La caza de focas en Canadá, un ritual macabro que se repite cada año por estas fechas.

MATAN FOCAS A PALOS, MATAN KOSOVOS a bombazos, matan judíos a gritos, matan árabes con misiles, matan niños en todas partes, matan mujeres. El hombre, nazi para el hombre.

Las pieles, la raza, el territorio, el sexo. Esos son los motivos, las disculpas, los juegos, las explicaciones. Yo creo que el hombre no mataría si no fuera asesino desde los genes de su primer abuelo. A casi todo hombre le falta matar una foca a palos, en su vida. Estarían más realizados. Matan mujeres y la piel de la mujer no es especialmente apta para hacerse un abriguito mono, de entretiempo. Ni la piel de los niños ni la de los judíos.

La violencia es electricidad en la sangre. Eso dicen que se quita con un poco de cultura. Pero un alto número de hombres necesita matar una foca o una puta de vez en cuando. Todos nos hemos pasado la infancia matando bichos. Nacemos sabiendo matar. Cuando alguien llega a los 75 y no ha matado ninguna foca, le dan el Premio Nobel. Ahí tienen a los finalistas del Nobel matando focas para vender la piel.

El hombre, nazi para el hombre...

Por Francisco Umbral Fotografía de Keith Bernstein-Spooner

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