SU DINERO

Número 32 / Domingo 26 de Mayo de 1996

Los Directivos No Quieren Trabajar para el Estado

Los altos cargos de la Administración y los gestores de empresas públicas tienen sueldos mucho más bajos que los del sector privado


Por María Irazusta

Tanto gano, tanto valgo. El salario es "casi" el único medio que usted tiene para saber cómo le valoran en su trabajo. Sea patrón o marinero, el sueldo será su mayor recompensa. Hay quien cree que los cargos de responsabilidad están bien pagados, pero esto no siempre resulta así. En términos generales, el Estado paga "poco" a sus hombres y mujeres de confianza. Si los altos cargos de la Administración trabajaran como altos directivos en el sector privado su sueldo podría multiplicarse por 2, por 3... Algo de esto también ocurre en la empresa pública: sus gestores ganan menos que los del sector privado. Esto es un grave problema para el Gobierno que en estos días busca recambios para las cúpulas directivas de sus empresas. Pero los sueldos del Estado no atraen a los directivos.

En la Administración.

José María Aznar cobra algo más de 12 millones de pesetas al año, antes de impuestos, como presidente del Gobierno. Esta cifra es similar a la retribución fija (además existe la retribución variable y en especie) que recibe un director de Recursos Humanos de una empresa privada de tamaño medio. No obstante, hay que considerar que la jefatura del Gobierno cuenta con algunas ventajas: coche oficial, un palacio por vivienda, servicio, etcétera. Por ello es previsible que su capacidad de ahorro sea importante. Algo inferiores son los sueldos de los vicepresidentes del Gobierno, Rodrigo Rato y Francisco Alvarez Cascos, que tienen una retribución de algo más de 11 millones. Este salario se corresponde con el de un ejecutivo medio, inferior al estadio más bajo de la alta dirección. Sin embargo, los altos cargos de la Administración disponen de coche oficial y gastos de representación (necesitan justificación).

En cuanto a los ministros, pueden ahorrarse los gastos de vivienda si se deciden por disfrutar la que cada ministerio (no en todos) destina para este fin. No obstante, es más que frecuente que rehusen a este privilegio quienes tienen su propia casa en Madrid. En esta circunstancia otros cargos, como subsecretarios, procedentes de otras ciudades son quienes las ocupan, al menos así ha ocurrido en la etapa socialista. Los subsecretarios y asimilados se llevan a casa alrededor de 9,5 millones de pesetas brutos anuales, incluido el complemento de productividad, que ronda alrededor de un millón de pesetas al año, aunque a veces es muy superior. Al otro lado del espejo, un director general de una empresa privada gana entre 24 y 50 millones de pesetas brutos anuales. Más arriba en el staff, presidentes y consejeros delegados superan estas cifras con creces.

Pero ocupar altos cargos de la Administración tiene otras prebendas. La más rentable en términos económicos es la de ser miembro de Consejos de Administración de empresas estatales, función por la que se perciben unas dietas de asistencia nada despreciables. El pasado año, las empresas públicas otorgaban por asistencia a cada Consejo una cantidad que oscilaba entre 77.000 y 136.000 pesetas. De modo que si un alto cargo acude a todos los consejos (alrededor de 11) podría llegar a percibir casi 1,5 millones de pesetas anuales por este concepto. Existe la posibilidad de cobrar como consejero de dos empresas, por lo que el sobresueldo resultante puede ascender a 3 millones al año. Se ha dado el caso de secretarios de Estado que ganaban más que los ministros.

Más diferencias a futuro.

Con la llegada de las privatizaciones necesariamente cambiarán las reglas de juego. Si las empresas estatales dejan de serlo, la posibilidad de los altos cargos de la Administración de convertirse en consejeros se reducen, y con ello su sueldo. A menos que se modifique la legislación al respecto, las abultadas diferencias salariales entre los sectores público y privado serán más acusadas. Son muchos los expertos en la materia que opinan que si la Administración quiere contar con buenos gestores tendrá que intentar ajustarse al precio de mercado.

Sin embargo, en época de tan duros recortes será difícil que los altos cargos se suban el sueldo. Ya lo intentó Federico Trillo con los parlamentarios y tras el revuelo que se formó hubo de desistir, y eso que la retribución de los parlamentarios españoles está a la cola de Europa. Pero el Estado no paga mal a todos su trabajadores, sólo a sus "mandamases". Así, mientras que en la privada el abanico salarial (número de veces que es mayor el sueldo más alto de una empresa que el más bajo) es de 10 al 1 ( en ocasiones llega al 12 al 1), no supera el 7al1 en la pública. Dicho de otro modo, mientras que en la privada el puesto más alto gana 10 veces más que el más bajo, en la pública el más alto gana 7 veces más. No todos los empleados del Estado reciben un salario inferior a los de la empresa privada.

Empresa pública.

Después de que las piezas clave de la Administración hayan cambiado tras la entrada del nuevo Gobierno, le toca el turno a la empresa pública. Las primeras sustituciones ya han comenzado a producirse. Argentaria ha cambiado a Francisco Luzón por Francisco González. En RTVE, a Jordi García Candau le ha sucedido Mónica Ridruejo. La próxima semana Telefónica dará a conocer la identidad de su nuevo presidente. A la compañía de telecomunicaciones le seguirán otras compañías públicas o pseudopúblicas, que cambiarán sus gestores. Sin embargo, son ya muchos los altos ejecutivos que por motivos económicos han preferido rechazar las ofertas del Estado. Como Alberto Recarte, presidente de Centurión, que no aceptó el cargo de consejero del Banco de España.

Muchos directivos de la empresa privada tienen una retribución que dobla la de sus homólogos de la empresa pública. En otros casos, las diferencias son un 10% o un 20% superiores. La empresa pública no puede pagar 60 millones de pesetas brutas anuales a un presidente, si bien a la hora de conocer los verdaderos sueldos de los grandes empresarios públicos existe un fuerte hermetismo informativo. Telefónica se excusa diciendo que es una empresa privada con una participación pública y que sus directivos tienen sueldos dispares, aunque tengan la misma categoría. El grupo Téneo en su conjunto, Iberia por separado, y Argentaria, se mantienen en idéntica línea de oscurantismo para con sus accionistas: todos los ciudadanos.

Pero las privatizaciones también traerán buenas y malas nuevas para el conjunto de los directivos. Unos hallarán un sillón más confortable que calentar, otros quedarán fuera de juego. El proceso conllevará una depuración. La empresa privada está sometida a la presión de sus resultados y no es tan benevolente con los fallos de quienes manejan sus hilos. Quedarán los que por méritos propios lo merezcan y los pésimos gestores perderán el escudo público. Los salarios serán más altos para los elegidos, que a cambio tendrán que soportar más riesgo. Además deberán acostumbrarse a que los paquetes retributivos tengan un mayor componente variable, que se determina por el cumplimiento de objetivos. Es la tendencia del mercado.

Empresa privada.

Entre el resto de alicientes que tienen los directivos de la empresa privada además del sueldo, se encuentran: el coche de empresa, las ayudas para vivienda, los seguros (de vida, de accidentes, médicos, etc), los sistemas de pensiones, suscripciones a clubes privados, y la ayuda para la educación de los hijos. También algunas empresas públicas tienen este sueldo en especie, aunque en menor cuantía. Según un estudio realizado por la empresa HayGroup, el 96% de las empresas de tamaño medio o grande proporciona a todos o a algunos de sus directivos coche de empresa. Los modelos y precios más comunes son:

- En los directores generales (63% de las empresas) el valor oscila entre los 5,5 millones y los más de 6,5 millones. Son característicos el BMW 730; BMW serie 5, Mercedes 300, SAAB 9000.

- En los directivos de primer nivel (57% de las empresas) los precios se sitúan entre los 4 millones y los 5,8 millones. Son característicos el Audi A6, Rover 687, el Volvo 850 y el BMW 520.

En cuanto a las ayudas para la vivienda, las hay de dos tipos. Las que se refieren al coste de la residencia (el alquiler es frecuente en personal que procede de otros países) y los préstamos en condiciones más ventajosas.

Los seguros de vida y accidentes son otro de los conceptos más extendidos de retribución en especie. Un 96% de las empresas lo utiliza. El seguro médico privado lo ofrecen el 72% de las empresas. Con respecto a los sistemas de pensiones, también el 72% de las empresas cuenta con ellos.

Pero en el salario de los ejecutivos es determinante también el lugar donde ejercen su trabajo. Según un estudio de Arthur Andersen, por zonas geográficas Madrid es la ciudad que ofrece a sus ejecutivos una retribución más alta, seguida de Barcelona y del País Vasco. Los salarios son más bajos en la Comunidad de Valencia y en la de Murcia.

Esta información se ha elaborado con datos proporcionados por: Arthur Andersen, Research and Consulting, Arco Creade, Ceinsa, Watson Wayett y HayGroup.


Ejecutivos en Europa

Según un estudio realizado por HayGroup con datos de más de 3.100 empresas y casi 500.000 puestos de trabajo, España ocupa la 5ª posición en la retribución de sus altos directivos, un 13% más que los americanos. Esto se mide en términos absolutos. Pero si la comparación se realiza con respecto al poder adquisitivo por países, nuestro país ocupa el segundo lugar, por detrás de Alemania. En una posición mucho más desfavorable se encuentra el apartado de fiscalidad. España soporta un 47%, muy por encima de la media.


Seis Consejos para regenerar la Administración

  1. Resaltar los valores culturales del Servicio Público.
    Las organizaciones públicas deben tratar de transmitir a la sociedad y a sus funcionarios la cultura de servicio.

  2. Desarrollo de habilidades directivas.
    Tanto los directivos como los mandos intermedios deben contar con metodologías y herramientas que, sin incrementar el gasto público, mejoren el servicio a través de la gestión de las personas y el grupo.

  3. Clarificación de las Funciones.
    Es necesario conocer las funciones y dar a conocer a los funcionarios cuál es su posición y que se espera de ellos.

  4. Medición de la Contribución Personal.
    El funcionario debe conocer cuál es su aportación, saber cómo hace su trabajo y cómo puede mejorar.

  5. Ampliación de los criterios de selección y promoción.
    Es obvio que la Administración debe contar con profesionales técnicos altamente cualificados y con sólidos conocimientos. Pero además de esto, los procesos de selección deben tener en cuenta las características personales: habilidades directivas, trabajo en equipo, iniciativa... Hoy es posible medir estas características e incluirlas en los sistemas de selección de personal.

  6. Utilización de la retribución como herramienta de Dirección.
    La retribución es una potente herramienta de de transformación de las organizaciones. A través de políticas retributivas avanzadas, que contemplan los ingresos variables, se puede recompensar aquellos comportamientos y acciones que garanticen una óptima calidad de los servicios públicos.

Información proporcionada por Fernando Bermejo, director del Área de Administraciones Públicas de HayGroup.


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