La capital del
Sena bien vale una misa. Por desfilar en ella muchos
diseñadores no dudarían en cambiar
hasta seis veces de religión -lo mismo que
hizo Enrique IV de Francia, autor de la famosa frase-.
París sigue siendo el trono de la moda. Chic
por propia designación -ya se sabe que la
semilla del chovinismo francés ha dado abundantes
y variados frutos-, esta pasarela mira a las demás
por encima del hombro. |
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Arlequín Galliano.
Chapeau! Al hijo predilecto del Peñón de Gibraltrar,
es decir al director creativo de Christian
Dior, hay que reconocerle su capacidad para dar el cante.
Sus desfiles resultan un espectáculo colorista y excesivo.
El arlequín, la conocida figura de la comedia del arte,
ha inspirado a John Galliano. Un icono muy ochentero que diseñadores
como Bernard Willhelm ya han usado este invierno. |
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FOTÓGRAFO:
REUTERS |
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* Información puntual
de los desfiles según vayan celebrándose |
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