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Es difícil resistir a la tentación del «dolce far niente» en este histórico cortijo que fue posesión del rey Juan II, trofeo de la Reconquista y más tarde monasterio jerónimo
SEVILLA / CORTIJO EL ESPARRAGAL
De aire andalusí y lujo nobiliario
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PEDRO MADERA
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| El histórico cortijo de paredes blanquecinas es uno de los rediles sevillanos cautivador y único por su belleza e historia.
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Aunque son muchos los hoteles instalados sobre las bases de un cortijo andaluz, pocos tienen el carisma de El Esparragal. Aquí la historia también tiene mucho que decir. Unas piedras que están junto al manantial son vestigios de la calzada romana que atravesaba la finca y que hace siglos unió Itálica y Mérida. Posteriormente, fue posesión del Rey Juan II, padre de Isabel La Católica, trofeo de la Reconquista y emplazamiento de un monasterio jerónimo. La solemnidad se palpa en cada rincón, incluso sirve para matar ese tufillo post-banquete de bodorrio sevillano, que tan de moda se ha puesto en estos días. Incluso en pleno verano, los rigores del calor son mucho más llevaderos.
Su aire andalusí y su lujo nobiliario nos hacen revivir todo el señorío y la exquisitez de los nobles andaluces, amantes del buen vivir, que las gentes ignorantes confunden con el no hacer nada.
INVITACIÓN AL OCIO. Ésta es una excelente propiedad agrícola a pleno rendimiento, que sorprende por su limpieza. Básicamente son 1.000 hectáreas de bosque mediterráneo que hay en la finca con venados y jabalíes. Además, 800 vacas de leche, 400 vacas retintas y 50 caballos de pura raza española completan la fauna de la finca. Para que no falte nada, Carlos, el propietario, nos recibe muy cordialmente y nos muestra los detalles con los que ha decorado esta lujosa concepción del nuevo turismo rural.
Aquí todo está cuidado al detalle. En el cortijo no es difícil encontrarse con alguna celebración de bodas, capeas o convenciones, pero siempre tratan a uno como si fuera de la familia. El disfrute está asegurado. Levantarse tarde, montar a caballo, bañarse en la piscina y tomar el sol en el patio.
En el interior, las habitaciones no han perdido el aire monacal. Son austeras, pero amplias y muy confortables. Sus dormitorios invitan al descanso y, además, tienen una decoración muy bella, con escribanías de nogal, chimeneas de mármol y balcones de forja. Sus salones están decorados con muebles antiguos, frescos del siglo XVIII y objetos taurinos. Aunque la maravilla de este cortijo es su magnífico patio andaluz. Andalucía se vive como en ningún otro sitio. Sus colores blancos, su frescura y su luz son un ensueño.
Este cortijo tiene muchos atractivos, como los animales que habitan sus matorrales, sus dehesas y su pantano. Fuera de El Esparragal se pueden recorrer otros pueblos de la campiña sevillana o adentrarnos en la Sierra de Sevilla, por pueblos como Cazalla.
Cortijo El Esparragal.
Dirección: Carretera de Mérida, kilómetro 21. 41860. Gerena (Sevilla).
Tfno: 95 578 2702.
Web: elesparragal.com.
Correo electrónico:elesparragal@elesparragal.com
Habitaciones: 18 en total (11 suites, seis dobles y una triple).
Precio: En temporada baja: desde 102,17 € la habitación doble. En temporada media: desde 114,19 € la habitación doble. En temporada alta: desde 126,21 € la habitación doble. Los desayunos cuestan 7,21 €.
Fechas de apertura: Cierra entre el 1 y el 15 de agosto.
Instalaciones: Cuenta con dos comedores con aforo para casi 100 personas, un salón de banquetes para 350, sala de conferencias, placita de toros, piscina, jardines y patios interiores.
Actividades: Paseos a caballo o en 4x4 por la finca para ver a venados, vacas y aves acuáticas.
Cómo llegar: Desde Sevilla hacia el norte por la N- 433. A unos 20 kilómetros, se coge el desvío a Gerena.
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