Poca formación.
Si usted quiere montar una peluquería canina, no necesitará ninguna formación para ponerla en marcha. Eso sí, ha de tener experiencia en cortar el pelo a perros, bien porque lo haya practicado con su propio animal o porque lo haya visto hacer. Deberá armarse de paciencia, pues los perros no dejan de moverse. Por último, es imprescindible que le gusten los animales.
Reuniendo todos estos requisitos, deberá buscar un local de unos 20 ó 25 metros cuadrados, a ser posible que situado en una zona donde viva gente con animales o cerca de un parque, por aquello de que esté a la vista de los dueños cuando vayan a darle un paseo al perro.
Necesitará al menos dos bañeras, una jaula-secadora en la que pueda meter dos o tres perros, dos máquinas de cortar el pelo, mesas, secadores de mano, jaulas para que estén los animales mientras esperan su turno, toallas, peines, champús y tijeras, entre otros. Todo esto le costará alrededor de 700.000 pesetas.
También será conveniente que habilite una pequeña sala de espera para que los dueños, si lo desean, esperen hasta que su perro o gato salga de la sesión de peluquería; aunque en la mayoría de los casos, como la duración media de bañar y cortar el pelo es de dos a tres horas, éstos suelen dejar a su mascota y regresar a buscarla pasado este tiempo.
En lo que respecta a si necesitará contratar a alguien o no, dependerá del volumen de trabajo. Tal vez, en un principio, usted solo pueda desempeñar toda la labor, aunque con el tiempo tendrá que contratar a otra persona, ya que el tiempo empleado en cada cliente dificultaría la rentabilidad del negocio. Sólo podría atender a cinco o seis perros al día. Con otra persona y con los medios necesarios, sobre todo jaula-secadora, podrá dar servicio a unos 20 perros diarios. Al menos en los fines de semana, cuando se acumula la clientela.
En este negocio será muy importante que dé un buen trato a los animales y ante todo que sus dueños se vayan contentos, ya que de todos es conocido que los dueños de perros, durante el paseo, suelen charlar con otros propietarios de canes y el boca a boca es fundamental.
Deberá procurar que su clientela no sea esporádica, es decir, que no sean personas que tan sólo llevan a su perro a la peluquería una vez al año. Tendrá que hacerse con clientes preocupados por sus mascotas y que las lleven con frecuencia a su establecimiento. Esto es imprescindible si quiere amortizar el negocio, ya que necesitará al menos cortar el pelo de unos 500 perros para, únicamente, recuperar el dinero invertido. Y deberá superar con creces esta cifra si además pretende vivir de esta actividad.
Precios.
Fijará sus precios dependiendo de la zona y del poder adquisitivo de su clientela. Estos irán en función del tamaño del animal, de la raza y de lo dificultoso que resulte el corte. Así, si se trata de un perro pastor alemán, al que tan sólo deberá bañar y secar, las tarifas oscilan entre las 1.900 y las 5.000 pesetas. Si tiene que cortar el pelo a un caniche, el precio estará entre las 2.700 y 4.500 pesetas y si se trata de un gato persa, con mucho pelo y al que se le hacen muchos nudos, el coste será de unas 3.000 pesetas.
Ahora bien, cuando el dueño quiera un corte especial y muy cuidado, porque quiere llevar a su mascota a un concurso o a una exposición, la tarifa será mucho más elevada, unas 7.000 pesetas, ya que el trabajo deberá ser impecable y, por tanto, le llevará más tiempo.
Los trámites administrativos para la apertura de este negocio serán iguales que los que se llevan a cabo para cualquier otro. Así, necesitará la licencia de apertura, la licencia fiscal en el epígrafe de peluquero y darse de alta en la Seguridad Social.
Algunas peluquerías caninas forman parte de establecimientos que ofrecen otro tipo de servicios más amplios, no sólo de carácter estético sino fundamentalmente de salud.
Por ejemplo, son muchas las clínicas veterinarias que incluyen este complemento, aunque cada año se abren más peluquerías de animales que únicamente ofrecen este servicio.