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Luis Sánchez
Parejo |
Un gigante con pies
de barro
Por ELMUNDODINERO
Mientras EEUU se ha metido de lleno en una 'guerra
relámpago' contra Irak, la primera potencia
mundial se enfrenta a graves problemas económicos
que, a su vez, afectan a la salud de las cuentas
del resto de los países.
El gasto en inversión se está
ralentizando, y no hay que olvidar que el
gasto en equipamiento y software ha sido la
clave de la expansión económica.
Entre 1995 y 2000 el aumento de la inversión,
tanto oficial como empresarial, fue del
5,5% medio anual en EEUU, mientras que
en la UE fue del 3%.
Lo mismo sucede con la demanda interna:
en los últimos meses los indicadores
del consumo privado (ventas al por menor,
confianza del consumidor, etc) muestran síntomas
de debilitamiento. Además, en cuanto
al sector exterior, últimamente, la
fortaleza del dólar y el gigantesco
crecimiento económico ha disparado
las importaciones a EEUU, lo cual ha llevado
a que el déficit comercial haya
alcanzado niveles récord.
Aunque los analistas insisten en que la economía
estadounidense comienza a recuperarse, y que
su crecimiento en 2005 podría ser
del 3,5%, advierten que las consecuencias
de una guerra larga en Irak podría
alterar considerablemente esta cifra, que
se vería lastrada por el incremento
del precio de las materias primas y principalemente
del petróleo.
Y es que EEUU sigue mandando en el escenario
económico mundial. Europa se podría
ver beneficiada por la mejora de las cuentas norteamericanas,
aunque el nivel de crecimiento del Viejo Continente
se situase probablemente por debajo del de EEUU.
Pero a medida que sonaban los tambores de guerra
que anunciaban un conflicto bélico, las
principales referencias macroeconómicas
sufrieron fuertes retrocesos: el PIB del
último trimestre de 2002 -del 3,3%- fue
el peor desde la recesión que vivió
EEUU entre julio y septiembre de 2001, mientras
que el de la zona euro no llegó al 1%.
La economía sigue siendo la asignatura
pendiente del presidente estadounidense George
W. Bush, que ya lanzó un programa de
674.000 millones de dólares para los
próximos 10 años -basado
principalmente en la reducción de impuestos-
con el fin de impulsar el crecimiento.
A principios de año, Bush propuso un
presupuesto militar de 380.000 millones
de dólares para el año fiscal
que comienza el primero de octubre, una cifra
récord si se considera que no cubre
los gastos de un posible conflicto con Irak.
Mientras tanto, la confianza de los consumidores
se desplomaba a mínimos de nueve años
debido a los temores por el gasto que ocasionaría
esta guerra: las operaciones de pacificación
después del conflicto costarían
a EEUU y a sus aliados entre 12.000 y 50.000
millones de dólares anuales. |