por
Olalla Cernuda, Charo Marcos y Marta Arroyo «Muerto
un Papa, se hace otro», dicen desde hace siglos los romanos. Sin embargo,
el proceso que va desde la muerte de un Sumo Pontífice hasta que la fumata
blanca anuncia a los fieles de todo el mundo que hay un nuevo sucesor de Pedro
no es sencillo. Primero hay que oficiar los funerales, dar tiempo a la preparación
del cónclave y dejar que actúe el Espíritu Santo... Así
es el proceso:
El anuncio de la muerte La defunción del Papa es certificada
por un médico. Tras confirmase el óbito, la Santa Sede envía
a todos los miembros del Colegio Cardenalicio un telegrama convocándoles
al cónclave. En la última ocasión, el texto rezaba: «El
Papa ha muerto, ven de inmediato». Lea
el artículo completo >> El
vacío de poder En el momento de la muerte, la institución
más antigua del mundo queda automáticamente 'descabezada'.
Sólo tres cardenales mantienen sus cargos: el Camarlengo (Eduardo
Martinez Somalo), el Penitenciario Mayor (Francis James Stradford) y el
Vicario de Roma (Camillo Ruini), además del Vicario General
para la ciudad del Vaticano (Angelo Comastri). La persona que tiene la máxima
autoridad hasta que hay un nuevo sucesor es el camarlengo del Pontífice.
Lea
el artículo completo >> El
adiós de los fieles
El cadáver de Juan Pablo II fue expuesto al público
durante tres días. Posteriormente, tras ser introducido en tres ataudes
-de cedro, de plomo y de pino- descansa ya para siempre en la cripta bajo el baldaquino
de la Basílica de San Pedro, junto a otros 147 Papas. Lea
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Funerales
y entierro Los funerales se celebraron en el Vaticano, en
la Basílica de San Pedro. Personalidades y Jefes de Estado de todo
el mundo acudieron a las exequias. Lea
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'novendiales' Los nueve días siguientes al funeral
de un Papa se conocen como 'novendiales'. Cada día se celebra una misa
por el difunto. En este tiempo hasta el comienzo del cónclave se prepara
la logística de la reunión y se suceden los contactos entre
cardenales. Este periodo acaba con la misa Pro Eligendo Papa, con la
presencia de todos los cardenales en la Basílica de San Pedro la misma
mañana que comienza el cónclave. Lea
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cónclave El 18 de abril arranca un cónclave
secreto en la Capilla Sixtina del que debe salir el nuevo Santo Padre. Según
la norma vaticana 117 cardenales tienen derecho
a designar con su voto al Pontífice (58 son europeos, 14 norteamericanos,
22 latinoamericanos, 11 africanos, 12 asiáticos y dos de Oceanía),
pero dos de ellos no pueden acudir por estar enfermos. El sucesor de Juan Pablo
II deberá obtener el respaldo de los dos tercios de los votos de los cardenales
del cónclave.
Fumata
blanca Cuando los cardenales reunidos en Cónclave eligen
un nuevo Papa, la fumata blanca sale del Vaticano para anuncárselo al mundo.
Al mismo tiempo repicarán las campanas de la Basílica de San Pedro.
Minutos después, el nuevo Pontífice se asomará al balcón
central de la Basílica para bendecir a los fieles. Lea
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