Número 79 / Domingo 25 de Mayo de 1997

Dulces Beneficios
Desde 3,4 millones para una explotación apícola

La producción de miel recibe subvenciones y ayudas de diferentes administraciones


Por Mercedes Gómez

España es el segundo productor de miel de la Unión Europea, pero la apicultura sigue siendo una actividad bastante desconocida. Por eso mismo, y también por la imagen de calidad que tiene en el exterior, el sector de la miel cuenta con grandes posibilidades de expansión y crecimiento. Si no le importa desarrollarse profesionalmente en el medio rural, o incluso le apasiona el contacto con la naturaleza, una explotación agrícola puede generarle 'dulces' beneficios. Además, puede encontrar apoyos importantes en las ayudas y subvenciones proporcionadas por la Administración.

Formación.

Aunque las consejerías de agricultura de determinadas comunidades autónomas imparten seminarios sobre esta materia, el Centro Apícola Regional de la Comunidad de Castilla-La Manca (Guadalajara) es la única entidad española especializada en el sector. Este centro, que combina la teoría con la práctica, organiza cursos de una duración cercana a los seis meses en los que el interesado puede aprender desde cómo reproducir un colmenar hasta las técnicas para la recolección.
Dani Pozo
El apicultor Pablo Laguna , en su explotación de Guadalajara

Una vez adquiridos los conocimientos previos, los expertos aconsejan iniciarse en la apicultura como afición. Es recomendable empezar con una cantidad reducida de colmenas e ir incrementando su número hasta convertirse en un profesional que pueda ganarse la vida exclusivamente con la producción de miel.

En toda España se produce miel, pero hay que localizar en cada zona los emplazamientos donde exista la vegetación y la floración adecuada para que las abejas puedan producir miel. Además, si quiere obtener varias cosechas al año, tendrá que establecerse en un área donde se den varias floraciones. En este caso, habrá que buscar distintos asentamientos e ir cambiando las colmenas de lugar a lo largo de la temporada.

Quizás pueda aprovechar un terreno que tenía muerto para establecer su explotación. Si ésta no es su situación, tendrá que alquilar unos metros a un particular o solicitar a la administración autonómica un espacio de los denominados como montes públicos. Si prospera su petición, pagará un canon anual por cada colmena, que oscila entre las 25 y las 200 pesetas.

La cantidad de colmenas para iniciarse en esta actividad dependerá de lo que cada uno crea que es capaz de manejar. A modo de orientación, nos referiremos a una explotación con cien colmenas que, en un plazo de 3 a 5 años, se puede ir ampliando con la reproducción de sus propios colmenares hasta conseguir las 500, cantidad que puede dar para vivir exclusivamente de la apicultura.

La compra de 100 colmenas le supondrá un desembolso de unas 700.000 pesetas ­el precio por colmena oscila entre las 7.000 y las 8.000 pesetas­. A esta cantidad tendrá que sumar un mínimo de 500.000 pesetas para adquirir los enjambres que darán vida a la colmena. Además, deberá contar con un gasto de entre 700.000 y 800.000 pesetas para la compra de equipos de recolección y extracción y diversos materiales (trajes de trabajo, equipo de cata, extractor, centrífuga, bidones, etcétera).

Sería conveniente que dispusiera de un local que cubra las necesidades de almacén y centro de extracción. Si se decanta por la construcción de la nave, calcule una partida de entre 1,5 y 2 millones de pesetas. Si ha pensado en utilizar varios emplazamientos, necesitará un vehículo adecuado para el transporte.

Antes de iniciar la actividad, tendrá que darse de alta en Hacienda y en la Seguridad Social y registrar sus colmenas en la consejería de agricultura correspondiente. También le exigirán estar en posesión de la cartilla ganadera para controlar las altas y bajas que se producen en la explotación.

Comercialización.

En principio, no hacen falta más que los cuidados de una sola persona para sacar adelante la explotación. Sin embargo, durante las épocas de recolección necesitará la ayuda de un par de personas.

En el momento de vender su miel, encontrará dos opciones. Si usted cuenta con el capital necesario, podrá montar su propia envasadora y vender el producto directamente. Para ello, tendrá que acondicionar un espacio en su nave cumpliendo con la normativa sanitaria correspondiente y comprar la maquinaria oportuna. Con unas 500.000 pesetas, podrá establecer una sencilla envasadora manual. Si , por el contrario, el convertirse en envasador le parece complicado, tendrá que recurrir a los almacenistas o a las cooperativas de miel.

La Abeja de Oro.

A sus 28 años, Pablo Laguna compagina la actividad como apicultor con el estudio de Ciencias Empresariales. Su afición por la apicultura le viene desde pequeño. Hace tres años decidió dedicarse como profesional a la producción de miel para convertirlo en su medio de vida. Además de apicultor, cuenta con su propia envasadora, por la que en 1996 pasaron más de 50.000 kilos de miel. Su marca, La Abeja de Oro, lleva la denominación de origen Miel de la Alcarria. Su miel se encuentra en los establecimientos gourmet más representativos de España y se exporta a Estados Unidos, Francia y Alemania y Arabia Saudí.

En esta información han colaborado el Ministerio de Agricultura, el Centro Regional Apícola de Castilla-La Mancha y Pablo Laguna.

 


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