En la comarca del Campo de Aliste se crían unas reses de mucho respeto, de modo que la carne de ternera es la principal presea a la hora de comer. Son gloriosos los chuletones y las presas, que son formidables trozos de carne asada. Además, hay buenas verduras, claro, y algunos potajes, pero la gente de allí, cuando puede, se arranca con unas mollejas de estilo leonés (picantes a voluntad) acompañadas de abundantes raciones de patatas fritas. Y, en plan suave, con caldo verde de auténticas berzas e inspiración portuguesa. Es grato acompañar el condumio con el nuevo vino del cercano Fermoselle. Para postres, el bollo maimón de la comarca o unos borrachos de sabor muy cumplido son de obligada degustación. Todo ello puede hacerse, dentro de Alcañices, en el Mesón Alistano (teléfono 68 00 64) o en cualesquiera de los dos hostales de la villa que se citan en recuadro aparte. Hay también allí hasta 18 bares que pueden sacar de apuro al viajero. En Rabanales, destaca Matellán, que sirve también abundantes comidas. Sin embargo, en Bercianos de Aliste, sus muchos visitantes lo ponen difícil o imposible. (Prefijo telefónico de Zamora, 980).
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No resulta fácil encontrar lugares para dormir en la comarca zamorana. La cercanía con otras capitales, o incluso con Madrid, tampoco lo hacen preciso. De hecho, los únicos albergues de todo el Campo de Aliste se encuentran en la localidad de Alcañices, salvo que se prefiera pernoctar en la capital de la provincia o en la vecina Portugal.
- ALCAÑICES. Hostal Argentino (980-68 01 60). Cobran normalmente 3.800 pesetas por la habitación doble durante todo el año. Disco Rojo. Para Semana Santa, anuncian un precio de 5.000 pesetas para un alojamiento de las mismas características. En su restaurante suelen servir, además de las carnes antes mencionadas, cabrito asado y buenos platos de bacalao realizados según alguna de las famosas modalidades portuguesas. Los dos hostales cuentan con un respetable número de habitaciones, en ambos casos pulcras y aceptables.
- ZAMORA. Parador Nacional (980-51 44 97). Instalado en un palacio renacentista, está situado en la Plaza de Viriato. Cuenta con 25 habitaciones, y tiene restaurante, piscina y aparcamiento propio. Hostería Real de Zamora (980-53 45 45). Conjunto castellano en un edificio del siglo XV, que alberga 16 habitaciones. Su patio es famoso. Tiene un buen restaurante llamado Pizarro. Dos Infantas (980-53 28 75). Con 68 habitaciones y aparcamiento propio. Sayagués (980-52 55 11). 56 habitaciones.
- BRAGANÇA (PORTUGAL). Sao Bartolomeu (07-351-73-33 14 93). Agradable pousada con mucho sabor. Classis (07-351-73-33 16 31). Avenida Joäo da Cruz, 102. Dispone de 20 habitaciones. Sao Roque (07-351-73-38 14 81). Rua da Estacada. Tiene 36 habitaciones. Santa Isabel (07-351-33-34 14 27). Rua Alexandre Herculano, 67. Pequeño y acogedor hotel con 14 habitaciones.
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La localidad de Alcañices queda a tan sólo 58 kilómetros de Zamora, dirigiéndose hacia el oeste por la carretera N-122, que luego se adentra en la cercana Portugal. Es actualmente una buena vía por lo que al asfalto se refiere y, además, suele tener un tráfico bastante escaso. De esta villa arranca, en dirección a Rabanales, otra carretera local que también está en muy buen estado; pues acaban de rehacerla y ni siquiera ha sido oficialmente inaugurada. Bercianos de Aliste queda a 16 kilómetros de ese punto. Para entretener el paso por el Campo de Aliste puede tomarse desde allí cualquier rumbo que el conductor desee, puesto que casi todos los pueblos de la zona, aun en su modestia, resultan muy gratos para el que accede a ellos. Si además el viajero dispone de un poco más de tiempo, tomaría una buena decisión si se acercase a Bragança, la primera ciudad portuguesa importante, capital de la región de Tras Os Montes, a tan sólo medio centenar de kilómetros del Campo de Aliste. Es una villa recoleta, de aspecto medieval y fastuosa por sus edificaciones.
COMPRAS. Campo de Aliste no es ciertamente zona de tenderetes de souvenirs para el visitante. No obstante, pueden encontrarse, en Alcañices o en sus mismos lugares de origen, algunas de las muestras del mejor arte alfarero zamorano. Moveros es célebre de antiguo, sobre todo por sus preciosos cántaros. En Pereruela, con su peculiar materia arcillosa, sus habitantes amasan unas cazuelas que son muy apreciadas para cocinar guisos y asados. E incluso, estupendos hornos portátiles para instalar en el jardín. Tampoco es mala idea volver a casa con algunos kilos de la sabrosa carne local en el maletero del coche.