cajita de cigarrillos, etc.), desde 4.000
pesetas.
Puros: las cajas de 25 puros hechos a mano, por ejemplo
de las marcas Condal y Peñamil Oro, oscilan
entre 6.000 a 7.000. pesetas. El tradicional puro de
boda, hecho a máquina, entre las 3.000 y 4.000
pesetas.
Existen empresas que pueden ayudarle a despedir su condición
de soltería con una juerga exclusiva a partir
de las 6.000 pesetas por persona, incluyendo la cena,
desplazamientos, espectáculos y copas. También
hay quien se decide por una cena con los amigos, unas
copas y un espectáculo erótico. En Madrid,
existe un restaurante erótico muy frecuentado
por solteros/as que dejarán de serlo. El salto
del tigre o el clítoris de novicia son algunos
de los platos que allí se sirven, aderezados
con un sutil <<strip tease>> masculino
y femenino. El propietario asegura que los varones
se muestran mucho más tímidos que las
féminas.
La organización de una boda
es una tarea que requiere mucho tiempo y paciencia.
En los últimos años, se están
introduciendo en nuestro país empresas de protocolo
que le ayudan a organizar su boda. Estos profesionales
asesoran y ofrecen diversas propuestas para que la
boda sea perfecta: desde la elección de los
salones, los trajes, las flores, el coche o el viaje
hasta el último detalle que imagine, incluidos
los trámites burocráticos.
Lo mejor de todo es que la mayoría no cobran
a los novios por sus servicios. El beneficio que obtienen
estas empresas es la comisión que les pagan
los proveedores con los que trabajan. Alguna de ellas,
como la catalana Protocol y Gestió, cobra por
su labor alrededor de un 10% a los novios. Aseguran
que de este modo sus consejos nunca están mediatizados
<<por una comisión del proveedor>>.
Aunque económicamente hablando casarse no suele
ser rentable, no debe olvidar que siempre se recupera
una parte de la inversión, aunque la mayor parte
es en especie. El mejor modo de evitar que le regalen
tres <<fondues>> es el de poner una lista
de bodas. Una buena fórmula para quienes tienen
familiares fuera de su lugar de residencia es combinar
dos listas de boda. Una, en el establecimiento de su
gusto, que normalmente se encuentra en su localidad,
y otra en El Corte Inglés, que tiene presencia
en casi toda España.
Si ya tiene montada la casa, puede pedir que le obsequien
dinero, aunque en algunas zonas y para algunos rangos
sociales esta fórmula no es bien recibida por
los invitados. En Cataluña, más prácticos,
es muy frecuente que se haga conocer a los invitados
un número de cuenta. Otra posibilidad es que
los invitados, en vez de los regalos tradicionales,
subvencionen el viaje de novios. Se puede dividir en
tramos. En vez de que le regalen el reposabrazos del
sofá o el mando a distancia del aparato de vídeo,
pueden obsequiarle con el coste de 500 kilómetros
de luna de miel, Madrid- París, por ejemplo.
Ocurre en no pocas ocasiones que los invitados se encuentran
incómodos antes de la boda a causa de un protocolo
que desconocen. Hay normas no escritas que son de obligado
cumplimiento. La primera duda que surge es qué
regalar y, sobre todo, cuánto gastar. Una buena
guía para seguir es el precio del cubierto.
Si lo que quiere es quedar bien siempre debería
regalar algo más de lo que usted se comerá
en el banquete. En la práctica, por desconocimiento
o tacañería, no se cumple esta <<norma>>.
Por ejemplo, en la cadena de tiendas Musgo aseguran
que la media de gasto en regalos oscila entre las 10.000
y las 18.000 pesetas por cada notificación que
hacen (normalmente acuden dos personas).
El día de su enlace, los novios tiran la casa por la ventana. Pero existen algunos pequeños trucos que le ayudarán a aligerar la factura de la boda.