Los ganadores

Las películas

Protagonistas
Actores
Actrices
Directores

Gráficos animados

La gala
El álbum

La porra de EL MUNDOra

Especial Almodóvar

ACTOR
Michael Clarke Duncan

El duro camino de "Big Mike"

NACHO SUBIRAN

Michael Clarke Duncan tiene algo que la Academia adora: una historia conmovedora. La sobrecogedora presencia física de este intérprete nacido en 1957 en Chicago, provocó que, en su adolescencia, su madre le prohibiera jugar al fútbol americano en el instituto temerosa de que se hiciera daño a sí mismo.

Fue entonces cuando decidió que se convertiría en actor. Pero el suyo no fue un camino de rosas. Tras su paso por la universidad local, hubo de sobrevivir cavando zanjas para la compañía del gas de Chicago hasta que decidió emigrar en busca de sus sueños a California.

Recaló en Hollywood como guardaespaldas de celebridades como Will Smith o Martin Lawrence, actividad que le permitió sobrevivir hasta que consiguió su primer papel frente a las cámaras. Sin embargo, y como su oportunidad tardaba en llegar, Clarke Duncan barajó desisitir en su empeño e ingresar como oficinista en la policía de Los Angeles.

Superado el bache, comenzó a intervenir en títulos menores y consiguió algunos papeles para televisión. En 1998 obtuvo un papel en la superproducción apocalíptica, Armageddon, lo que a la postre facilitaría su elección para interpretar a John Coffey en "La milla verde". De hecho, el papel por el que opta al Oscar le llegó de rebote gracias a una recomendación de su compañero de reparto entonces, Bruce Willis.

En "La milla verde", Clarke Duncan, también conocido en la profesión como "Big Mike", interpreta a un condenado a muerte que posee poderes sobrenaturales que llevan a los guardias de la cárcel, encabezados por el personaje de Tom Hanks, a pensar que Dios no pudo darle ese don a un criminal, y que ejecutarlo es el peor error de su vida.

Según ha declarado, su mayor preocupación ahora no es ganar el Oscar sino conseguir que ya no lo confundan con su colega Ving Rhames ("Pulp fiction", "Misión imposible"). De hecho, se rumorea que el actor regala cinco dólares -unas 800 pesetas- a todo aquel que, tras reconocerle por la calle, es capaz de decir su nombre completo.

 
Un especial de EL MUNDO