José Álvarez de Sotomayor

Hijo de Fernando Álvarez de Sotomayor

Mi padre sintió una gran tristeza al ver que la gente no se dio cuenta en 1898 de lo que había pasado en realidad. La gente, me contó él, estaba de verbena, se tomó la pérdida de las colonias como una chirigota más. España no supo reaccionar ante aquella desgracia y las consecuencias se dejarían ver mucho después, en la Guerra Civil española. Pasamos de ser una gran potencia a ser los últimos de la fila.

¿Cómo me ha influido ser descendiente del pintor Sotomayor? Me entusiasma la pintura. Todavía recuerdo cómo pintaba: lo hacía cantando y a una velocidad de vértigo; yo no he vuelto a ver a nadie pintar de esa manera, con esa rapidez. Mi padre pintaba todos los días del año, hasta el final, y lo hacía en su casa, delante de todo el mundo. Hasta la reina Victoria Eugenia vino a posar a nuestra casa. Recuerdo que yo estaba jugando con una camioncito de juguete. Cuando la vi, lo solté y le hice una reverencia que a ella le hizo mucha gracia porque yo era entonces un mocoso que no levantaba un palmo del suelo. Mi padre nunca se metió en política, pero era un monárquico convencido.

Cuando, años después, se proclamó la Segunda República, el mismo 14 de abril abandonó la Academia de San Fernando y la dirección del Museo del Prado. Él fue también el único pintor al que se le permitió retratar a don Alfonso XII una vez fallecido.

Yo no sé pintar. Nunca nos dejó a los chicos. Decía que pintar era cosa de mujeres y que él era una excepción. Pero algo de su genio artístico sí me quedó. A mí me dio por la arquitectura y, aunque no soy arquitecto, me he construido cuatro casas yo solo. En el retrato que está detrás de mí, la niña de la izquierda soy yo. Supongo que necesitaría un modelo femenino y al no encontrarlo me eligió a mí. O puede que en aquella época los niños lleváramos esas camisitas. No sé...

Diplomático de carrera, José Álvarez de Sotomayor hoy está jubilado. Ha publicado una novela en la que desgrana sus recuerdos en la legación española de Rabat.