GUIA INMOBILIARIA Y DEL HOGAR

EL MUNDO - Viernes, 29 de junio de 2001 - Número 212 ACTUALIDAD

Más de 161.000 viviendas, en la vía muerta Los cinco PAUs llevan retrasos de 10 años y se desconoce, además, cuándo podrá empezarse la denominada «Estrategia del Este»
	Gema Fernández
Jesús y Paz se casan el año que viene. Han invertido todos sus ahorros en comprar la casa de sus sueños; un piso en la llamada «Prolongación de O’Donnell» que esperaban tener a finales de este año, pero del que aún no saben cuándo recibirán las llaves. Soledad está divorciada y tiene dos hijos a su cargo, vive de alquiler a la espera de que le entreguen una vivienda que ya ha terminado de pagar y debía tener el año que viene, pero le han dicho que aún se retrasará hasta 2006. Francisco y Clara están cerca de la cuarentena y sus tres hijos son adolescentes. Gracias al dinero invertido a plazo fijo durante varios años y al ascenso y aumento de sueldo del cabeza de familia, han decidido mejorar su calidad de vida y han optado por invertir en una vivienda de los «famosos PAUs». Están en lista de espera hasta que empiecen a construirse y cada vez están más nerviosos. Los PAUs Estos son sólo algunos de los más de 161.000 casos que esperan una de las 67.000 viviendas que sacarán a la venta los PAUs, o de las 94.000 que se construirán en la denominada «Estrategia del Este». Se trata del futuro urbanístico de Madrid, un futuro con muchos claroscuros y retrasos a cuestas. Los PAUs (Proyectos de Actuación Urbanística) de Sanchinarro, Las Tablas, Monte Carmelo, el Ensanche de Vallecas y el de Carabanchel, empezaron a andar a finales de 1992 con el objetivo de resolver el problema de la falta de suelo urbano en Madrid. En abril de 1997 se aseguraba que en tres meses estaría constituida la Junta de Compensación de Sanchinarro, algo que no llegó hasta febrero de 2000 (casi tres años más tarde de lo previsto). Los proyectos de compensación de Monte Carmelo, Las Tablas y Carabanchel no se aprobaron hasta finales de julio de 2000. Actualmente, todos los PAUs están finalizando sus procesos de urbanización, salvo el de Vallecas, que lleva algo de retraso. En Monte Carmelo (8.547 viviendas) y Las Tablas (12.272 viviendas) «sólo nos resta obtener el decreto de realización simultánea de urbanización y edificación, que esperamos conseguir en fecha muy breve –explica el presidente de la Junta de Compensación de ambos proyectos, Francisco Crespo–. Creemos que la construcción de viviendas puede comenzar inmediatamente después del verano». En Sanchinarro (9.000 viviendas) ya es posible ver la primera estructura de un edificio. Se trata de un bloque que construye la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV). Aunque aún sin inmuebles, Carabanchel tendrá 11.000 casas. Según el presidente de la Junta de Compensación del Ensanche de Vallecas, Sigfrido Herráez, «ya se han adjudicado las tres cuartas partes de la urbanización de la infraestructura vertebradora del PAU. Sólo falta la interior que se llevará a cabo tras la aprobación del proyecto de compensación». Las previsiones apuntan a que en septiembre pueda empezarse, simultáneamente, la urbanización de las calles y la construcción de las primeras viviendas. En opinión de Herráez, el PAU de Vallecas (26.000 viviendas) «se ha desarrollado en un tiempo récord tratándose de un crecimiento tan importante». No es de la misma opinión el concejal de IU en materia de Vivienda, Justo Calcerrada, quien opina que los PAUs han sufrido un retraso «intencionado» debido a razones «estratégicas». «El suelo de los PAUs está en manos de las grandes promotoras que han estado esperando a que el suelo se revalorizara para poder sacarle mayor rentabilidad», explica Calcerrada. Los datos proporcionados por el director del departamento de Suelo del Grupo i, Juan Rafael de la Cuadra, apoyan esta teoría. «El precio del suelo en los PAUs se ha triplicado. El de Carabanchel se ha puesto prácticamente al nivel del precio de la zona, y en los del norte (Monte Carmelo, Las Tablas y Sanchinarro), se ha llegado a superar a los barrios colindantes», asegura De la Cuadra. La razón para esta espectacular subida de precios es muy sencilla. «Hace cinco años –explica De la Cuadra– se vendían eriales, no era suelo urbanizable ni había plan parcial para la zona, por lo que el suelo se pagaba a millón de pesetas de repercusión por vivienda. Tras la aprobación de los proyectos de compensación, los gastos derivados de los mismos se han incluido en el precio actual, dato al que hay que añadir la demanda imparable en estas zonas. Todo ello ha llevado a revalorizar los terrenos en los que ahora se pagan entre cinco y seis millones de pesetas de repercusión del suelo por piso». Hoy en día es ilegal vender una casa sin tener la correspondiente licencia de venta, que no se otorga hasta que los planes no están aprobados. Por ello, de momento en los PAUs sólo se están rellenando listas de espera, que ya tienen una extensión kilométrica. La Estrategia del Este La experiencia vivida con los PAUs demuestra que el plazo de tiempo que transcurre entre que se proyecta un posible desarrollo urbanístico en un terreno rústico y empiezan a construirse viviendas es de entre 10 y 15 años. Una teoría que el director del departamento de Suelo del Grupo i aplica a la «Estrategia de Este», cuando afirma, de forma tajante, que «hasta 2008 ó 2010 no se podrá ver el primer ladrillo en estos desarrollos». Esta zona, también conocida como «prolongación de O’Donnell», está compuesta por cinco crecimientos urbanísticos: El Cañaveral (14.000 viviendas), Los Ahijones (12.430), Los Berrocales (18.064), Los Cerros (6.040) y Valdecarros (41.844 viviendas). En el Cañaveral han comprado suelo cuatro cooperativas de 3.500 socios representadas por la Oficina de Gestión de Viviendas (Ofigevi). La primera cooperativa que optó por la compra fue Puerta del Corredor, a principios de 1998. A finales de ese mismo año, lo hacía Puerta de O’Donnell. Y en diciembre de 1999 Puerta de San Fernando y Puerta del Sureste siguieron sus pasos. El Plan General que autorizaba este proyecto fue aprobado en 1997 por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Estaba previsto que se iniciase en el segundo cuatrienio, es decir, a partir del 19 de abril de 2001 y fue presentado como uno de los 10 superproyectos urbanos de la ciudad en las conferencias «Madrid, motor de inversión», celebradas entre el 2 y el 5 de mayo de 1999 en los recintos feriales del Parque Juan Carlos I. Aunque con diferentes ritmos, todos los propietarios de suelo de estos próximos desarrollos, que en su mayoría son cooperativistas, se han puesto en marcha ya. Pero se han encontrado con las reticencias del Ayuntamiento. La portavoz de Ofigevi, Carmen Rosa Fernández, asegura que, en 1996, el Ayuntamiento firmó un convenio con los antiguos propietarios de los terrenos por el que abolía los cuatrienios para la iniciativa privada que no necesitase ayuda municipal para empezar a urbanizar. «El Cañaveral compró el suelo y presentamos el plan parcial en el Ayuntamiento el 7 de marzo de 1999, y éste fue el que se presentó en la feria de superproyectos urbanos para 2001», explica la portavoz de Ofigevi. Continúan los retrasos Desde entonces, las excusas para no poner en marcha el plan de urbanización han sido muchas y variadas: «que si el AVE iba a atravesar la zona, que si nos faltaba un informe medioambiental…», cuenta Carmen Rosa Fernández. Según Gerencia de Urbanismo, no pueden aprobarse los planes parciales ya presentados ni redactarse los nuevos sin que esté listo un plan director de infraestructuras que concierne a todos los ámbitos que compartirán las grandes infraestructuras. Este plan, donde se especifica dónde deberán ir las nuevas redes de abastecimiento: agua, luz, etcétera, se presentó la semana pasada en la comisión de Urbanismo. Las previsiones apuntan que se apruebe entre hoy y el próximo viernes. «Confiamos que en octubre por fin se apruebe el plan parcial para El Cañaveral. Nos quedaría el proyecto de urbanización, pero esperamos poder estar urbanizando en un año y a los seis meses edificando. Si todo sale bien, entregaremos las llaves en 2004». La fecha prevista para entregar los primeros pisos de El Cañaveral era diciembre de 2001. Si se cumplen las nuevas previsiones, los cooperativistas habrán esperado tres años para recibir sus casas.

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