GUIA INMOBILIARIA Y DEL HOGAR

EL MUNDO - Viernes, 23 de marzo de 2001 - Número 198
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Revisión catastral: la «asignatura pendiente»
El ayuntamiento dulcifica la repercusión de esta medida en el recibo del ibi del 2002 con la aplicación de topes impositivo
 
  EL MUNDO

No ha pillado a casi nadie por sorpresa. El que más y el que menos, ya lo veía venir desde hace bastante tiempo. Tras más de 12 años de congelación de las revisiones catastrales en la ciudad de Madrid, era de esperar que el Consistorio capitalino hincase el diente a esta patata caliente que nadie se atrevía a tocar y que a algunos ciudadanos les ha hecho revivir, siquiera por un momento, la sombra del impopular intento de catastrazo de Solchaga.

Pero en la Casa de la Villa nadie quiere hablar en términos de sablazo impositivo. Muy al contrario, tras estudiar la situación, el Ayuntamiento –a través de su concejal de Hacienda, Pedro Bujidos– cree haber encontrado la fórmula mágica para iniciar la revisión catastral en el municipio, pero sin que los bolsillos de los contribuyentes se resientan de una manera sensible, al menos durante su primera puesta en escena en el 2002.

Qué, cómo y para qué
Los gestores madrileños tenían meridianamente claro que era una asignatura pendiente que había que aprobar sin más dilación. Pero, ¿cómo lo han hecho? ¿Sabe usted qué es una revisión catastral, por qué se hace y cómo puede afectarle a su economía familiar? ¿Pagará más, menos o igual en el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que le giren en el año 2002?

En SU VIVIENDA le damos todos los detalles y le facilitamos un método sencillo –ver gráfico en esta misma página– para calcular el nuevo importe en la cuota del IBI en el próximo ejercicio.

Descripción
Concretamente, el valor catastral es un concepto de tipo administrativo que sirve de base, o se toma como referencia, en relación con determinadas actuaciones de las Administraciones Públicas, ya sean éstas de carácter fiscal o no.

Entre las primeras están el IBI –ya mencionado–, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas –IRPF–, el Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana –conocido popularmente como plusvalía–.

Entre las segundas, las no fiscales, se encuentran las actuaciones de expropiación, las valoraciones urbanísticas, determinadas ayudas, becas y subvenciones de carácter público, etcétera.

Objetivo
El objetivo de la revisión catastral presentada esta misma semana por el Ayuntamiento de Madrid es el siguiente: evitar el enorme desfase entre los valores catastrales actuales y los precios de mercado. En definitiva, poner fin a que una vivienda presente un valor catastral en el IBI de sólo dos millones de pesetas cuando su valor de venta en la calle es de 25 millones.

Y éste es sólo un ejemplo tomado al azar. Piense detenidamente en su casa o en la de su familia e intente hacer el mismo cálculo: el resultado no se asemejará en absoluto a la realidad comercial.

Con este prisma, el Ayuntamiento –a través de terceros– chequeará el parque inmobiliario de la capital y marcará unos precios de mercado, que reflejará –reduciéndolos en un 50%– en el recibo de la antigua contribución urbana. Ése, y no otro, será el valor catastral de cada uno de los inmuebles del municipio.

Actualmente el importe catastral que recogen los recibos representa sólo el 19%, aproximadamente, de los valores de mercado. Según el concejal Pedro Bujidos, «con esta medida se trata de corregir una situación que presentaba valores anárquicos, fruto de 12 años sin sufrir ninguna modificación».

La pócima elaborada por Bujidos será válida para los recibos que se emitan en el 2002, y en los que ya aparecerá reflejado como valor catastral el 50% del valor de mercado del bien. Para los demás ejercicios, la pelota está en el tejado.

«Ésta era una forma de iniciar la revisión catastral. Más adelante el sistema se puede cambiar. La política diseñada sirve para amortiguar la revisión catastral durante los años 2002 y 2003, y deja en manos de quienes gobiernen después la posibilidad de desarrollar esta revisión de la forma que consideren más oportuna», señala Pedro Bujidos.

Pero, no se eche a temblar. El Consistorio no aplicará tampoco el incremento de ese 50% de forma automática, sino que, tal y como le permite la ley, repartirá la subida a lo largo, inicialmente, de 10 años. Para los recibos del 2002, la subida será de un 10%.

De esta manera, aunque el importe global del catastro inmobiliario madrileño se dispare –de más de 10 billones en el 2001 a más de 23 billones en el 2002– las cuotas a pagar por los contribuyentes sólo se incrementarán un 3,55% –de 45.088 millones en el 2001 a 46.688 en el ejercicio siguiente–.

En este cálculo se incluyen también las bonificaciones que hará efectivas el Consistorio madrileño, cifradas en más de 3.736 millones de pesetas, para hacer menos gravosa la aplicación de la medida de revisión catastral.

Bonificaciones
Pero, ¿cómo se aplicarán estas bonificaciones en los recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles? A efectos del ciudadano de a pie, y por lo tanto de aflojar la cartera, la nueva revisión catastral elaborada por Pedro Bujidos incluye unos topes de incrementos divididos por tramos. De esta forma, a aquellas viviendas que presenten un valor catastral de entre cero y 40 millones de pesetas (hasta 80 millones en valor real de mercado, aplicando la reducción del 50%), sólo podrá girárseles un recibo que no suponga un incremento superior al 1,035% de la cuota del año anterior, en este caso del 2001 y que recibirá a finales de año en su buzón de correos.

Asimismo, a los inmuebles con un valor catastral de entre 40 y 100 millones de pesetas (con un valor de mercado de hasta 200 millones de pesetas ) sólo podrá cobrárseles hasta un tope del 1,08% de la cuota anterior.

Por último, para los bienes de más de 100 millones de valor catastral (correspondientes a un precio de mercado de a partir de 200 millones de pesetas), la subida no podrá ser superior al 1,25% pagado en el ejercicio del 2001.

Incógnita
Si ha sido capaz de digerir los datos, prepárese ahora para resolver una incógnita: qué es lo que ocurrirá en los ejercicios posteriores al de aplicación de la medida, ya que el Ayuntamiento ha tirado la primera piedra y, de momento, ha escondido la mano a la espera de comprobar cómo funciona la solución adoptada. En el futuro, y según el propio concejal de Hacienda, «el sistema puede cambiar». Habrá que estar atentos.
Más sencillo todavía
En el gráfico se detallan todos los pasos para que usted comprenda qué es lo que representa la revisión catastral y cómo afectará al importe final.

Si su curiosidad no llega a tanto y se conformaría con saber cuál es la cantidad máxima que podrían cobrarle en el recibo del IBI de cara al 2002 –independientemente de que la cuota a abonar pudiese ser inferior–, puede hacer un sencillo cálculo.

Con el último recibo del IBI en su mano, compruebe cuál es el importe que aparece en la casilla correspondiente a la cuota o, lo que es lo mismo, lo que pagó al erario público. Haga un esfuerzo y piense cuál puede ser el valor de mercado de su casa. Reduzca esta cantidad a la mitad y multiplique su actual cuota por 1,035 (si vale menos de 40 millones), por 1,08 (si cuesta entre 40 y 100 millones) o por 1,25 (si vale más de 100 millones). La cifra resultante será el máximo que le podrán cobrar en el 2002.

Gráfico: Calcule usted mismo su recibo el IBI


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