SU DINERO

Número 52 / Domingo 17 de Noviembre de 1996

Un Trabajo Sobre Ruedas

Desde cinco millones de pesetas para una autoescuela

Mensualmente deberán matricularse diez alumnos para que su actividad resulte rentable


Por Paloma Bravo

La rentabilidad de las autoescuelas está muy ligada a la edad de la población. Cumplidos los 18 años, son muchos los chicos y chicas que se preparan para sacar el carné de conducir.
Por ello, aquellas personas que estén interesadas en iniciarse en este negocio deberán buscar un local que esté ubicado en una zona de nueva construcción (habitada por matrimonios jóvenes), en la que no exista otra autoescuela que pueda hacerles competencia.
La 'guerra' de precios también ha llegado a este sector y, según los expertos consultados, las tarifas actuales están por debajo de las ofertadas hace unos años. Por este motivo, hoy en día, requerirá más horas de trabajo y un mayor número de alumnos para sacarle rentabilidad.
Tendrá que conseguir que acudan a sus clases más de diez alumnos al mes para poder pagar los salarios de su plantilla, el alquiler e ir amortizando su inversión.

Desembolso inicial.
Si usted está pensando montar una autoescuela, necesitará al menos cinco millones de pesetas para impartir clases del carné de conducir B1 (de automóvil). Este dinero irá destinado a pagar: los dos turismos imprescindibles (unos tres millones de pesetas), el alquiler mensual del local (100.000 pesetas), el mobiliario y material didáctico (dos millones), y los sueldos de sus trabajadores (unas 275.000 pesetas al mes).
La inversión rondará los 17 millones de pesetas si quiere dar clases de conducción de camiones y motocicletas. En este caso, deberá tener un vehículo para cada tipo de permiso, y sepa que su parque automovilístico debe ser igual, como mínimo, al número de profesores.
Su local, con una superficie de unos 40 metros cuadrados, dispondrá de: un despacho para el director, una zona de información y recepción, servicios independientes para hombres y mujeres, y un aula, de 20 metros cuadrados, para las clases teóricas.
Formación. Al propietario de una autoescuela no se le exige ninguna formación. Tan sólo ha de contar con una autorización de apertura y funcionamiento que le será proporcionada por la Jefatura Provincial de Tráfico.
Ahora bien, si usted no se conforma con ser inversor y quiere dirigir su negocio, el primer requisito es que haya ejercido como profesor de autoescuela durante cinco años. Además, ha de disponer del certificado de aptitud, otorgado por la Dirección General de Tráfico tras superar los exámenes y cursos correspondientes.
Para ser profesor de formación vial o de autoescuela, deberá pasar con éxito tres pruebas: una de selección -con un examen teórico y uno práctico-, otra denominada por correspondencia -se trata de un ejercicio teórico- y, por último, ha de asistir a un curso, con una duración de 10 semanas.
El candidato puede preparar las dos primeras fases por su cuenta, aunque existen escuelas que imparten clases preparatorias, entre ellas la Confederación Nacional de Autoescuelas.

Necesidades.
La plantilla mínima será de un director, dos profesores y un administrativo, aunque no es obligatoria la presencia de este último. Sepa que una misma persona puede cumplir más de una función, y es frecuente que el titular sea director y profesor a la vez.
Ahora bien, usted puede ejercer de director en funciones, sin necesidad de pasar las pruebas para desempeñar esta labor. Para ello, ha de ser propietario o cotitular, tendrá que haber dado clases de conducir durante cinco años y su autoescuela sólo contará con dos profesores en plantilla, incluido usted.
Aparte de las autorizaciones pertinentes, concedidas por las Jefaturas Provinciales de Tráfico, tendrá que solicitar, como en cualquier otro negocio, la licencia de apertura municipal. Si no tiene terrenos específicos y propios para realizar las prácticas, ha de pedir una autorización del ayuntamiento para llevarlas a cabo en determinadas zonas.
Será importante que las clases que imparta no tengan como único objetivo que el alumno supere los exámenes, sino que aprenda realmente a conducir y a respetar las normas.
A través de una enseñanza de calidad, conseguirá que su academia sea recomendada por los noveles que de allí salgan. Un buen consejo es que no oferte clases de maniobras como si fuesen clases prácticas. Así, ningún alumno se sentirá defraudado.

Los datos que aparecen en esta información han sido facilitados por José Miguel Báez, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas, y por responsables de la Autoescuela Berlín.


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