ELMUNDO.ES/AGENCIAS Froilán, el hijo mayor la Infanta Elena y Jaime de Marichalar,
ha aprovechado los primeros momentos de la ceremonia de la boda entre el Principe
de Asturias y Letizia Ortiz, para continuar con sus travesuras y le ha
dado una patada a uno de los cinco pajes que han portado las arras. El
hijo de la Infanta Elena que ha sido el más activo en saltarse el protocolo
y juguetear, no ha podido permanecer quieto durante la ceremonia religiosa
y en un momento determinado optó por abandonar el sitio donde estaba ubicado
para lanzarle una patada a otro de los pajes, regresando raudo a sentarse disfrutando
con una amplia sonrisa de la travesura. También su hermana Victoria
Federica protagonizó al inicio de la ceremonia algunos momentos de
jolgorio cuando empezó a bailar con su padre Jaime de Marichalar
a los acordes de la música que sonaba en el templo, provocando la risa
de los invitados. Siete pajes, los sobrinos de los novios y dos damas
de honor, han acompañado a la la Princesa de Asturias en su entrada a la
catedral de La Almudena, vestidos con trajes y adornos inspirados en el siglo
XVIII. Lorenzo Caprile ha reproducido en los trajes del cortejo infantil
rindiendo homenaje a los Primeros Borbones y a Goya. Por deseo expreso de la Reina
doña Sofía y de la Princesa de Asturias, todos los materiales con
los que se han confeccionado son españoles. El maestro se ayudó
de los cuadros y grabados conservados en Palacio para diseñar los vestidos
que lucieron los niños en la ceremonia y siguió las instrucciones
del equipo investigador del Museo del Traje y de la responsable de la Real Sastrería
de Palacio, doña Milagros Moreno. Los pajes han llevado guirnaldas
de flores, símbolos de alegría, abundancia y felicidad, además
de referencia a tradiciones españolas como los mayos o los majos y las
cruces de mayo. En los últimos días, los pequeños
pajes ya habían protagonizado algunas de las escenas más divertidas
de los preparativos mientras ensayaban en el exterior de la Catedral bajo la supervisión
de asistentes, cuidadores, organizadores e incluso de la propia Reina lo que,
por supuesto, tampoco impidió que escalasen cornisas, trepasen por vallas
o intentasen "arrancar" el plástico que cubría la alfombra
roja por la que hoy han entrado los más ilustres invitados. >>
Ir a portada |