Su Dinero
Actualidad Número 143 / Domingo 25 de octubre de 1998



Su Negocio

Desde 3,5 millones para montar un taller/estudio de moda
Marcando Estilo
La originalidad en los diseños y la calidad, claves para introducir una firma en el mercado


Por Mercedes Gómez

La moda española está de enhorabuena. Las creaciones Made in Spain causan furor en todo el mundo y los diseñadores españoles han logrado el reconocimiento internacional que se merecen. Buena parte de la culpa de los éxitos cosechados en las pasarelas corresponde a la nueva hornada de profesionales que ha revolucionado el sector. Los jóvenes diseñadores vienen pisando fuerte y, por fin, el círculo se ha abierto para dejar paso al relevo generacional.

Son muchos los jóvenes que se sienten atraídos por el mundo de la moda. Sin embargo, multitud de impedimentos entorpecen la carrera de los diseñadores noveles, que se consuelan con la satisfación de comprobar que el público de la calle reconoce su trabajo.

Si es creativo, original y dinámico y está convencido de que la moda es el campo en el que responde a sus expectativas laborales, estudie las posibilidades que le ofrece el mercado. Como diseñador, tendrá la oportunidad de establecerse por su cuenta con una firma propia.

Conviene que no se deje impresionar por el entorno que envuelve a los grandes. Los comienzos son muy duros, y el trabajo no se reduce a plasmar sus ideas. La organización de la producción, la planificación del negocio o la gestión comercial son otras de las materias en la que debe estar muy puesto si quiere que su firma o marca alcance notoriedad en el mercado.

Elvira Fuentes y Joaquín Casares, diseñadores y creadores de la firma de prendas de cuero para motoristas Osadía

Autosuficientes. Si quiere abrirse paso como diseñador, es preciso que adquiera los conocimientos necesarios para gestionar su negocio: desde hacer el patronaje y la confección de las prendas, hasta llevar la administración de su empresa.

Merece la pena acudir a un centro de prestigio donde reciba una formación integral para aprender el oficio. Es importante que la escuela donde curse sus estudios le facilite prácticas en empresas o en algún estudio de un diseñador. Esta experiencia será fundamental para después desenvolverse.

Además, si valora los estudios superiores, algunas universidades, como la Politecnica de Madrid, imparten títulos propios de Diseñador de Moda.

Dedicarse a una línea especializada puede servirle para desmarcarse de sus competidores. Diseñar ropa de baño, piel, lencería o trajes de novia puede ser la llave para introducirse en el mercado.

A la hora de iniciar la actividad, puede plantearse el negocio de dos maneras: o bien montar un taller y dedicar un espacio para vender directamente sus creaciones a los particulares o trabajar en el diseño y confección de colecciones para establecimientos de prestigio.

Independientemente de la fórmula por la que opte, tendrá que poner mucho ímpetu y tesón para sacar adelante su negocio y sus creaciones. Debe tener muy claro que para hacerse un hueco ha de presentar modelos originales en los que quede plasmado su estilo particular y cuidar la calidad de los materiales que emplee tanto como la confección. En la confección de autor no puede dejar escapar un solo detalle.

Ajustar la inversión. Aunque el lanzamiento de una firma de moda suele ir acompañado de una inversión potente, no tiene por qué renunciar a su vocación por contar con unos recursos limitados. Su esfuerzo personal puede suplir la carencia de capital.

En un primer momento, dos personas pueden ser suficientes para sacar adelante el taller, compaginando el diseño y confección de las prendas con las labores comerciales. Posteriormente, si su línea cuaja en el mercado, podrá ir ampliando el equipo o subcontratar los servicios de algún taller para responder a todos los pedidos.

Con un local de entre unos 60 m2 tendrá suficiente para establecer su lugar de trabajo. Si quiere dedicarse a la venta directa al públcio, es imprescindible ubicarse en un lugar transitado para captar la atención de sus clientes.

Ajustando el presupuesto, debe contar con una inversión mínima de unos tres millones de pesetas para ponerse en marcha. La compra de maquinaria para confeccionar sus diseños puede superar esta cantidad, pero si recurre al mercado de la segunda mano se ahorrará un buen pellizco.

Las telas y materiales de calidad le supondrán un gasto importante. Aunque comprar en pequeñas cantidades puede resultarle proporcionalmente caro, es preferible realizar los pedidos según los encargos que vaya recibiendo.

La publicidad es un instrumento fundamental para darse a conocer, al que deberá dedicar, al menos, unas 500.000 pesetas durante los primeros meses de actividad. Dependiendo de los materiales con que trabaje y de la dificultad de sus diseños, los márgenes de beneficio que marcará en sus creaciones podrán oscilar entre el 25 y el 50%.

Jóvenes promesas. Si hay algo que caracteriza a los nuevos diseñadores, es el tesón y la perseverancia que emplean para abrirse camino en el muy complicado mundo del diseño.

Elvira Fuentes y Joaquín Casares ejemplifican el prototipo de emprendedores que lucha por sacar adelante su firma. Especializados en el diseño de piel, dieron en el clavo combinando los mundos de la moda y de las motos. Osadía es la firma de ropa para motoristas que constituyeron. Son de los pocos diseñadores que confeccionan trajes a medida de estas carácterísticas y en exclusiva, especialización por la que empiezan a ser reconocidos en el mercado.

Trajes para novia y fiestas fue la apuesta de Marina para montar su estudio. Su juego con la vanguardia y lo clásico en sus colecciones le ha permitido ganarse la confianza de establecimientos de León, aunque también trabaja con particulares desde su estudio.


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