SU DINERO

Número 32 / Domingo 26 de Mayo de 1996

Vender a Conciencia

Desde 900.000 pesetas para una tienda de 'comercio justo'

Con solidaridad, ética y calidad también se puede llegar a obtener beneficios


Por Paloma Bravo

Evitar que los niños del Tercer Mundo trabajen en condiciones infrahumanas, conseguir que las mujeres cobren lo mismo que los hombres, proteger el ecosistema y lograr que los productores de estos países ganen lo que realmente les corresponde son los fines altruistas que han creado una nueva vía de solidaridad denominada 'comercio justo'.
Actualmente, en Europa hay más de 3.000 tiendas que realizan este tipo de venta, que no es ni más ni menos que la comercialización de artesanía, bisutería, ropa, papelería, alimentos y artículos de regalo procedentes de América Latina, Asia y África. Eso sí, los márgenes comerciales y los beneficios de los vendedores se reducen sensiblemente para pagar un precio justo a los fabricantes y tener así asegurada la continuidad y desarrollo de su producción.

Primeros pasos.
En España, esta forma de comercio está dando sus primeros pasos. Hace tan sólo unos meses se creó la Coordinadora de Organizaciones de Comercio Justo, compuesta por 17 organizaciones -ONGs y empresas-. En nuestro país hay alrededor de 30 establecimientos de estas características. Su puesta en marcha ha sido posible mediante franquicias y depósitos a cooperativas y particulares, mientras que otras son administradas por las propias ONGs.
Si usted desea montar una tienda de comercio justo y vender en ella café de Colombia, ron cubano, máscaras indígenas de Tanzania o cucharas de coco de Thailandia, tendrá varias maneras de acometer tal empresa. En primer lugar, será conveniente que se informe en la Coordinadora de Comercio Justo, donde le explicarán el código ético-comercial de este tipo de establecimientos. Luego, como si de una tienda tradicional se tratase, deberá alquilar o comprar un local, solicitar la licencia de apertura en su ayuntamiento y optar por el modo de llevar a cabo su nuevo negocio: bien a través de franquicia o a través de depósito.
Sólo hay dos organizaciones que franquician: Ideas y Alternativa 3.
En la primera, Ideas, para adquirir la condición de colaborador del proyecto deberá pagar 150.000 pesetas, que le darán derecho a beneficiarse de la publicidad que esta empresa hace de sus Tiendas de la Solidaridad. El primer pedido mínimo de productos será de entre 750.000 y un millón de pesetas. Además, el franquiciado deberá pagar una cuota anual de 25.000 pesetas para que responsables de Ideas participen en foros internacionales y nacionales en defensa y promoción del comercio justo.
Pero no todos los productos que venda en su tienda deben ser de esta empresa. Se le exige un mínimo del 75%; el resto podrá proceder de otros importadores, como Intermón o Sodepaz.
En Alternativa 3 el coste de la franquicia varía entre los 1,5 y 3 millones de pesetas. Estas cifras incluyen asesoramiento para la elección del local y la compra de la mercancía inicial, así como la publicidad y difusión. El franquiciado sólo podrá vender entre un 5% y un 10% de productos procedentes de otros importadores.
Los responsables de Ideas y Alternativa 3 son conscientes de que, por el momento, las mayores rentabilidades se obtienen en las grandes ciudades y por ello han creado otro sistema para aquellas personas que residan en localidades más pequeñas: el depósito. Su funcionamiento es sencillo: las empresas dejan una serie de productos al vendedor y éste, conforme los vende, paga a los importadores, con lo que no es necesario hacer un desembolso inicial por la mercancía y la rentabilidad se obtiene en el mismo instante de la venta.
La transparencia comercial es una de las máximas de estas tiendas. Los franquiciados están obligados a facilitar sus libros de venta a las organizaciones de comercio justo, con objeto de que éstas comprueben que no se incumplen las pautas, ya que de lo contrario podrían dañar la imagen solidaria de esta novedosa actividad comercial.

Mayores ventas.
Los meses fuertes de ventas son los de diciembre (por las fiestas navideñas), abril, mayo y junio, y, según el presidente de la Coordinadora de Comercio Justo, Javier Pradini, hay tres tipos de compradores: los que adquieren productos por solidaridad, los que están preocupados por los problemas ecológicos -ya que todos los sistemas de producción son respetuosos con el medio ambiente- y los que buscan productos de calidad, sobre todo en alimentación.
Evidentemente, los beneficios que se obtienen son menores que en el comercio tradicional y es en las grandes ciudades donde la inversión se amortiza más rápidamente, en un año, mientras que en las pequeñas se tarda al menos dos.


Direcciones Utiles


VOLVER A SU NEGOCIO