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El magnate de la compañía aérea Virgin ha llevado su negocio hasta límites increíbles. Además de transportar a los viajeros al ritmo de la música de sus propios discos, ahora la marca comercial inglesa más poderosa del mundo también se bebe en formato vodka con "ginseng" y presta dinero por Internet. A sus 50 años, el chispeante multimillonario apasionado por los globos, el exhibicionista que se depila las piernas y se viste de mujer para promocionar sus productos, es un hombre admirado por nobles y plebeyos en el Reino Unido.


Por Christa d'Souza Fotografías de Alistair Morrison


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