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Julián
Hernández es uno de los
personajes más carismáticos
de la llamada movida viguesa y fundador
de una de la bandas de rock más
importantes del panorama nacional: "Siniestro
Total". Además de músico,
Julián es escritor y cineasta.
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JULIÁN
HERNÁNDEZ |
¿Continuará?
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En caso de guerra con Irak habrá
una serie de curiosidades que, entre tanto fervor
pacifista, a veces se pierden. La guerra es prácticamente
inevitable por parte de Estados Unidos: ya se
han gastado demasiado dinero en montar el chiringuito
como para tirarlo ahora todo por la borda. Pero
es su guerra y ya hay análisis de todo
tipo sobre las razones o sinrazones de tan violento
proceder. Lo verdaderamente curioso es la posición
de España en todo el fregao. En el hipotético
caso, al menos por ahora, de que el ejército
español participe directamente en el conflicto
armado, estaríamos ante un intento desesperado
de corregir algunos de nuestros más sonados
fracasos militares de los últimos tiempos.
Veamos: resulta que perdimos
Cuba porque los americanos nos dieron de hostias
hasta en el carnet de identidad. ¿Solución
para enmendar la historia? Pues nos aliamos con
ellos, que son como el primo de Zumosol del planeta,
y a ver si esta vez sacamos algo en limpio. Otra
más: mandamos a la División Azul
a luchar contra los rusos para ayudar a Hitler
en la Segunda Guerra Mundial, nos ponen de verano
(es un decir) esos malvados bolcheviques y contribuimos
a la caída de Alemania. ¿Solución?
Pues nada, que por mucho que estemos en la misma
Unión Europea y ellos sean los que más
pagan, se les manda a freír espárragos
y a ver si así nos sacamos la espinita.
Está
visto que las intervenciones armadas patrias a
larga distancia no son muy productivas y muy desesperados
deben estar los ingleses y los americanos para
aceptarnos como socios en esta aventurilla, dada
la condición de gafes que nos caracteriza.
Por eso resultan explicables
las ansias del gobierno español por participar
en cuanta pelea de discoteca acontezca por el
mundo adelante: están empeñados
en demostrar que no, que no somos esos que ellos
se imaginan, que somos una potencia occidental
y que podemos ser de mucha ayuda en la Lucha Contra
El Malo. Ellos, nuestros aliados, sin embargo
nos dejan más solos que la una si nos da
por partirnos la cara con Marruecos por un quítame
allá ese islote de Perejil. Son unos desagradecidos,
coño.
Además, ¿no era
la OTAN una organización en la que sus
miembros se iban a echar una mano entre ellos?
Esto es un cachondeo. A lo mejor podíamos
revivir el Pacto de Varsovia con Andorra, San
Marino y las Islas Fidji: ¡se iban a enterar
esos guiris! Pero no, aquí vamos a ponernos
serios y vamos a ponernos de parte del que gana
aunque no sepamos los beneficios directos de declararle
la guerra a Irak. A nosotros nos han dicho que
Sadam Hussein fabrica misiles de mucha pupa y
nosotros nos los creemos a pies juntillas porque
este es un país creyente. Y esto es la
ley del embudo: "lo ancho pa mí y
lo estrecho pa ti". Porque España
no tiene que presentar un informe sobre sus
investigaciones armamentísticas, que las
hay, tal y como admitía Piqué no
hace mucho, puntualizando, eso sí, que
la sociedad civil siempre se ha aprovechado de
lo que los militares investigan e inventan, véase
el caso de Internet. Pues sí, y también
tenemos la suerte de que exista la conquista del
espacio porque el velcro se inventó para
que los astronautas no tuvieran que pelearse con
engorrosas cremalleras y botones desesperantes
cuando están en órbita. Yo -personalmente,
a nivel personal y con mi propio mecanismo- pagaría
por ver en qué diablos trabajan los científicos
militares españoles para mejorar nuestro
arsenal. A lo mejor resulta que nos llevamos una
sorpresa y aquí las matamos a la chita
callando, nunca mejor dicho.
En el 91 nos engañaron
con la posibilidad del holocausto nuclear provocado
por Irak y sólo cayeron un par de Scuds
sobre Israel y sin mucha puntería. En 2003,
los iraquíes vuelven, al parecer, a representar
una terrible amenaza, especialmente para España
y su ministra de Asuntos Exteriores. Pero lo de
"que viene el lobo" es una mala táctica
y esta vez, como decían los Who, no nos
volverán a engañar.
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