SU DINERO

Número 49 / Domingo 27 de Octubre de 1996

Vender Belleza

Desde 5.500.000 pesetas para un centro de estética

Con una franquicia, puede facturar 30 millones de pesetas al año, pero la inversión será mayor


Por Paloma Bravo

Cada día son más las mujeres y los hombres que dedican unos minutos de su tiempo a estar más morenos, a hacer desaparecer las arrugas de la cara o a recibir masajes para aliviar el estrés.
Este culto por la imagen ha beneficiado a las tiendas de cosméticos y a los centros de belleza. En definitiva, ha hecho que la profesión de esteticista esté en boga.
Para montar un instituto de estética, no le exigirán ninguna titulación, aunque será conveniente que haya hecho un curso en una academia privada o estudiado Formación Profesional en la especialidad de Estética si quiere dar confianza a los clientes que acudan a su establecimiento.

Por su cuenta.
Debe tener muy claro qué tipo de servicios ofrecerá. Masajes faciales y corporales, depilación a la cera y eléctrica, bronceado y limpieza de cutis son algunas de las posibilidades. Para ello, necesitará al menos tres cabinas de trabajo, lo que le supondrá una inversión mínima de un millón de pesetas.
El local deberá tener unos 50 metros cuadrados y la zona de ubicación no ha de contar con una población excesivamente joven. Un traspaso le puede salir por unos tres o cuatro millones de pesetas.
Por último, necesitará un millón de pesetas, aproximadamente, para comprar todos los cosméticos y productos que aplicará y venderá a sus clientes.
El primer mes lo dedicará a publicitar su centro, regalando algunos servicios, como limpieza de cutis o sesiones de rayos ultravioleta.
Si su establecimiento funciona, deberá trabajar más de 12 horas al día, aunque la recompensa económica merecerá la pena: anualmente facturará alrededor de 7.600.000 pesetas. De esta forma, conseguirá amortizar la inversión en el segundo año.
Los tratamientos de adelgazamiento serán los que más dinero le dejarán, ya que tienen una duración de dos a tres meses.
Como en cualquier negocio, tendrá que llevar a cabo los trámites administrativos pertinentes: solicitar la licencia de apertura en el ayuntamiento, darse de alta en la Seguridad Social, en Hacienda y pagar el Impuesto de Actividades Económicas.
En este sector también existen empresas franquiciadoras que ofertan sus sistemas de ventas, trabajo, marca, imagen y productos, a cambio de una contraprestación económica. Es decir, usted puede montar un centro de estética, adhiriéndose a una de estas cadenas.

Franquicias.
Yves Rocher, con 143 centros franquiciados y 43 propios, busca expansionarse, sobre todo, en ciudades en las que aún no tiene presencia, como Segovia, Teruel, Almería y Guadalajara.
El franquiciado necesitará un local de unos 60 metros cuadrados, en una zona comercial, e invertirá entre 10 y 12 millones de pesetas. Esta cantidad incluye las 500.000 pesetas del canon de entrada y los tres millones del pedido inicial de productos.
Su centro contará con dos cabinas de belleza y tendrá que contratar a cuatro empleados: dos vendedoras y dos esteticistas.
Si es un buen gestor y su tienda funciona con normalidad, conseguirá que su facturación anual supere los treinta millones de pesetas.
Néctar, con 73 tiendas en España, posibilita la instalación de cabinas a sus franquiciados. El local debe tener entre 30 y 40 metros cuadrados, de los cuáles destinará 12 metros, como mínimo, para la cabina de belleza. Además, una esteticista profesional se encargará de los tratamientos.
El desembolso inicial asciende a unos siete millones de pesetas, incluyendo los dos millones de canon de entrada, los tres millones para la compra de productos y un millón para la cabina. Sus ingresos anuales oscilarán entre los 11.000.000 y los 26.000.000 de pesetas. Así, la amortización la hará efectiva después del primer año de funcionamiento.
La franquicia QuintaEsencia Salud y Calidad de Vida -con 17 establecimientos de parafarmacia, cosmética, nutrición y herboristería- permite la instalación de cabinas en sus centros franquiciados.
Al frente de este negocio estará un farmacéutico y el trabajo en cabina lo realizará una esteticista. La inversión inicial rondará los 11 millones de pesetas -con un canon de entrada y publicidad de dos millones de pesetas y un stock inicial de 2.500.000 pesetas-. Este desembolso lo recuperará al segundo o tercer año. La facturación, el primer año, podrá ser de 25 millones de pesetas

Los datos que aparecen en esta información han sido facilitados por Mª del Mar Fernández, propietaria de la clínica de estética 'Pilar Enrique', y por las empresas franquiciadoras.


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