Nº 09
Junio de 2002

Motor & Viajes    
       

En pleno Cabo de Creus, con unas vistas sensacionales del Mediterráneo, Cadaqués es el punto de inicio del viaje por la comarca gerundense de la Garrotxa, tierra de volcanes dormidos y de bucólicos paisajes.

LA GARROTXA/CABO DE CREUS
Entre volcanes y playas

__________________________________________

Los bellos paisajes y las azuladas playas mediterráneas cautivan al viajero.

Del pequeño Cadaqués, siempre agradecido a Salvador Dalí, tras recorrer sus playas rocosas y de apreciar la belleza de su iglesia del siglo XVI, se torna el rumbo dirección a Roses, yendo por unas preciosas carreteras costeras. Roses es una ciudad monumental cargada de atractivos. Impresiona su ciudadela, Conjunto Histórico-Artístico, y su monasterio del siglo XI. Tiene, asimismo, vestigios de la ciudad griega de Rhode y sepulcros megalíticos. En el golfo de Roses está Ampurias, la otra colonia griega de España. Un museo a cielo abierto.

Con la brisa del mar a la espalda, la C-260 permite mejores velocidades mientras nos va separando del mar hasta Figueres, donde sobresalen el Museo Dalí, el Castillo de San Fernando y la iglesia de San Pedro. En Figueres vuelve a cambiar la calidad del asfalto, nos metemos en la N-260 y nos adentramos en la Garrocha.

En Besalú, el pasado medieval de la comarca se viste con sus mejores galas. Es el momento de hacer un alto junto al puente románico, aparcar el cabrio y penetrar en su extraordinario conjunto monumental románico y gótico, repleto de iglesias y casonas, con una judería y una hermosa plaza Mayor porticada. Andar por sus calles empedradas es un auténtico lujo...

Entre sorprendentes paisajes de prados, arboledas, ríos y arroyuelos, llegamos al enorme risco basáltico de Castellfollit de la Roca. Estamos en pleno Parque Natural de La Garrocha, una zona volcánica formada por unos 30 conos de tipo estromboliano. Se recomienda aparcar el coche en alguna sombra y dejar que las horas pasen caminando por estrechas sendas de montaña cubiertas de bosque, contemplando, al paso, bellos volcanes como el Croscat, a cuyos pies está la iglesia medieval de Santa Pau.

Entre pequeñas carreteras que recorren el Parque llegamos a Olot, la capital de la comarca. Es una hermosa población que se comenzó a construir en el siglo IX en torno a la iglesia de Santa María, a orillas del Fluviá. Varios terremotos a lo largo de su historia han limitado sus restos antiguos a la iglesia del Tura y los aledaños de la calle mayor, pero lo más importante es el antiguo Hospicio, obra de Ventura Rodríguez, convertido hoy en Museo Comarcal.

De los años de despegue de su industria textil, allá por el siglo XVII, han quedado suntuosos edificios de los siglos XVIII y XIX, como la Torre Castanys o la Casa Vayreda. En estas tierras son amigos del buen yantar. De ahí que, después de varios kilómetros de conducción, no venga mal un descanso para degustar deliciosos embutidos caseros y buenos pasteles.

El viaje finaliza en Ripoll, que se encuentra en el trayecto de la N-260, a 28 kilómetros de Olot. Desde Ripoll nos despedimos de la comarca no sin antes disfrutar del Monasterio de Santa María, fundado en el año 879. El magnífico prerrománico ha sabido mezclarse a la perfección con el puente de Santiago Calatrava.




DATOS

 

  • ALOJAMIENTO
    En Beuda: Mas Salvanera (Tfno: 972 590 975). Rocío y Ramón han hecho de su casa un local emblemático para el turismo de la zona. Excelente cocina y mucho amor en un hotel que más parece una casa.

    En Olot: Perla D’Olot (Tfno: 972 262 326). Se trata de un local sencillo, limpio y perfecto para una parada de carretera.


  • DONDE COMER
    En Olot: Riu Olot (Tfno: 972 269 444). La Deu (Tfno: 972 261 004). Les Cols (Tfno: 972 269 209). En Besalú: Els Fogons de Can Llaudes (Tfno: 972 590 858). Buenas butifarras y guisos de la tierra. Muy recomendable el confitado de bacalao y la pularda con gambas. Menú de degustación por 56 euros.


  • DISTANCIA
    La ruta consta de 114 kilómetros.

 



 



VIAJES es un suplemento de