Asistí estupefacto a la pseudo victoria de Bush en las ultimas elecciones americanas, horrorizado a la destrucción de las torres gemelas, desalentado ante el avance inexorable de la guerra en Irak y esperanzado a las manifestaciones masivas a favor de la paz del pasado día 15 de febrero.

Sin embargo, no logro quitarme la horrible sensación de que los ciudadanos somos meros espectadores, nuestros dirigentes solo cuentan con nosotros a la hora de pedirnos el voto, después si te he visto no me acuerdo. ¿De verdad que a la mayoría de los países supuestamente civilizados del primer mundo no se les ocurre otra manera de desarmar a Sadam que con la guerra? Que poca imaginación. Estamos en el siglo XXI y la retórica empleada recuerda a la de las cruzadas. Es todo muy deprimente... Y ni siquiera se puede decir lo de ¡¡que sea lo que Dios quiera!!, Dios ya habló a través del Papa y dijo NO a la guerra, pero por lo visto un político español ha dicho que no hace falta hacerle caso... Por una vez que dice algo sensato (Dios, no el político) y pasan de El.

Así nos va.