Aitana Sánchez-Gijón
por F. WinterhalterCabe suponer que con estos lujos textiles y estos sedosos diluvios capilares estaría guapa, elegante, algodonosa y tentadora cualquiera. La mujer del músico Rimsky-Kórsakov, a la que retrató el pintor en este cuadro, era una belleza de su tiempo y los fruncidos suntuosos y la larga cabellera desmayada sobre el pecho añadían recovecos inquietantes a su hermosura; en cambio, Aitana Sánchez-Gijón es sin discusión una guapa de hoy y sólo la insólita delicadeza de sus facciones puede llevar a botarates hormonalmente anémicos a hablar de cisnes transparentes, lirios vaporosos y otras cursiladas anacrónicas ante esta imagen. A ojos superficiales, puede resultar coherente y lírica, pero hay una punzante morbosidad en el juego de proponernos a Aitana como una belleza "de época". En realidad, Aitana, mujer moderna, parece que lo único que está pidiendo es que la peinen.
Isabel Preysler Concha Velasco Loyola de Palacio Aitana Sánchez-Gijón Charo López Bibi Andersen
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