SU DINERO

Número 53 / Domingo 24 de Noviembre de 1996

Soluciones al Momento

Dos millones de pesetas para el intercambio de servicios

Una empresa dedicada a resolver problemas de todo tipo con profesionales de confianza


Por Paloma Bravo

Las grandes ciudades, la vida acelerada y el individualismo dominante hacen cada vez más difícil que conozcamos y hablemos con los vecinos que viven en nuestro mismo edificio.
Esta incomunicación supone que no sepamos a quién acudir cuando tenemos algún percance: que alguien se quede con nuestro hijo durante una hora, que nos compre los medicamentos cuando estamos enfermos o que nos recomiende a un pintor de confianza.
Por este motivo, una buena fórmula, para iniciarse en el mundo laboral, es montar una empresa en la que usted únicamente hará de intermediario entre oferta y demanda de servicios. Pongamos un ejemplo: una persona mayor solicita que por la mañana le suban el periódico y le lleven el desayuno. Y, además, como su vista no anda bien, necesita que le lean la prensa. Por otro lado, usted conoce a un estudiante o a un joven en paro que quiere sacarse unas pesetas y estaría dispuesto a hacer esta tarea.

La actividad.
Su trabajo consistirá en poner en contacto a estas dos personas para que uno preste el servicio y el otro lo reciba. A cambio, cobrará una cuota mensual a ambos. Esta puede oscilar entre 1.000 y 2.000 pesetas, dependiendo de la rentabilidad que quiera obtener. A su vez, el cliente pagará al joven 500 pesetas por cada hora de lectura, además del coste del periódico y del desayuno.
En su lista de proveedores, tendrá que contar con albañiles, pintores, abogados, traductores, planchadoras, canguros, conductores, modistas y cocineros, entre otros profesionales. Todos ellos serán de confianza, tanto profesional como personalmente.
Usted siempre ha de satisfacer las peticiones de sus abonados por difíciles que resulten.
Para realizar este trabajo, tan sólo necesitará un local de unos 25 metros cuadrados. A ser posible, que esté ubicado en una zona de paso o comercial, a pie de calle y con un pequeño escaparate, donde colocará las ofertas y demandas.
Además, requerirá un teléfono, un fax y un ordenador para ir fabricando la base de datos de sus clientes.
Será conveniente que al menos dos personas se encarguen de la atención a los abonados, ya que prácticamente deberán estar disponibles las 24 horas del día, incluidos sábados y domingos. Puede ocurrir que alguien demande los servicios de un fontanero el domingo por la mañana, porque se le ha inundado la casa. Si no contacta con usted, buscará este servicio en la guía telefónica.
Los primeros meses serán duros, ya que los clientes irán apareciendo con cuentagotas. Sobre todo, acudirán personas ofreciendo sus servicios.

Publicidad.
Para dar a conocer su negocio, el boca a boca será fundamental y no estará de más que dé publicidad a su establecimiento mediante el buzoneo de cartas.
Ante todo, debe hacer hincapié en que está ofertando servicios económicos y de calidad garantizada. Así, tendrá que fijar tarifas económicas, y sus proveedores han de ajustarse a ellas.
Los precios serán de 500 pesetas la hora por trabajos no especializados (subir la compra, lectores, sacar el perro a pasear...); 1.000 pesetas/hora por los semi-especializados (planchar, cuidar niños o ancianos, limpiar...); y 2.500 pesetas/hora por los especializados (albañiles, fontaneros, electricistas, etcétera).
La calidad ha de probarla previamente. Así, tendrá que entrevistar a las personas que ofrezcan sus servicios y solicitarles currículum y referencias. Pero no bastará con esto, también deberá someterlos a una prueba para comprobar, de forma veraz, que son buenos profesionales.
De cualquier forma, si alguno de sus clientes no se muestra satisfecho con el servicio, usted tendrá que conocer los motivos y enviar a otra persona a que deshaga el entuerto del anterior.
Con esta empresa no debe pensar que se hará rico, pero sí conseguirá obtener un sueldo. Para ello, tendrá que contar con unos 400 abonados. Con sus cuotas, sufragará los gastos de teléfono, alquiler y luz, y logrará que su salario sea digno.
Los trámites burocráticos son los mismos que para cualquier negocio: darse de alta en el Impuesto de Actividades Económicas, en la Seguridad Social, en Hacienda y pedir la licencia municipal de apertura.

'La Buena Vecina'.
Instalada en el madrileño barrio de Chamberí, esta empresa surge de una idea madurada entre cuatro amigas: María Jesús, Celia, Isabel y Angeles, socióloga, abogada, historiadora y periodista, respectivamente. Con mucha ilusión y un capital de 500.000 pesetas, buscaron un local y pusieron en marcha su proyecto.
En octubre de este año abrían las puertas de su establecimiento. Con el objetivo de captar clientes, el primer servicio se presta sin necesidad de que el interesado esté abonado (1.000 pesetas al mes).
Hasta la fecha, cuentan con 60 abonados. Su inversión ha ascendido a dos millones de pesetas para ir cubriendo los gastos derivados de la actividad.
Su optimismo y las primeras experiencias les llevan a pensar que este desembolso lo recuperarán dentro de sólo cinco meses.

Los datos que aparecen en esta información han sido facilitados por María Jesús Miranda, presidenta de la empresa La Buena Vecina.

La Buena Vecina
C/ Vallehermoso, 48. 28015 MADRID
Tf: 91/ 594 50 39


VOLVER A SU NEGOCIO