Estaba en mi casa celebrando
mi cumpleaños con mis primos, mi abuela y un amigo,
comiendo tarta. De pronto, llamó mi padre, que estaba
oyendo RNE, para decirnos que nos nos moviéramos
de casa, que había habido problemas en el Congreso.
En ese momento, pensé que había que hacer
algo, aunque no sabía muy bien qué, y, aunque
no quería ser alarmista, llamé a la Escuela
de Arte Dramático para avisarles. |