Hasta 32 canales de televisión sin pagar ni un duro. Ésa es la promesa que hace la nueva Televisión Digital Terrestre —TDT por sus siglas—, cuya emisión comenzará el próximo 30 de noviembre. Pero, un momento —se preguntará usted—, ¿no teníamos ya TDT? Tranquilo, no le falla la memoria. Hasta ahora era posible recibir varios canales de televisión digital en casa, pero a partir del mes que viene el número de emisiones y la cobertura crecerán de forma espectacular para acomodarse a la normativa aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 29 de julio.
Los españoles que estén preparados para recibir la nueva señal podrán sintonizar 18 canales nacionales más un número variable de emisiones locales y autonómicas. A estos canales se añadirán, además, dos nuevas emisiones a lo largo de 2006. El 80% del territorio nacional tendrá cobertura y la cifra aumentará hasta el 81% antes de que acabe el año. En el año 2010, cuando la televisión analógica deje de existir, TDT será una realidad para el 98% del territorio.
El impulso coincide con la campaña de Navidad y promete cambiar la forma en la que, este año, los españoles nos comeremos las uvas. Con la TDT no sólo hay mayor oferta de programación, también se eliminan las interferencias y se consigue una televisión con mejor calidad de imagen y sonido multicanal. En principio es gratis, pero el 30 de noviembre, cuando encienda el televisor, no se decepcione si no encuentra los nuevos canales. Hay que realizar cambios en la antena colectiva y utilizar un pequeño sintonizador externo que se coloca junto al televisor.
INSTALACIÓN. "Muy pocos hogares están preparados para recibir la nueva señal de TDT", comenta Miguel Ángel García Argüelles, director gerente de la Federación de Instaladores de Telecomunicaciones (Fenitel). Salvo casos muy puntuales, casas individuales y edificios de reciente construcción, el resto de los inmuebles españoles tendrá que adaptar la infraestructura del edificio. El precio medio de esta adaptación oscila entre los 1.000 y los 1.200 euros para cada comunidad de vecinos, pero puede encarecerse si se necesitan cambios en el cableado del edificio. "En el peor de los casos, si hay que cambiar toda la instalación, el precio por hogar podría llegar a los 600 euros, pero hay que tener en cuenta que aún así resulta más económico que una televisión de pago y que, en cualquier caso, es una adaptación que hay que hacer forzosamente antes de 2010", comenta García.
Los hogares que hasta ahora recibían TDT o, en su día, la señal digital de Quiero TV no se librarán de la actualización de la antena, aunque les saldrá bastante más barata. Sólo tendrán que incorporar los elementos necesarios en la cabecera de la antena para captar los nuevos canales que hasta ahora no estaban disponibles.
Además de los cambios en la antena, el televisor de casa debe contar con un sintonizador digital. Los modelos más avanzados y de gama alta ya vienen con uno, pero la gran mayoría de los usuarios tendrá que recurrir a los adaptadores de TDT externos. El precio oscila entre los 80 y los 500 euros dependiendo de las capacidades del sintonizador —algunos pueden incluso grabar la emisión de televisión en un disco duro interno— y se conectan entre la toma de antena y la televisión.
PIRATAS. Las empresas instaladoras homologadas —las únicas que pueden realizar la adaptación de las antenas— temen que se dispare el número de instaladores pirata. "Van a aparecer como hongos", comenta García quien recuerda la obligación de los instaladores de entregar un boletín de pruebas a la comunidad de vecinos y explicar las modificaciones que se han hecho. Este boletín y la factura de la instalación es fundamental para luego reclamar en caso de avería o aprovechar la garantía. "Estamos trabajando para que los instaladores tengan que entregar también una copia en la Administración, para que quede constancia de los cambios que se han realizado y se evite la actuación de las empresas no homologadas".
Con la emisión analógica era posible detectar si la calidad de la señal bajaba o si había problemas de recepción por la pérdida de calidad de la imagen. Con la digital esto no ocurre. Es lo que se conoce como una tecnología "de umbral". La señal, aunque llegue en malas condiciones, puede ser suficiente para mostrar la imagen en pantalla con calidad perfecta. Si la calidad baja de un determinado punto, sin embargo, la imagen desaparece sin previo aviso, de ahí la importancia de que la instalación sea buena y se revise periódicamente.
OBLIGATORIA. La TDT no es un capricho. Dentro de cinco años se producirá el apagón analógico: la desaparición de la vieja emisión de televisión. A partir de entonces, lo único que transportarán las ondas hertzianas serán los unos y ceros de la televisión digital. Todos los países europeos están cambiando su sistema de emisión y Estados Unidos también ha empezado la cuenta atrás para su propio apagón. Cuanto antes decida dar el salto a la nueva señal, mejor.
Más información en el número de Ariadna del 27 de febrero