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Número 100 / Domingo 23 de noviembre de 1997 |
Prestar Dinero en el Acto
Desde 10 millones para un local de servicios parafinancieros
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Número 100 / Domingo 23 de noviembre de 1997 |
La inversión inicial puede recuperarse al cabo de un año de actividad
A pesar de la publicidad con la que bombardean las entidades bancarias, no es sencillo conseguir el dinero necesario para hacer frente a un gasto imprevisto. Si usted no dispone de suficientes recursos económicos y ha estado en tratos con un banco para solicitar un crédito, habrá sufrido las exigencias que se imponen para acceder al préstamo: nivel de ingresos, trabajo estable, avalistas...
En la actualidad, un 30% de la población española no puede conseguir un préstamo en las instituciones financieras ni utilizar tarjetas de crédito, ya sea porque en el pasado tuvieron dificultades para cumplir sus obligaciones con la banca o porque no cuentan con los requisitos que garanticen su solvencia ante la entidad.
Para facilitar recursos económicos a estas personas, comienzan a desarrollarse en el mercado español nuevos servicios parafinancieros como alternativa a los medios tradicionales. Este nuevo concepto de negocio ha llegado de la mano de los establecimientos Cash Joya, que facilitan dinero líquido en el acto a través de la compra de joyas y la tramitación de diferentes productos financieros.
Requisitos.
Es imprescindible el dominio de ciertos aspectos de gemología para valorar y tasar las joyas, así como conocimientos financieros para asesorar y tramitar, y un control de los aspectos generales de la gestión del establecimiento. Una de las actividades de Cash Joya es facilitar dinero de forma inmediata a sus clientes con el aval de una joya y la presentación del DNI.
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| Fernando Gómez, director general de Cash Joya, en el establecimiento abierto en Madrid |
Tras tasar el valor de la pieza, el cliente firma un contrato de compra-venta por el que se le reembolsará el precio establecido. Además, puede pactar un período para recuperar la joya entregada. Si el plazo concluye y el cliente no ha mostrado intención de recuperarla, la pieza será reciclada para pasar a formar parte de la mercancía de segunda mano que se vende en el establecimiento, siempre que se haya verificado con la Policía que no se trata de un objeto robado. Esta es otra línea de negocio de Cash Joya, en la que se ofrecen joyas de ocasión a un 50% de descuento.
Junto a las joyas, los automóviles son aceptados en los establecimientos para canjearlos por dinero. El procedimiento es similar al utilizado para las joyas. Se calcula el precio del coche, se comprueba que está libre de cargas, y en 24 horas el cliente puede disponer del dinero. Si expira el plazo para la reventa, el coche pasa a la red de la compañía que comercializa vehículos de segunda mano, previa comprobación.
A medida que el negocio se consolide, Cash Joya ampliará la gama de los objetos adquiridos y podrán canjearse otros artículos de valor como abrigos u obras de arte. Junto a la compra-venta de joyas de segunda mano, los franquiciados de Cash Joya complementan sus servicios parafinancieros con la gestión y tramitación de créditos tanto para personas con dificultades para conseguirlos como para clientes que tenga problemas para elegir el producto.
Acuerdos de colaboración.
Gracias a los convenios que la central mantiene con entidades bancarias y financieras, los clientes pueden solicitar créditos personales, de consumo, hipotecarios y para empresas. El franquiciado de Cash Joya ofrece asesoramiento a los posibles solicitantes sobre el producto que más le interesa y, tras recabar la información pertinente, remite la solicitud a la central. Si el demandante cumple los requisitos, la operación se hará efectiva en un plazo máximo de 24 horas.
Al cliente se le cobra una comisión de entre el 2 y el 3% por las gestiones realizadas. Los emprendedores interesados en convertirse en franquiciados de Cash Joya tienen que montar su negocio en un local de entre 40 y 60 m2, en poblaciones con más de 30.000 habitantes. Es preferible que el establecimiento esté ubicado en zonas de mucho tránsito de clase media-baja. Las obras de adecuación del local, el mobiliario, los equipos informáticos y la caja fuerte le supondrán un coste de unos 4 millones de pesetas.
En principio, deberá invertir alrededor de 2,5 millones en existencias de joyas. Es conveniente reservar una cantidad aproximada de unos 2 millones de pesetas para afrontar los gastos hasta que el negocio comience a dar beneficios. El canon de entrada la cadena es de 4,5 millones (a partir de enero serán 9 millones) y se incluyen la formación inicial, el apoyo de la central, el sistema informático, la imagen de marca y la puesta en marcha del establecimiento.
En cuanto al royalty, el franquiciado debe abonar una cuota por funcionamiento de 100.000 pesetas mensuales, con el que se cubren todos los servicios de asesoría que se prestan al establecimiento, más 30.000 pesetas correspondientes a la formación sobre gemología que el gestor de la tienda recibe trimestralmente en la Universidad Autónoma de Madrid.
Otros gastos.
Además, deberá abonar un canon mensual de 50.000 pesetas para la publicidad global de la cadena y otro de 20.000 pesetas para costear las promociones locales. En lo que a joyas se refiere, los franquiciados venden alrededor de 1.000 gramos al mes, cifra que se va incrementando un 10% cada año, y revenden alrededor de 50 gramos diarios a las personas que quieren recuperar sus objetos. El margen bruto por la venta de joyas se sitúa en un 150%.
En cuanto al servicio de créditos, la compañía estima que el franquiciado puede gestionar una media semanal de cuatro créditos hipotecarios, cinco préstamos al consumo, y cinco créditos personales. Por cada crédito tramitado, el franquiciado recibe una comisión que oscila entre el 0,6 y el 2% del importe total solicitado.
Según las estimaciones de la compañía, el volumen de ventas durante el primer año de funcionamiento supera los 38 millones de pesetas. El beneficio bruto se sitúa en más de 11 millones de pesetas, con lo que el capital inicial se podrá recuperar cuando el establecimiento cumpla el primer año de funcionamiento.
