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sábado, 7 de noviembre de 1998
prueba

VOLVO S80 2.9 OPTIMA. Los hombres de Volvo se han tomado su tiempo, pero al final han hecho un excelente trabajo en el S80, el modelo que se convierte en su berlina más grande y lujosa. Sucede al S90 que, esperando su salida, trataba de disimular, del mejor modo posible, lo obsoleto que se había quedado. Pese a ser más corto que éste, al ser más ancho y alto y tener una mayor distancia entre ejes, es más amplio interiormente. Con el S80, Volvo pretende haber apuntado certeramente hacia el objetivo comercial que le permita seguir siendo un fabricante independiente

Una espera que valió la pena
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SERGIO PICCIONE

El nuevo Volvo es, a diferencia de su antecesor, un tracción delantera. Mecánicamente, los técnicos suecos han conseguido la proeza de colocar un motor de seis cilidros en línea en forma transversal. Su empeño no es caprichoso sino que está basado en el convencimiento del mejor rendimiento termodinámico que ofrecen los propulsores en línea sobre los en V.

Sin entrar en disquisiciones sobre este tema, lo cierto es que el motor de 2,9 litros que equipa la versión probada del nuevo Volvo tiene un excelente rendimiento. Con sus 204 caballos se coloca ligeramente por encima de la media de potencia que dan la mayoría de los propulsores de esta capacidad, pero lo mejor es que sus cifras de consumo son realmente contenidas.

Con la caja de cambios manual que equipaba la unidad probada, que muestra un manejo un poco largo en sus recorridos entre marcha y marcha, el coche ofrece un buen nivel de prestaciones, aunque el desarrollo de la quinta está más enfocado a rodar con el mínimo consumo que a buscar el máximo en velocidad punta. Especialmente destacable es la insonorización, tanto de la mecánica como de la rodadura. Sólo los retrovisores exteriores perturban este buen trabajo en cuanto se superan los 140 kilómetros por hora.

Buena estabilidad.

El comportamiento del coche es realmente bueno. Sólo en las curvas más cerradas se puede llegar a apreciar, si se rueda rápido, la tendencia a derrapar de las ruedas delanteras, típica de los automóviles en los que es el eje delantero el motriz. Los frenos son muy eficaces, aunque el pedal peca de ofrecer un tacto demasiado blando.

Pero más criticable es la excesiva blandura de la dirección, quizás por influencia de la clientela norteamericana, la más importante para Volvo. Cuesta algún tiempo acostumbrarse a la ligereza con que se mueve el volante. Conviene precisar que esta característica del coche no implica ninguna merma en su control, siempre muy dócil, ayudado en parte por un control de tracción.

El trabajo de las suspensiones es muy bueno. En este caso, se han impuestos criterios más europeos que en el de la dirección. Aunque es muy confortable, no balancea en curva, lo que contribuye a transmitir una enorme sensación de seguridad en todo momento.

Gracias a la posición trasversal del motor, el habitáculo es, como ya se ha dicho, muy espacioso. Los asientos resultan muy confortables. Sólo se puede pedir un poco más de apoyo lumbar en los delanteros que, en viajes largos, acaban resultado blandos.

El equipamiento de serie puede catalogarse de completo. Además, el coche está lleno de buenos e innovadores detalles. Por ejemplo, las ventanillas laterales son de un cristal especial mucho más resistente a la rotura y existe la posibilidad de equiparlo con luces que se encienden a distancia, para iluminar la zona, o con alarmas que indican la posición en caso de accidente o avería.


HABITACULO

Es amplio. Muy amplio. Superior en casi todas las medidas a los de competidores directos como el Mercedes Clase E, el BMW Serie 5 o el Audi A6. No sólo el espacio para el conductor y el pasajero delantero es enorme, sino que también el posterior lo es, haciendo del S80 una buena opción para quien desee llevar chófer. La capacidad del maletero, similar a la del BMW e inferior a la del Mercedes y el Audi, es, en cualquier caso, grande.

BASTIDOR

En la estructura del S80 se ha mejorado la capacidad de absorción de impactos, tanto frontales y posteriores como laterales. Con respecto a estos últimos, se ha optimizado la forma de plegado de la estructura para alejar a los ocupantes de la intrusión de chapa. En relación a los golpes posteriores, los asientos delanteros incorporan un dispositivo que hace que la inclinación de sus respaldo se haga mayor, evitando así lesiones en el cuello.

CUADRO DE INSTRUMENTOS

El salpicadero tiene un diseño muy norteamericano, pero sin llegar a ser chocante para los europeos. Se puede encontrar en su estilo alguna inspiración en Lexus, quizás el automóvil con mejor imagen en el mercado estadounidense. El cuadro de instrumentos contiene los indicadores habituales en un coche de este nivel, acompañados por los de las funciones de un eficaz ordenador de viaje. En la consola y el volante se reúnen los controles de manejo del teléfono, equipo de audio, control de velocidad y climatización.


Frente a sus rivales

Cuatro coches aparecen como directos rivales del nuevo Volvo S80. Son el Audi A6 V6 2.8, el BMW 528i, el Lexus GS300 y el Mercedes E 280.

Se trata de unos poderosos oponentes, pero frente a ellos, el modelo sueco tiene armas suficientes para defenderse. Y no es únicamente el precio, aunque en realidad sea también una baza a su favor. En concreto, sin contar con los extras, el Volvo cuesta 80.000 pesetas menos que el Audi, unas 10.000 pesetas menos que el BMW, 700.000 pesetas menos que el Mercedes y 1.717.000 pesetas menos que el Lexus.

Ya hemos dicho que supera en amplitud interior al Audi, al BMW y al Mercedes. Por tanto, también supera en este terreno al Lexus, puesto que es el más estrecho de los cuatro.

El equipamiento es similar en todos ellos. Sólo el Mercedes no lleva el climatizador automático de serie (sí lleva aire acondicionado). En el Volvo S80 el airbag del acompañante es opcional, con un coste extra de 30.000 pesetas. En cambio, son de serie el del conductor y los laterales, tanto los que protegen el cuerpo como los del techo.

En lo que se refiere a la mecánica, el Lexus, con sus 221 caballos, es el más potente. Hay que tener en cuenta que el modelo japonés se ofrece sólo con cambio automático, que en el caso del Volvo supone un precio extra de 225.000 pesetas. El S80, a igualdad con el Mercedes, se colocaría en segundo lugar, con 204 caballos, dejando a continuación al Audi y al BMW, con 193 caballos.

En cuanto a la valoración, más subjetiva, referente al confort de marcha y al comportamiento, el Lexus ocuparía el primer lugar, por delante del nuevo modelo sueco en el primer aspecto. Y de nuevo, el S80 volvería a ser segundo, detrás del BMW, muy ágil en zona de curvas, en el segundo.

  Ficha técnica

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