Aulas vacías y un futuro incierto. Son los tópicos con los que deben bregar los decanos de Historia, Filología o Filosofía. Los universitarios de ahora optan por Económicas o Informática, dando por hecho que, una vez acabada la carrera, encontrarán empleo sin problemas. Al menos, es lo que dicen las estadísticas del Ministerio de Educación: menos del 15% de los alumnos cursa estudios de Letras.
Las de la Guía de las empresas que ofrecen empleo 2004-2005 de la Fundación Universidad-Empresa recalcan el porcentaje de empresas que demanda estos titulados: el 2,9%. El informe de hace un año aportaba datos más halagüeños: el 7%. Entre las más solicitadas, filologías como la inglesa o la alemana y Traducción e Interpretación. El 60% de las compañías sí quiere fichar, en cambio, a ingenieros. Más cifras: en los últimos 10 años, las facultades de Letras perdieron 33.000 alumnos. Para frenar la estampida, todas planean ya la modificación de sus planes de estudio. Así se adaptarán al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), que homologará todas las carreras.
HISTORIA Y ARTE
El 57,37% de los licenciados en Historia tiene un empleo que nada tiene que ver con lo estudiado, según el Libro Blanco de la titulación, que determina cómo debe estructurarse en el EEES. Aun así, Jorge Catalá, coordinador del proyecto de grado –la nueva modalidad de carreras que se cursarán en Europa– en Historia ve con optimismo el futuro de estos titulados, «ya que, al ser unos estudios generalistas, están capacitados para trabajar en ámbitos de diversa índole». El problema, admite, está en que docentes y alumnos desconocen su potencial, «al tener una idea muy estrecha de su utilidad social y profesional».
Respecto a la falta de alumnos de Letras, explica: «La población estudiantil ha descendido bruscamente en la última década, al tiempo que se fundaban universidades privadas y aumentaban las titulaciones aquí y allá, y no siempre se ha sabido responder, lo que no es responsabilidad sólo de las universidades sino de los políticos, que han autorizado con excesiva alegría la impartición de estudios que no reunían –y siguen sin reunir– los requisitos de tradición académica y demanda social exigibles». Para atraer alumnos, se creará un grado (tres años) y un posgrado, al igual que en Historia del Arte.
GEOGRAFÍA
Antoni Tulla es el homólogo de Català en la elaboración del Libro Blanco de Geografía y Ordenación del Territorio, que prevé un título de grado de tres años más un máster de dos, que otorgaría la especialización. Para que España pueda competir en el espacio europeo, aboga por «redimensionar» las plazas ofertadas en Humanidades. También por «mejorar la calidad con grupos más pequeños, donde se preste más atención al alumno».
En cuanto al futuro de los de Letras, el catedrático apuesta por la versatilidad: «Un buen licenciado en Hispánicas con un grado puede ser un excelente periodista con un posgrado –siguiente nivel formativo–, pero también con el grado. Estudios como Geografía cada vez tienen más salidas aplicadas: SIG, Cartografía, Planificación...».
HUMANIDADES
Los decanos de las 30 universidades donde se imparte la carrera de Humanidades se acaban de reunir en la Universidad Oberta de Cataluña (UOC). Del encuentro, destacan que las Letras no pueden quedar relegadas. «Son profesiones menos valoradas que otras más productivas económicamente, olvidando la potencialidad de la educación y cultura. Un país con una educación deficiente quedará relegado en el ámbito internacional social y económico», dice Gloria Munilla, directora de Humanidades de la UOC.
Por eso, no entiende que las Letras pierdan peso en Secundaria: «Existe una corriente tendente a primar los idiomas y las tecnologías de la información frente a las materias que aportan conocimientos clásicos. Es un error, los alumnos han de conocer la potencialidad de la tecnología, pero no a cambio de olvidar que la formación como personas implica aprender la cultura a la que pertenecemos».
Munilla no cree que las Letras no generen empleo, aunque diferencia entre Humanidades y otras carreras como Historia o Geografía. Museólogos, gestores de patrimonio cultural, artístico e industrial, docentes, arqueólogos, documentalistas... «Las posibilidades son amplias, ya que la licenciatura de Humanidades nace con unos objetivos concretos». Eso sí, no cree que reducir las futuras licenciaturas (grados) de cinco a tres años, como plantea el futuro EEES, sea positivo.
Carmen Poyato, decana de Humanidades en la Universidad de Castilla-La Mancha, apostilla: «Existen demandas y nuevas profesiones que podemos satisfacer, especialmente en el campo de las nuevas tecnologías y la cultura, que es hacia donde se dirigen las titulaciones europeas». También es consciente de que deben vender otra imagen, la de la cultura, modernidad y tecnología: «Los académicos debemos reciclar nuestras ideas, salir a la vida real y fijar la formación que satisfaga esas demandas emergentes».
FILOLOGÍA Y FILOSOFÍA
El futuro de Filosofía aparece marcado por un grado de tres años y un posgrado de dos. El de las 14 filologías que se estudian en España no está tan claro, ya que existen dos opciones, en principio enfrentadas. Una: crear un plan de estudios (tres o cuatro años) que englobe a todas y, después, buscar la especialidad con un máster. Dos: mantener las distintas filologías desde el primer curso, como ahora.
EL INTERÉS POR LAS LETRAS EN EEUU
«La valoración científica y social de las Humanidades es mucho mayor en Estados Unidos que en Europa, y mucho más que en España», asegura Antoni Tulla, catedrático de Geografía en la Autónoma de Barcelona. Continúa: «Cada vez se piden más titulados en 'estudios aplicados', pero no por ello dejan de ser necesarias las Humanidades».
El fenómeno está provocando en EEUU una gran carencia de titulados en Letras. El docente analiza la situación en Europa: «Es muy frecuente que profesionales de distintos perfiles quieran obtener un título en Letras, por lo que van a clases nocturnas, a distancia o virtuales. Además, suelen pedir permisos para estudiar fuera o aprovechan periodos de paro».
Tulla destaca que Filosofía es la preferida entre los directivos de empresas y Geografía, entre los de entidades financieras. «En cambio, en España todo el mundo escoge Empresariales». Idea que comparte la docente Carmen Poyato, al señalar que la cultura puede ser una «industria» en Francia, Italia o Reino Unido, en el sentido de sus salidas laborales, «multidisciplinares».
