Su Dinero
Actualidad Número 144 / Domingo 1 de noviembre de 1998



Con 25 millones puede montar una cervecería 'temática'
Una Caña Bien Tirada
Los establecimientos ligados a las grandes marcas de cerveza pueden ser una buena inversión


Por Mercedes Gómez

De botella o de barril, con o sin alcohol, mezclada con limón o gaseosa, la cerveza es una de las bebidas que goza de una mayor aceptación social. En 1997, los españoles tomamos una media de 67 litros por persona, un litro más que el año anterior. Y la espuma sigue creciendo.

Aunque se trata de una cantidad importante, los expertos aseguran que todavía queda mercado para que el licor de cebada toque techo. El consumo de esta bebida en España está todavía lejos de los 81,5 litros de la media europea, pero se está creando una mayor cultura cervecera, favorecida por la tendencia del consumidor español a la selección y la degustación de cervezas distintas.

Está claro: los españoles nos hemos vuelto más exigentes y preferimos disfrutar tomándonos unas cañas en lugares más selectos.

Miguel del Valle, propietario de una de las cervecerías Gambrinus (Cruzcampo) de Madrid (Carlos Barajas)

La fórmula de franquicia también ha entrado con buen pie en el negocio de esta bebida, promoviendo establecimientos de todo tipo en los que se refleja el mundo de la cerveza.

Convertirse en franquiciado evita los inconvenientes de la decoración. La empresa le proporciona el establecimiento llave en mano, listo para tirar cervezas y poder elegir entre los ambientes más variados: fábricas de cerveza, pubs irlandeses o cervecerías alemanas.

Mucho trasiego. En cualguier caso, pasar a ser un franquiciado le exigirá tener local de mucho trasiego, preferiblemente abierto tanto de día como de noche, bien equipado y con todas las licencias necesarias.

Si tiene ciertos conocimientos de hostelería y cree que puede funcionar un negocio de este tipo, antes de tomar una decisión consulte las normativas municipales que rigen para estos establecimientos. En determinados lugares, la legislación es muy estricta, imponiendo ciertas limitaciones .

Las franquicias ofrecen escenarios adaptados a los gustos de cualquier inversor.

Bierwinkel. Reflejando el ambiente más puro alemán, los establecimientos de la cadena Bierwinkel sirven una variedad de más de 130 cervezas diferentes de procedencia diversa. Además, los locales se conciben como restaurantes en los que el público puede degustar especialidades alemanas.

La cadena, que ya cuenta con nueve establecimientos en nuestro país, desea crecer con la colaboración de franquiciados que se impliquen directamente en la gestión y en la administración del negocio.

Los interesados en convertirse en miembros de la cadena Bierwinkel tendrán que disponer de una superficie de unos 160 metros cuadrados, una fachada de 10 metros lineales y una altura de 3,5. Es muy importante que el local cuente con salida de humos. La ubicación más apropiada para establecer una cervecería de estas características son las zonas urbanas frecuentadas por un público que consume de día y de noche , o bien en un centro comercial.

La inversión necesaria para montar un establecimiento de este tipo ronda las 150.000 pesetas por metro cuadrado. Por tanto, para un local de 160 metros, tendrá que disponer de un capital de unos 24 millones de pesetas.

El franquiciado debe abonar a la cadena 1,5 millones de pesetas en concepto de canon de entrada. El royalty de explotación para el primer año es de un 2,5% sobre las ventas brutas, porcentaje que va aumentando hasta el séptimo año, en el que alcanza el 5%.

La facturación de una cervecería Bierwinkel puede rondar los 70 millones de pesetas anuales, siguiendo la experencia de establecimientos ya asentados en el mercado. El plazo de amortización se sitúa entre dos y tres años.

Von Till. Inspirados en las tradicionales factorías de cerveza, combinan en sus locales dos conceptos de negocio: el de cervecería y el de salchichería.

Mientras que los asistentes saborean una buena cerveza, pueden probar algunos de sus tentempié: salchichas, bocadillos, ensaladas...

Las cervecerías Von Till deben situarse en ciudades de más de 50.000 habitantes, en áreas de gran concentración de público, y, además, deben contar con una superficie mínima de 140 metros cuadrados. La cuantía para montar un establecimiento de esta cadena: entre 31 y 35 millones de pesetas.

Los franquiciados deben aportar a la cadena un canon inicial de 2.750.000 pesetas. El royalty por ventas se sitúa en el 5% y el de publicidad, en el 3%. La amortización está prevista para siete años vista.

Las estimaciones de la empresa calculan unas ventas de unos 74 millones al segundo año de explotación, con un beneficio del 23%.

Gambrinus. Respaldada por el Grupo Cruzcampo, la cadena de cervecerías Gambrinus está desarrollando su expansión por la Península a través de seudo-franquiciados. Utilizando como escenario una fábrica de principios de siglo, la filosofía de estos establecimientos retoma una costumbre muy española: la caña y la tapa.

Las cervecerías Gambrinus deben contar con una superficie entre 130 y 250 metros cuadrados, con una fachada de cinco metros, ubicadas siempre en zonas céntricas de las grandes ciudades o en centros comerciales o de ocio.

La inversión varía en función del estado del local y de sus dimensiones. Calcule que un establecimiento, llave en mano, viene a salir entre 175.000 y 190.000 pesetas el metro cuadrado. La recuperará al tercer año.

Cruzcampo ofrece a los inversores interesados otra oportunidad de franquicia: un local con ambiente irlandés. Después tendrá que contratar a un personal especializado en tirar cañas.


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