Siguiendo el curso de los ríos Alberche y Tormes, entre paisajes idílicos, ningún rincón deja de sorprender en este recorrido por tierras avilesas, de pueblos con calles adoquinadas y casas de piedra y teja
ARENAS / EL BARCO DE AVILA
Atravesando Gredos
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| Las aguas del río de Tormes bañan la localidad El Barco de Ávila, con su castillo de Valdecorneja al fondo.
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A los pies de la Reserva Nacional de la Sierra de Gredos ponemos en marcha nuestro cabrio para recorrer unos sensacionales parajes de Ávila. Recorremos Arenas, que nos espera con sus famosas Cuevas del Águila, pasando sobre el puente medieval de Aquelcabo. Enfilamos una carretera comarcal, pasamos ante el santuario de San Pedro de Alcántara, dejando atrás agrestes paisajes graníticos. La C-500 conduce a El Barco de Ávila. A la sombra del macizo de Gredos, llegamos a San Martín del Pimpollar. Dejamos el río Alberche para entrar en el valle del río Tormes, de aspecto bucólico y muy ligado a la caza, desde que lo descubrió Alfonso XIII.
El Tormes nace a pocos kilómetros de Navarredonda de Gredos, que nos sirve de puerta de entrada en Hoyos del Espino, tras recorrer parajes sensacionales. Este pueblo ganadero es parada obligatoria de todos los excursionistas y montañeros que recorran el Tormes y Gredos. La carretera sigue en paralelo junto al valle del Tormes, por su costado derecho. Pasamos por Navacepeda y La Aliseda, dejando a nuestra izquierda la Reserva Nacional, entre prados de siega, piornales y arroyos. La tranquilidad es la dueña de nuestro viaje. Una carretera local nos descubre pueblos como Navasequilla, Horcajo y La Lastra del Cano. Volvemos a tomar la C-500, pasamos Hermosillo y llegamos a El Barco de Ávila.
Aquí el Tormes se adentra en los páramos salmantinos. Todo parece cambiar, pues, en contraste con los pequeños pueblos del valle, El Barco de Ávila tiene aires de capital comarcal. Es el final de la ruta, pero la parada será larga. Aparcamos el BMW en la Plaza Mayor y saboreamos en cualquier restaurante sus célebres judías. Y para irnos con mejor sabor de boca ahí están sus murallas, su castillo, su iglesia gótica y su puente románico.
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- ALOJAMIENTO
En Hoyos del Espino, El Milano Real (Tfno: 920 349 108) es el mejor alojamiento en la zona, sin lugar a dudas. Su remodelación y su apuesta por el diseño es una prueba de garantía. Muy recomendable la habitación japonesa. En El Barco de Ávila, el Hotel Manila (Tfno: 920 340 848), un tres estrellas donde la vista es lo mejor porque la decoración deja bastante que desear.
- DONDE COMER
En Arenas de San Pedro, El Bodegón (Tfno: 920 371 379) ofrece buena y sencilla cocina, sin mayores pretensiones. En El Barco de Ávila, El Casino (Tfno: 920 341 086), las judías son obligadas, pero tampoco está de más probar el cochinillo y los profiteroles con nata y nueces.
- DISTANCIA
La ruta consta de 85 kilómetros.
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