SU DINERO

Número 40 / Domingo 21 de Julio de 1996

Comerciantes de Cultura

Desde 10 millones de pesetas para una librería

Vender libros puede ser rentable si se especializa o consigue una cartera fija de clientes


Por Paloma Bravo

Todos los amantes de la literatura han tenido en algún momento la tentación de convertirse en libreros. A simple vista, tener una librería parece un negocio ideal, pues se considera un trabajo bastante pausado y que deja mucho tiempo para leer, pero no es verdad. En este negocio, como en cualquier otro, la perspicacia y el ingenio comercial serán las mejores armas para sacarlo adelante.
Lo primero que deberá tener muy claro es el tipo de librería que quiere montar, que fundamentalmente dependerá de la ciudad y de la zona en la que esté ubicada. Si se trata de un área en la que ya existe un gran número de librerías, lo más adecuado será que se decante por la especialización. Así, ponga una librería de viajes, si las más próximas son generalistas o especializadas en Derecho o Economía.
Pero si su establecimiento no tiene ninguna competencia en los alrededores, lo aconsejable es vender un poco de todo: novelas, ensayos, best seller, diccionarios y libros infantiles, entre otros.

Inversión.
Al principio, deberá contar con al menos 10 millones de pesetas para equipar el local -de entre 50 y 100 metros cuadrados- y comprar los primeros libros. Si usted nunca ha estado metido en el negocio editorial, sepa que la compra de libros deberá pagarla al contado, a 30 días. Con el tiempo, las editoriales le irán dejando libros en depósito, que sólo tendrá que pagar una vez que haya conseguido venderlos.
En las estanterías siempre ha de presentar las últimas novedades de los autores más populares y aquéllos que han tenido una importante campaña promocional, ya que serán los más demandados. Una atención muy personalizada y conseguir que los libros que le soliciten sus clientes los reciban en pocos días, en el caso de que usted no disponga de ellos, serán también aspectos que ha tener muy en cuenta para conseguir una clientela fiel.
Además de las mesas y estanterías para colocar sus libros, será fundamental que cuente con al menos un ordenador, para utilizar la base de datos del ISBN (índice de libros y autores), donde tendrá almacenada información de todos los libros españoles que se hayan editado y cuyo coste es de unas 50.000 pesetas al año.
La utilidad de esta base de datos es la de poder informar en todo momento a su cliente sobre el precio, autor, editorial o año de edición del libro por el que esté interesado. Para usted será una referencia clave si tiene que solicitar algún libro, pues sabrá a qué editorial tiene que dirigir el pedido.

Pero, además del desembolso inicial, tendrá que contar con un remanente monetario, ya que siempre deberá disponer en su librería de las últimas novedades del mes, que pueden ser unos 10 libros mensuales.
Su trabajo no sólo consistirá en esperar en su tienda a que acudan los clientes; también deberá agudizar su ingenio para buscarlos. Un buen mailing (información por correo) y la edición de catálogos con las novedades de su establecimiento serán una buena medida comercial. Su objetivo debe ser hacerse con una cartera fija de clientes, que compren al menos uno o dos libros al mes. Con mucho esfuerzo y tesón podrá llegar a facturar anualmente entre 20 y 30 millones de pesetas.
Marcar los libros, hacer facturas, decorar el escaparate, realizar pedidos y devoluciones y recibir a los muchos representantes que acudirán a su establecimiento serán algunos de los trabajos suplementarios que tendrá que realizar. La única ventaja o desventaja, según se mire, que tiene este negocio frente a otros es que usted no tendrá que preocuparse de fijar el precio de los productos ni calcular el margen de beneficios, pues los libros tienen un precio fijo marcado.
Las épocas fuertes de venta son los meses de diciembre y enero (Navidades y Reyes) y los de verano (vacaciones).

La Chuca.
Esta librería abrió sus puertas hace 12 años, distinguiéndose por su notable fondo de diccionarios. Su propietario, Luis Fernández Patiño, comenzó su andadura hace más de 30 años en otra librería de gran tradición, La Tarántula.
Este librero recomienda que, antes de lanzarse a poner este negocio, se hagan cuentas y se invierta la mayor parte de la cantidad necesaria para abrir la tienda con dinero procedente de los ahorros. Este es un buen consejo porque luego deberá pedir créditos para continuar comprando nuevos libros y los intereses pueden acabar con su proyecto empresarial si se fía demasiado de los bancos


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