CATALUÑA. NIEVE DE DISEÑO.
Un ejecutivo de una importante empresa automovilística que recientemente ha instalado sus oficinas de diseño en Barcelona dijo que "el diseño es vida". Si esto es así, los catalanes deben vivir más que el resto de los españoles porque el diseño impregna casi todos los aspectos de sus vidas: las calles, las tiendas, los escaparates, el interior de las viviendas... incluso los souvenirs de los museos.
Ironías aparte, Cataluña y más concretamente Barcelona es, junto a Milán, París y Londres, una de las capitales europeas reinas del diseño y referencia cuasi obligada a nivel internacional. La provincia reúne diseñadores de todo tipo: gráficos, industriales, de entorno, de envase y embalaje, etc. y se la empieza a comparar con el Sillicon Valley español en cuanto al diseño de automoción. Seat, Volkswagen, Audi y, más recientemente, Volvo y Renault han implantado aquí sus oficinas de diseño -en este último caso, trasladándolas por primera vez desde la capital francesa-.
El diseño, cómo no, ha llegado también a la nieve. Comarca de tradición esquiadora -comparte con Aragón la veteranía española en cuanto a estaciones-, es una de las zonas de mayor afluencia por parte de los amantes de este deporte. Baqueira es la estrella. Tras Sierra Nevada es la estación que más deportistas recibe. En conjunto, aparte del Rey y algunos políticos de renombre, más de dos millones concurrieron la temporada pasada y dejaron un total de 50.000 millones de pesetas, de los que el 13% corresponde a los remontes mecánicos y el resto a los servicios que rodean la actividad, uno de los puntos fuertes del esquí catalán.
EXTREMADURA. ARTE Y ESPECIES PROTEGIDAS.
Prehistoria, arte romano, visigodo, islámico, románico, mudéjar, gótico, Renacimiento... El máster más completo en Historia del Arte jamás comercializado se podría hacer recorriendo esta comunidad.
La mayoría de pueblos que habitaron en la península se recrearon en ella. A cambio, le dejaron un legado artístico espectacular. Entre todos los bienes y monumentos declarados de interés cultural dos deslumbran al resto: los conjuntos históricos de Cáceres y Mérida. Conservados con una autenticidad que todavía sorprende, se erigen como reductos aislados de todo rastro de urbe, cuya soledad sólo se ve interrumpida de vez en cuando por algún que otro turista.
Éste es el tópico bueno de Extremadura, el malo es aquello de extrema y dura, en clara alusión a su climatología y, por extensión, a su geomorfología y la flora y fauna que la habitan. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Si bien existe una comarca conocida como la Siberia extemeña, dada su aridez, todo el Norte es especialmente húmedo. Justo en esta zona es donde se produce uno de los más bellos espectáculos de la naturaleza: la eclosión de la flor del cerezo en el valle del Jerte y más hacia el Este se puede admirar el loro, una especie arbórea reliquia de la época cuaternaria.
Pero aún hay más. Extremadura cuenta con las mejores poblaciones de ciertas especies clasificadas como "en peligro de extinción", sobre todo de aves. Algunos de estos hábitats son de difícil acceso, pero otros están al alcance de cualquiera que se ayude de unos buenos prismáticos.
GALICIA. MARISCOS DE MODA.
El marisco es a Galicia lo que las catedrales a Castilla y León, ineludible e inexcusable. A no ser que se sufra de alergia, ir a Galicia y no degustar algunos de sus ejemplares es como ir a Nueva York y no pasearse por Manhattan. Tienen de todo y de lo mejor. Lo saben y lo han aprovechado. La experiencia gallega en el mar ha repercutido en su turismo como pocos elementos lo han hecho, y la calidad y variedad de sus productos es sin duda uno de sus distintivos frente al resto del país.
Las especies que más destacan son el mejillón (en proceso de calificarse con denominación de origen), el percebe (dificilísimo de capturar, lo que explica sus elevados precios) y todo tipo de animales de concha (nécoras, centollos...), cuya calidad es inigualable gracias a su alimentación, proporcionada por las características biológicas de la zona del mar donde viven.
Y hablando de Nueva York. Si en la gran manzana las compras son uno de los principales atractivos -allí lo llaman shopping-, en Galicia el diseño de moda también puede serlo. Adolfo Domínguez, Roberto Verino, Caramelo, Kina Fernández, Zara... ¿Le suenan?
El invento de la "moda gallega", allá por los años 80, ha proporcionado a esta comunidad más de una alegría. Tanta, que en 1998 el crecimiento de las exportaciones gallegas fue de un 48%, mientras que el experimentado por el sector en el resto del país llegó sólo al 18%. Aunque se trata de una imagen de marca más que algo conceptual, todavía muchos diseñadores no cuentan con redes comerciales importantes, por lo que sólo allí se pueden apreciar y adquirir sus diseños.
LA RIOJA. LA BUENA UVA DE LOS DINOSAURIOS.
Desde que el Marqués de Riscal, noble ilustrado, adoptara a mediados del siglo pasado el método de elaboración del Médoc bordelés en busca de una mejora de los vinos de la región, La Rioja da nombre a uno de los vinos tintos más prestigiosos de España y reconocido en el resto del mundo. Los mismos a los que Hugh Johnson -maestro de toda una generación de escritores del vino- calificó como los mejores del mundo en relación a su precio. A ello han contribuido una geografía privilegiada presidida por el Valle del Ebro y una larga tradición vitivinícola. Actualmente, las 50.000 hectáreas de viñedo que componen la D.O. de Rioja se reparten entre esta comunidad, el País Vasco y Navarra. De los 190 millones de litros que produce anualmente como media, el 25% corresponde a los tipos blanco y rosado y el resto al tinto.
Pero si los riojanos presumen de una larga tradición vitivinícola que se pierde en la memoria, sus tierras guardan aún otro secreto mucho más antiguo: huellas de dinosaurios. Con tal número (más de 3.000 catalogadas) La Rioja se ha convertido en el segundo yacimiento de icnitas (pisadas de dinosaurios) del mundo tras Canadá. La primera referencia de huellas de dinosaurios que tienen los riojanos fue en 1971, aunque probablemente los habitantes de las zonas las conocieran desde siempre ya que existen algunas historias en la cultura popular relacionadas con ellas. Todas, con una antigüedad de entre 100.000 y 140.000 millones de años, pertenecen al periodo Cretácico, posterior al Jurásico y que comprende unos 80.000 millones de años (de 90.000 millones a 160.000).
NAVARRA. LA FIESTA DE LA GASTRONOMÍA
No toda la culpa la tuvo Hemingway. La fiesta de San Fermín es tal fenómeno sociológico mezcla de rito, costumbre y desmadre que hasta sin sus crónicas hubiera traspasado las fronteras españolas.
San Fermín no se puede describir, hay que vivirlo. 204 horas ininterrumpidas de fiesta regada con buenas dosis de alcohol donde el día no tiene fin en lo que a actividad se refiere. Y esto no es literatura. Los visitantes llegan de todos los puntos de España y del mundo, una buena parte reincidentes, hasta completar el más de medio millón de personas que cada año se dan cita en apenas 24 km2. Otras muchas fiestas se celebran a lo largo de toda la geografía navarra y en todas las épocas del año: carnavales, romerías...
Muchos de estos festejos se relacionan con la gastronomía o con recolectas agrarias, como en la época de la vendimia. Y es que ambas cosas, productos de la tierra y elaboración de los mismos, están muy enraizadas en la cultura navarra. Los de mayor renombre y calidad son las verduras y hortalizas de la huerta de la Ribera: espárragos, judías verdes y blancas (pochas, las llaman allí), cogollos, pimientos del piquillo y las invernales alcachofas y cardos. Y últimamente se están poniendo de moda los productos derivados del pato (patés, jamones, confits...). Importada la idea de la vecina Francia, ya hay tres centros de producción en el norte de la comunidad. Tal materia prima es la base de un buen número de platos que definen su gastronomía, como por ejemplo todo tipo de menestras de verdura o mezclada con carne, que se puede degustar en buenos restaurantes que sirven excelente comida casera.
MADRID. DEL CENTRO A LAS AFUERAS.
No es exactamente como hace algunas décadas, cuando para acceder a ciertas manifestaciones culturales había que ir por narices a los madriles. Pero la cosa tampoco ha cambiado mucho.
A pesar de que Madrid no es la comunidad con mayor número de museos y pinacotecas (según los datos más completos y por este orden, por delante de ella estarían Cataluña, Andalucía, Castilla y León y la Comunidad Valenciana), por número y calidad de los fondos sigue siendo la reina. Sólo el triángulo del arte perfilado en pleno corazón de la ciudad entre el Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza no encuentra rival en todo el país. En 1999, casi cuatro millones de personas lo visitaron, con lo que sólo estos tres museos acogieron al menos la cuarta parte del total de visitas recibidas. Y es que por número de visitantes, Madrid también es líder (1,6 visitas por habitante como mínimo), por delante de otras regiones como Castilla-La Mancha y Cataluña.
Veterana en lo de los museos y otras ofertas de ocio lúdico, la última apuesta de Madrid para diversificar su turismo ha sido el activo, muy vinculado al rural. Las primeras experiencias comenzaron hace tan sólo cinco años -la primera guía oficial data de hace tres años- y desde entonces esta modalidad ha ido rascando terreno a la urbana. Senderismo, cicloturismo, agroturismo en granjas-escuelas, recogida de frutos silvestres, turismo ecuestre, pesca... y hasta deportes náuticos como vela o windsurf -¿quién dijo que en Madrid no había playa?-son algunas de las actividades que se pueden realizar al margen de la gran urbe.
MURCIA. SALUD DE LA HUERTA.
Más de una vez ha habido quien, camino de Andalucía, ha parado con el coche unos instantes en Murcia sólo para adquirir alguno de los productos de su huerta.
Leyenda o realidad, el caso es que las frutas y hortalizas que proporciona esta parte del Levante se tienen entre las mejores del país. En hortalizas, su fuerte son los tomates, las lechugas, el brécol y la alcachofa. Sólo en lechugas aportan el 58% de la producción de todo el país. Respecto a las frutas, el limón se lleva la palma, y a continuación figuran los melones, las sandías, las frutas de hueso -melocotones, albaricoques y ciruelas- y las uvas de mesa, que cada vez salen con menos semillas. Lo curioso es que la inmensa mayoría de la producción -entre el 50% y el 75% según productos- se exporta a otros mercados, ya sean comunitarios o no.
El otro apartado que la Región de Murcia lidera junto a Galicia es el turismo termal o de salud. Tan famosos son sus lodos que continuamente se pueden ver en las salinas de San Pedro personas embarrándose, aunque no es muy recomendable, ya que no tienen control sanitario. Por contra, los balnearios murcianos, hermosas edificaciones levantadas a mediados del siglo XIX, se asientan sobre la falla Archena-Fortuna y desde este quebrantamiento de la tierra ascienden las aguas subterráneas próximas al magma hasta el manantial, de donde salen a una temperatura de 50ºC con todas sus propiedades minero-medicinales intactas. Las dos grandes especialidades que ofrecen son el termalismo (a base de aguas termales) y la talasoterapia (con los lodos como protagonistas, en este caso provenientes del Mar Menor).
PAIS VASCO. NEGOCIOS ENTRE PLATO Y PLATO.
¿Qué se puede contar de la gastronomía vasca a estas alturas? Basada en unas materias primas de excelente calidad, han sabido conservar ancestrales tradiciones y a la vez innovar constantemente, investigar en todos sus aspectos: colores, sabores, texturas, presentación... Pero quedarse sólo en el resultado de los platos sería tan reduccionista como explicar el universo a partir de nuestro planeta.
La cocina para el pueblo vasco forma parte esencial de su idiosincrasia, totalmente arraigada en su cultura desde tiempos inmemoriales. Se sientan a la mesa con verdadero placer y trasciende con mucho el mero ejercicio de alimentarse, convirtiéndose en un acto social que contagia al visitante y canaliza su integración. Las comidas pueden durar fácilmente cuatro y cinco horas y la lista de sociedades gastronómicas es imposible de cuantificar.
La cuestión gastronómica es el segundo motivo de elección del País Vasco como destino turístico tras el Guggenheim. Pero curiosamente el ocio/vacaciones sólo representa un 25% del total de turistas (el 72% españoles de otros puntos). La primera motivación, abrumadora, es la de negocios: rozando el 70% y relacionada con la actividad industrial que le caracteriza. Dentro de ella destaca el turismo de congreso, que está experimentando un fuerte tirón, sobre todo desde hace un año a raíz de la apertura de dos de sus tres palacios de congresos. Cada uno se perfila con una especial tendencia: el de Bilbao hacia sectores profesionales, el de Donosti para científicos e investigadores y el de Vitoria-Gasteiz hacia un componente más social.
VALENCIA. EL OCIO MÁS FAMILIAR.
Se jactan de haber inventado el turismo en España con el fenómeno Benidorm -conocida como la Nueva York española-. Cuarenta años después siguen estando a la cabeza en cuanto a turismo familiar de sol y playa, que se estima representa casi el 95% del total de visitantes que reciben (unos 13 millones de media anual, de los que alrededor del 65% son nacionales).
Cuando se les pregunta por las claves de tal éxito exhiben con orgullo su fórmula: una perfecta combinación entre un clima cálido y seco, unas condiciones naturales que se asientan en buenas y largas playas (79 cuentan con bandera azul) y el ingrediente secreto, el carácter abierto y agradable de sus gentes, mitad expresión espontánea mitad sentimiento comercial. No en vano llevan medio siglo dedicándose al turismo, en el que se consideran auténticos profesionales.
Esta profesionalidad se observa en las nuevas apuestas turísticas en las que trabajan, que se centran en una completísima oferta de ocio con el más puro sentido lúdico. Con ellas pretenden matar dos pájaros de un tiro: aprovechar el tipo de visitante que reciben, eminentemente familiar con unas claras necesidades de ocio, y distinguirse del resto de competidores. Lo lograrán este verano cuando, con la puesta en funcionamiento del parque temático Terra Mítica en Benidorm, el Museo de las Ciencias y el Parque Oceanográfico en Valencia, se conviertan en la mayor oferta de ocio del país que a dos años vista será la mayor de Europa por regiones, con la inauguración del Palacio de las Artes en Valencia y la Ciudad de la Luz en Alicante. El objetivo es que en apenas tres años el turismo se incremente un 20%.
CEUTA Y MELILLA. COMPRAS MULTIRRACIALES.
La ciudad autónoma de Ceuta tiene en su singular enclave su mayor lacra y a la vez su mayor privilegio. Tierra de paso entre África y Europa, muchos de sus visitantes lo son por momentos, lo justo para descansar un rato y realizar algunas compras rápidas atraídos por su condición de puerto franco -fundamentalmente artículos de bazar: electrónica, paraguas, toallas y joyería-. Lo que no saben las cerca de 25.000 personas que entran a diario son las joyas que se están perdiendo. Entre otras, sus fondos marinos. Ese enclave del que hablábamos guarda auténticas joyas: desde la singular mezcla entre especies atlánticas y mediterráneas, única en su género, hasta la posibilidad de observar el paso de cetáceos y tortugas marinas, pasando por los tesoros arqueológicos que vigilan celosamente sus aguas.
La vecina Melilla también cuenta con escondidos encantos. Coincide con Ceuta en su carácter pluricultural. En poco más de 12 km2 de extensión es un ejemplo vivo para el resto del mundo de convivencia y armonía entre culturas tan dispares como la cristiana, musulmana, judía e hindú. La mezcolanza y diversidad de sus 70.000 habitantes se observa en todos los aspectos de la vida cotidiana: gastronomía, indumentaria, costumbres, fiestas, ritos... Esta peculiaridad comparte protagonismo con otra: la de las compras. Pero la apuesta en esta ocasión no es una compra cualquiera, sino la de artículos de alto nivel que se pueden adquirir a precios sin competencia. Todas las grandes firmas de los distintos ramos (joyería, informática, vídeo, sonido, perfumería, bebida, etc.) están presentes en la ciudad.
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