JULIÁN ALBERTO MARTÍN
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La seguridad no es cuestión de elementos muy complejos. / BERNABÉ CORDÓN |
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Si usted quiere reforzar la seguridad de su vivienda, no es necesario acometer grandes obras o invertir mucho dinero. Si sigue algunos ejemplos sencillos de expertos del sector, podrá sentirse en su casa como en un castillo.
Lo primero es hacer una distinción entre los elementos de seguridad pasiva y los de seguridad activa en las viviendas. En cuanto a los primeros, serían las instalaciones que impiden el paso a intrusos, como puertas y ventanas reforzadas, cercados, rejas y demás.
Por su parte, la seguridad activa es un concepto más complejo, que incluye la prevención mediante métodos más sutiles, como hacer creer que se está en casa a través de un programa que enciende y apaga luces según un patrón horario determinado; alarmas electrónicas, conectadas con empresas privadas de seguridad o la policía; sistemas de cerraduras inteligentes; vídeoporteros; circuitos cerrados de televisión, etcétera.
OBRAS O CONTRATOS
La seguridad pasiva se puede conseguir fundamentalmente mediante obras en la casa, para cambiar algunos de sus elementos. La activa, por el contrario, se logra mediante contratos con empresas especializadas, o instalaciones específicas, que pueden proporcionar también estas compañías.
En definitiva, de lo que se trata es de poner las cosas difíciles a los cacos, disuadirles para que no actúen y, si lo hacen, tener todo preparado para que finalmente no se salgan con la suya. Incluso en el caso de que lo hagan, se intentará tener pruebas para localizarles posteriormente y que paguen por sus delitos.
Si su casa no está preparada desde el punto de vista de la seguridad, puede llevar a cabo algunas obras o sustituciones en materiales de algunos elementos para sentirse más tranquilo. En la lista de temas a tener en cuenta para «pasar revista» que aparece en la columna de la derecha tiene todos los datos.
Las obras pueden contratarse de forma aislada, en función de su disponibilidad económica, aunque también hay empresas, como Reparalia, que le pueden hacer un estudio específico y prepararle un presupuesto personalizado para acometer una reforma integral de su casa en este sentido.
Los expertos de esta empresa, de todas formas, señalan varios aspectos básicos: la puerta de entrada a la vivienda y las ventanas. En cuanto a la primera, puede blindarse por poco dinero o, incluso, acorazarse, aunque esta opción es más cara.
Las ventanas, sobre todo en el caso de bajos o unifamiliares, pueden dotarse de rejas, aunque también hay sistemas más estéticos, como vidrios de seguridad resistentes a golpes. La opción más segura, que puede servir también para graduar la luz, son persianas similares a las mallorquinas, de lamas oscilobatientes, pero hechas en acero. También puede optar por persianas de seguridad, hechas en aluminio reforzado, con cerrojos que las sujetan a los muros.
Donde no parece que se pueda hacer mucho es en los cercados y vallas de las viviendas. Colocar puntas o cristales, como se ha venido haciendo muchas veces, está prohibido actualmente.
Además, de forma adicional, también puede optar por contratar un servicio de seguridad con una empresa especializada del sector. Con ella podrá tener un buen sistema de alarma conectado con la central. El servicio más importante que ofrecen estas empresas es el de acuda, con guardias de seguridad especializados en intervenciones urgentes que se desplazan con rapidez a la vivienda en caso de cualquier contratiempo.
De todas formas, algún experto señala que la mejor protección es contar con un buen seguro. Las tarifas son bastante asequibles y siempre es una garantía de tranquilidad. Además, las compañías ofrecen mejores precios en el caso de que se cuente con elementos de seguridad.
SEGUROS
La mutua Pelayo, por ejemplo, asegura que sus tarifas para bajos y chalés «se reducen si se dispone de protección, como rejas, alarmas o vigilancia permanente. Si la alarma está conectada con un control de seguridad, lleva además un descuento. En pisos, también hay diferencias en caso de tener alarmas conectadas con empresas de seguridad», explican en la compañía.
Pelayo ofrece ejemplos concretos de tarifas de robo dentro de un seguro multirriesgo, de modo orientativo. Para pisos, la prima por cada 6.000 euros asegurados sería de 4,44 euros, aunque si hay alarma conectada se baja a 4 euros. En unifamiliares sube a 10,43 euros para chalés sin protección, pero la cifra se queda en 6,24 si hay rejas, alarmas o vigilancia. En cuanto a los bajos, si no tienen protección la prima es de 6,24 euros, mientras que si la tienen se equipara a los pisos.
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