Modelos a la vista


¡Dios mío! Pero si tiene el culo como un blandiblú. Lo hemos visto con nuestros propios ojos. Además de los modelitos veraniegos que lucen los cuerpos más imposibles, hemos comprobado "in situ" que no es oro todo lo que reluce sobre la pasarela. Ya que no podemos soñar con enfundarnos esas prendas mínimas, domamos los brotes incontrolados de envidia a base de darle a la lengua.



Las imágenes de Cibeles

Los trapos de sus señorías

Nuestros sastres favoritos