SU DINERO

Número 57 / Domingo 22 de Diciembre de 1996

Rico, Rico, Rico

Desde dos millones para montar una empresa de 'catering'

Existen dos posibilidades para iniciarse en esta actividad: por su cuenta o a través de franquicia


Por Paloma Bravo

Cualquier empresa, cuando presenta un producto a sus clientes o a los medios de comunicación, suele organizar un desayuno, almuerzo o cena para agasajar a sus invitados. Además, cada vez es más habitual celebrar 'a lo grande' las comuniones, los bautizos y las bodas.
En unos casos, estos eventos se realizan en restaurantes, aunque en otros se opta por organizarlos en una finca o casa de campo y se encargan los servicios de comida a una empresa de 'catering'.
Las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, son idóneas para plantearse la apertura de este negocio. En ellas hay una alta concentración de pequeñas, medianas y grandes empresas a las que ofrecer este tipo de servicio. Ahora bien, también existe una mayor competencia, pues las pequeñas sociedades de 'catering' deben disputar los potenciales clientes a multitud de restaurantes y establecimientos de comida preparada que cuentan con esta opción.
Montar una empresa de 'catering' no resulta nada sencillo. No sólo consiste en saber preparar platos, sandwiches o canapés para cuatro o para trescientas personas. Además, tendrá que disponer de camareros que los sirvan, de mesas, manteles y vajillas para los comensales. Y de lugares, como fincas, salones o casas de campo, en los que celebrar el ágape.

Solución económica.
No es necesario que cuente con una extensa plantilla y grandes infraestructuras. Siempre puede alquilar los servicios de otros proveedores. Pero debe tener un equipamiento básico si quiere que su negocio salga adelante.
Para poner en funcionamiento una empresa de 'catering' tiene dos posibilidades: hacerlo por su cuenta o adherirse a una cadena de franquicias, donde le enseñen los entresijos de esta actividad y le revelen los secretos de sus fogones. Si ésta es su elección, sepa que la inversión inicial no es muy elevada: dos millones de pesetas, aproximadamente. Necesitará un local, que puede ser en alquiler, para instalar la oficina y la cocina. Esta última debe cumplir todos los requisitos técnico-sanitarios.
Usted tendrá que sacarse el correspondiente carné de manipulador y deberá contratar a pinches y ayudantes de cocina para la elaboración de platos.
Sus labores consistirán en buscar clientes, proveedores, comprar los ingredientes y acudir a cada uno de los desayunos, comidas o cenas que estén a su cargo para supervisar, organizar y subsanar cualquier problema que pueda surgir. Por todo ello, su horario laboral será interminable, sobre todo en determinadas épocas, como la navideña y en primavera, con el 'boom' de comuniones, bodas y bautizos.
De esta forma, comenzaron hace dos años Patricia Gurrea y Ramón Valle. Su pasión por la cocina y su empeño empresarial les ha llevado a que su negocio funcione.
El secreto de su éxito es ofrecer una gran variedad de platos caseros, de alta cocina y orientales, elaborados con materias primas de primera calidad, bien presentados y con precios competitivos.
Es importante tener capacidad para adaptarse a las necesidades de los clientes, de modo que pueda ofrecerles distintos menús, precios y ubicaciones.
Para darse a conocer, el mejor sistema de publicidad será el 'boca a boca' y sisitas personales a las empresas.

En cadena.
Adherirse a una empresa franquiciadora es otra posibilidad.
D.S. Catering (con cinco establecimientos, cuatro franquiciados y uno propio) es una de las franquicias que existen en este sector. Además de prestar servicios de 'catering', su actividad está enfocada a la elaboración de sandwiches estuchados para repartir en cafeterías, máquinas expendedoras o 'vending' y tiendas de alimentación.
La inversión inicial ascenderá a unos 13 millones de pesetas, aproximadamente, incluido el canon de entrada, de 1,75 millones. Anualmente, destinará un 8% de su facturación a pagar el royalty de funcionamiento y publicidad.
Durante el primer año, sus ingresos rondarán los 18 millones de pesetas y sus beneficios serán de unos cuatro millones.
El plazo de amortización se sitúa entre el primero y el segundo año, dependiendo de sus dotes como gestor y del volumen de negocio que alcance su empresa.
La compañía franquiciadora se encargará de su formación, de gestionarle precios competitivos en la compra de las materias primas y de facilitarle las recetas de cada uno de sus platos, canapés y sandwiches.
Esta franquicia prefiere que cada empresa esté compuesta por dos socios. Uno se encargará del apartado comercial y el otro, del administrativo. Al principio, deberá contratar a una persona que le ayude a la elaboración. Con el paso del tiempo y conforme crezca su negocio, su plantilla estará formada por seis personas. Su local será de unos 100 metros cuadrados y no es necesario que esté ubicado en una zona comercial.

Los datos que aparecen en esta información han sido facilitados por Patricia Gurrea, socia de la empresa Valle Gurrea, y por responsables de la franquicia D.S. Catering.


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