Nº 09
Junio de 2002

Motor & Viajes    
       
ESPAÑA
MONUMENTAL

En ocasiones oculta tras el tópico de las naranjas, la paella o las Fallas, la capital valenciana constituye por su impresionante arquitectura una ciudad imprescindible

VALENCIA
Un futuro aquí más cercano

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MARÍA FLUXÁ

L’Umbracle, obra del arquitecto e ingeniero Santiago Calatrava y compuesto por un paseo y un mirador, se extiende a lo largo del antiguo cauce del río Turia.

Hay ciudades que hablan. Que narran historias de victorias y derrotas. Relatan sus auges y caídas. Confiesan vergüenzas y orgullos. Cada una lo hace a su modo, con un acento, una cadencia, con un vocabulario específico, el que, muchas veces, reside en su arquitectura. O así, al menos, ocurre en Valencia...

...una ciudad cuya impresionante arquitectura —en contra de su apariencia de testigo secular y silencioso— habla, narra, relata y confiesa. Y de forma fascinante hace tangible un pasado remoto y predice un futuro aquí más cercano. O así, al menos, ocurre en Valencia con los 16 pilares de bordones funiculares de la Lonja de Compte, con los 55 arcos fijos y 54 flotantes metálicos del Umbracle de Calatrava.

Sorprende Valencia por su capacidad de expresión, de evocar su historia, de afirmar su imparable proyección. Sorprenden los campanarios —tanto El Micalet, como los de las iglesias cercanas— que rodean a la monumental Catedral. Sorprenden sus tres puertas, la del Palau, la gótica de los Apóstoles y la barroca de los Hierros. Y el singular arco que la une con la bella Basílica de los Desamparados.

Sorprende, a pocos pasos, la sede de la Generalitat, el edificio civil más antiguo de la ciudad, un ejercicio de perfecta conjunción gótica y renacentista, cuya fachada de la Plaza de Manises comparte escenario con palacios recuperados tras una importante labor de rehabilitación.

Fascina, más que sorprende, La Lonja de La Seda, que cuenta historias de mercaderes, de barcos llegados de Francia, Italia y Flandes. Probablemente la más bella de las lonjas mediterráneas, con su singular escalera de ojo, sus gárgolas y su patio de naranjos. Sorprende el Mercado Central, con su lenguaje modernista de hierro y piedra, cemento y cristal, ladrillos y mosaicos, su veleta, olores y puestos. El mismo idioma con el que nos habla la Estación del Norte, singular y ornamentada, que ofrece al viajero recién llegado la sensación de adentrarse en otro tiempo. Aunque, tal vez sea difícil encontrar ornamentación más fascinante que la de la barroca fachada del Palacio del Marqués de Dos Aguas, esculpida sobre alabastro. Como se esculpe la tracería de las imponentemente poligonales Torres de Serranos.

Carece de simetrías, en cambio, el barrio del Carmen, donde se alternan palacios —como el del Marqués de Fuente Hermosa, el de los Alpuente o el de los Centellas—, con bares y terrazas, tiendecitas de artesanos, conventos y plazoletas, a lo largo de calles estrechas, irregulares, que hablan de la misma forma que los barrios góticos de otras ciudades mediterráneas, como Palma o Barcelona.

CIUDAD VOLCADA AL ARTE. Sorprende encontrarse, entonces, en ese barrio, el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno), con su interesante oferta cultural, que habla de Valencia como una ciudad volcada al arte contemporáneo. Como no deja de sorprender por muchas veces que se vea la cúpula azul del Museo de Bellas Artes, emplazado junto al antiguo cauce del Turia.

Un río en el pasado capaz de anegar a la ciudad con sus crecidas y, sin embargo, indisociable de Valencia. Como ocurre también con la Ciudad de las Artes y las Ciencias, ese conjunto arquitectónico tan cercano al futuro, que nos habla de tecnologías y nuevos conceptos. Y que sitúa a esta ciudad mediterránea en la vanguardia arquitectónica, expresando de forma inequívoca su vocación inconformista, en ocasiones opacada para muchos por los tópicos de las naranjas, la paella o las Fallas.

Y si bien es cierto que razones no le habrían faltado a Valencia para conformarse con sus impresionantes edificaciones góticas de Compte, Julià o Balaguer, o con su modernismo de Ribes, Mora o Soler i March, esta capital mediterránea apostó imparable —sin descuidar su legado— por el futuro, aquí más cercano.

O eso al menos se siente en L’Umbracle, una singular aportación de l arquitecto e igeniero valenciano Santiago Calatrava compuesta por un jardín y un mirador, que se levanta sobre el antiguo cauce del Turia, siete metros por debajo del nivel sobre el que se asienta el tejido urbano de la ciudad.

Asombra su estructura, como una celosía, ingente con esas marquesinas metálicas, pero en modo alguno desmesurado, sino al contrario, adaptado al hombre con sus largos recorridos peatonales.Y adaptado también a la naturaleza, a las 99 palmeras, 62 naranjos amargos, 450 plantas trepadoras y 5.500 tapizantes que componen su jardín, dominado por coloridas buganvillas, y en el que se dan cita esculturas de varios autores contemporáneos.

Fascina también la fachada vidriada del Museo de las Ciencias, espectacular, evocando los pabellones de las grandes exposiciones históricas. Y como otra muestra genial de esa capacidad de adelantarse al futuro está el Hemisfèric-Planetario —emplazado entre el Museo de las Ciencias y el Palacio de las Artes—, con su gran caparazón emergiendo del agua, con esos 32 metros de diámetro que tiene la cúpula.

BELLOS RINCONES DISPARES. Y también sorprende que esta ciudad futura no transmita tanto sensación de complejidad, de inaccesibilidad, sino más bien que con su extraño lenguaje ofrezca una sensación de inexplicable belleza. La misma que se siente en lugares tan dispares de la capital valenciana como la modesta plaza Redonda, o los edificios del Ayuntamiento o de Correos, o la fachada del Teatro Principal, o la fascinante capilla de la Inmaculada, o con los tres puentes góticos de la Trinidad, del Real y de Serranos.

En esta ciudad imprescindible, injustamente oculta en muchas ocasiones tras un tópico antiestético, cuya arquitectura convoca pasado y futuro en un mismo presente. Una ciudad que habla. Y con su impresionante lenguaje, marcadamente mediterráneo, esencialmente gótico, modernista y contemporáneo, se hace trascendente.




No se pierda...

 

Oferta cultural. Hasta el día 7 de julio, el IVAM cuenta con una retrospectiva de Ben Nicholson, la primera que se realiza en España desde la presentada en la Fundación March en 1987, que incluye unas 70 obras, entre pinturas, relieves y esculturas. Por otra parte el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia celebra su 200 aniversario con diferentes actos, como conciertos de música clásica y jazz, proyecciones cinematográficas, así como con exposiciones de pintura, foros científicos y edición de diversas publicaciones al respecto.

 




Piérdase en...

 

La Albufera. Si la capital valenciana cuenta con enormes atractivos, no menos ocurre con su alrededores. Saliendo de Valencia por la autopista del Saler, dejando atrás huertas y el nuevo cauce del Turia, se llega al Parque Nacional de la Albufera. Un lugar ideal para disfrutar del aire libre y disfrutar del sol y la brisa, así como un punto de encuentro los fines de semana. La Albufera se trata de un paraíso para las aves migratorias, que acuden a su lago, una bella estampa, especialmente durante la época en que los campos de arrozales están cubiertos de agua.

 




DATOS

 

Geografía: Valencia se localiza al este de la Península Ibérica, en las márgenes del río Turia, dentro de la comarca de L´Horta.
Clima: Mediterráneo subtropical.
Población: 758.527 habitantes.

    GUIA

  • COMO LLEGAR
    En avión hasta el aeropuerto de Manises (Tfno: 961 598 500), localizado a siete kilómetros de la ciudad. En automóvil, desde Madrid, por la A-III, el trayecto es aproximadamente de tres horas. La misma duración que el tren Alaris (Tfno: 902 240 202), el cual une Madrid con Valencia, a partir de 35,50 euros.


  • ALOJAMIENTO
    Dos buenas opciones son el emblemático Reina Victoria (Tfno: 963 520 487) o el moderno Meliá Valencia Palace (Tfno: 963 375 037).


  • RESTAURANTES
    No se pierda las excelentes paellas de La Pepica (Av. de Neptuno, 6. Tfno: 963 710 366), en la Malvarrosa.

 

 



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