'Violencia'. 'Locura'. 'Terroristas'. Estas
palabras son frecuentes en la prensa extranjera cuando
se habla de ETA. No siempre fue así. Igual que
la banda terrorista contó en España con
cierto beneplácito entre algunos sectores sociales
durante la Transición, los medios internacionales
han tratado a ETA de una manera romántica
hasta hace apenas unos años.
Los asesinatos a manos de etarras eran «acciones
secesionistas» de un «pequeño grupo
armado» que buscaba la independencia ante
la enérgica «represión española».
El secuestro y muerte de Miguel Angel Blanco en 1997 y
la incesante escalada sangrienta que llegó tras
la ruptura de la tregua cambiaron esa perspectiva.
Ahora, 800 muertos más tarde, los medios extranjeros
cuentan que el problema vasco está «sangrientamente
estancado», que los objetivos de ETA son artistas,
periodistas, jueces, profesores... Medios británicos
como The
Independent , The
Times, la BBC
y The
Guardian, o estadounidenses como la CNN
y The
Boston Globe, critican la falta de diálogo
y la persistente violencia etarra.
La BBC señala que «el Gobierno español
se encuentra presionado por una minoría violenta
que se niega a abandonar las bombas y las balas
para lograr sus objetivos, pese al abrumador deseo de
vascos y españoles en general para que la violencia
llegue a su fin».
Al importante papel de los medios fuera de España
se suman diversas organizaciones de derechos humanos,
(entre ellas Naciones Unidas y Amnistía
Internacional ) quienes han denunciado las últimas
campañas de asesinatos de la banda terrorista.