JUAN MARINE, EL RESTAURADOR
DEL CELULOIDE
EFE
Juan Mariné Bruguera obtendrá, el próximo
día 3 de febrero, el II Premio de Chomón
que otorga la Academia de Cine en esta XV Edición
de los Goya. Con este galardón se premia
la innovación tecnológica en la industria
cinematográfica. Mariné recibe el
trofeo por su excelente trabajo en la restauración
de películas antiguas.
Director de fotografía,
Mariné nació en Barcelona en 1920. Hijo
de uno los accionistas de la productora Eos Films,
a los 14 años comienza a trabajar en cine como
auxiliar de cámara. Durante la Guerra Civil
trabaja como operador en la productora catalana Laya
Films y como fotógrafo en el cuerpo de
ejército de Enrique Lister. Finalizada la contienda,
vuelve a su trabajo de ayudante en la Ciudad Condal
hasta que en 1947 se traslada a Madrid, monta un importante
estudio fotográfico y debuta como director
de fotografía.
Por esta fechas colabora
con Antonio del Amo en sus primeras películas,
'Noventa minutos' (1949), 'Alas de juventud'
(1949) y 'Día tras dia' (1951), y en
algunas de las protagonizadas por Joselito, como 'Saeta
del ruiseñor' (1957) y 'El ruiseñor
de las cumbres' (1958). También rueda con
José María Forqué en numerosas
producciones.
Entre otras, destacan sus
realizaciones en 'Niebla y sol' (1951), '091,
policía al habla' (1960), 'Usted puede
ser un asesino' (1961), 'Accidente 703'
(1962), 'El juego de la verdad' (1963),
'Vacaciones para Yvette' (1964) y 'Un millón
en la basura' (1966). Igualmente estuvo a las
órdenes de Manuel Mur Oti en 'Orgullo' (1955),
'El batallón de las sombras' (1956)
y 'Duelo en la cañada' (1959).
En la última etapa
de su carrera trabaja especialmente con Pedro Lazaga,
con quien rueda más de 20 comedias, desde
'La ciudad no es para mí' (1965) hasta
'El dinero tiene miedo' (1970), y Pedro Masó,
con el que realiza 'Experiencia prematrimonial'
(1972), 'Una chica y un señor' (1973)
y 'Un hombre como los demás' (1974).
Su habilidad para los trucajes
le lleva a colaborar con Juan Piquer en sus últimas
películas: 'Mil gritos tiene la noche' (1982)
y 'Muerte viscosa' también conocida
como 'Slugs', de 1987. Desde mediados de los
años 80 se dedica casi exclusivamente a la
restauración de películas en la Filmoteca
Nacional. Entre otras, ha recuperado las versiones
muda y sonora de 'La aldea maldita'; 'La
venenosa' de Raquel Meyer, 'Santander en llamas'
y 'Los caballos del vino'.
Para su importante labor
se ha valido de una máquina restauradora que
él inventó y construyó, que le
ha permitido estar a la vanguardia de esta tarea tan
esencial como callada. Por sus innovaciones técnicas,
el aparato no sólo quita imperfecciones en
viejos celuloides, sino que les devuelve la frescura
original. Desde septiembre de 1993 cuenta con el primer
premio de la recién constituida Asociación
Española de Autores de Fotografía Cinematográfica.
El 24 de noviembre de 1994
fue galardonado, junto al realizador José María
Forqué, con el Premio Nacional de Cinematografía
en reconocimiento a su «magnífica
trayectoria profesional», según el fallo
del jurado. El 25 de noviembre de 1997 fue homenajeado
por la Filmoteca Española y el Círculo
de Escritores Cinematográficos (CEC).
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