Su Dinero
Actualidad Número 118 / Domingo 28 de marzo de 1998



Ponga una Mascota en su Vida
Desde 6,2 millones para una tienda de animales domésticos

El conocimiento de las diferentes especies es la clave para sacar adelante el negocio


Por Mercedes Gómez

Los animales de compañía son ya uno más de la familia española. Se estima que unos once millones y medio de personas tienen mascota en su domicilio, lo que significa un 47% de los hogares españoles. Durante 1996, perros, gatos, pájaros, peces y animales exóticos consumieron 207.225 toneladas de comida, que nos costaron 36.000 millones de pesetas.

Montar un establecimiento de venta de animales resulta un negocio rentable y muy gratificante, aunque, eso sí, requiere una dedicación exclusiva durante las 24 horas al día y todos los días del año: los animales requieren atención, cuidados y alimentación continuamente, incluso domingos y festivos.

La formación es una de las claves para triunfar en este tipo de negocio. Es fundamental que la persona que ponga en marcha el establecimiento posea amplios conocimientos sobre las especies con las que va a trabajar y nociones sobre crianza, genética, enfermedades, tratamientos, alimentación...

Marta Esteban y Angel rojo, socios-promotores de Kamadas (Angel Casaña)

En definitiva, se trata de manejar un amplio abanico de nociones para ofrecer un auténtico servicio de calidad al cliente. Tenga en cuenta que un buen porcentaje de los establecimientos de animales fracasa a corto plazo por la falta de profesionalidad y la inexperiencia de sus promotores. Y no existen cursos de especialización, sólo le queda ser autodidacta y poseer mucha fuerza de voluntad.

Los permisos.- El primer paso para montar una tienda de animales de compañía es solicitar un permiso específico, denominado núcleo zoológico, a la comunidad autónoma correspondiente.

Para conseguir esta autorización, un veterinario colegiado tendrá que dar su visto bueno sobre las instalaciones y sus condiciones higiénico-sanitarias. Entre otros muchos aspectos, el inspector tendrá que verificar que el local dispone de las dimensiones mínimas para alojar a los animales, así como un espacio destinado para aislar a los enfermos.

Una vez que el permiso le ha sido concedido, hay que solicitar la licencia de apertura del establecimiento al ayuntamiento correspondiente.

No es fácil encontrar un lugar apropiado para abrir la tienda. Si se decanta por una zona céntrica, ubíquese en una calle de mucho trasiego. Otra opción, que además puede resultar mucho más económica para su bolsillo, es buscar un local en barrios periféricos de las grandes ciudades donde detecte que existe un buen número de hogares en los que se convive con una mascota.

Una tercera posibilidad es situarse en un centro comercial, donde un cierto porcentaje de las ventas siempre están aseguradas.

En cualquier caso, las dimensiones del local oscilarán entre los 30 y los 50 m2, dependiendo de la cantidad y variedad de animales que quiera exhibir y los servicios que se ofrezcan al cliente.

Fauna variopinta.- Aunque los perros y los gatos son los reyes del negocio, en una tienda de mascotas conviven pájaros, peces, pequeños roedores, insectos, reptiles...

Los animales exóticos se han puesto muy de moda, pero es imprescindible adquirirlos con el llamado Cites; es decir, un documento que certifica la autorización para su venta. Cuando se dan los primeros pasos en el sector, es recomendable iniciar la venta con los animales que realmente conozca. Por ejemplo: ciertos reptiles requieren tratamientos específicos para sobrevivir y que deben manejarse al dedillo.

Para empezar a funcionar calcule que necesitará realizar una inversión de unas 700.000, además de un millón para la compra de animales. Estas cantidades son suficientes para dar vida a la tienda. Las ventas de los primeros meses le indicarán qué animales son los más demandados y qué especies necesita incorporar para satisfacer a su clientela.

La decoración y el acondicionamiento del local (jaulas, acuarios, mobiliario) le costará alrededor de 2 millones de pesetas. La comida, los fármacos y accesorios para animales son otros de los complementos esenciales para el negocio. Este apartado exigirá una inversión adicional entre 500.000 y un millón de pesetas.

Además del capital para empezar a funcionar, tendrá que contar con un fondo de maniobra de unos 3 millones de pesetas para afrontar los gastos fijos hasta que el negocio comience a tener ingresos: alquiler, servicios del veterinario, comida para animales, etc.

Ojo con los proveedores.- Debe ser muy cuidadoso a la hora de seleccionar los proveedores para que no le den gato por liebre. Uno de los factores para que el negocio salga adelante es que el cliente no se sienta estafado con la compra, que se le ofrezcan garantías y que preste un servicio de atención postventa.

El servicio a domicilio o la peluquería canina son otras posibilidades que, además de incrementar las prestaciones para los clientes, puede reportarle unos ingresos extras.

Si el negocio funciona, la inversión inicial puede recuperarse a los dos años de iniciar la actividad. Los márgenes brutos con los que se trabaja son amplios: entre un 35 y un 45% para perros; un 100% para las aves y peces; entre un 80 y un 100% para los reptiles; entre un 30 y 40% para alimentación y fármacos; y un 100% para los accesorios.

La facturación anual mínima que tendrá que conseguir para sacar adelante el negocio tendrá que rondar los 20 millones de pesetas.

Reportaje elaborado con la información facilitada por Marta Esteban y Angel Rojo, promotores de Kamadas, Fernando Salas, propietario de La Caseta, y Carolina Pinedo, responsable de Relaciones Externas de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas.


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