Vivir como gitanos

Por Isabel Muñoz
Fotografías de Rosa Muñoz


Viven como son. muchos han escapado de la pobreza, pero sin dejarse su cultura en el camino. Y hasta la iglesia católica les acaba de beatificar a uno de los suyos.


LOS SILVA BRUNO

LOS FERNANDEZ

LOS CARMONA


La mitad no alcanza los 16 y sólo unos pocos superan los 65. Más hombres que mujeres que compensan las pocas ganas de natalidad del español medio. Y -aunque es mentar a la bicha- mueren casi jóvenes, o menos viejos que el resto de la población. Así es más o menos el perfil del gitano español, que ya tiene beato. El pasado 4 de mayo, el Papa beatificó al Tío Pele, Ceferino Jiménez Malla.

No está claro, no hay censos, pero poco más de 500.000 personas integran en España este pueblo, formado por comunidades diversas que, sin embargo, mantienen una identidad común (valores, organización social y lengua que no todos hablan, aunque sí chapurrean).

Los estereotipos se permutan. Ya no son itinerantes. Casi todos están asentados y se distribuyen por el territorio, aunque de forma desigual. El 40%vive en Andalucía, y la mayoría elige las grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Sevilla, Granada, Valencia y Zaragoza), aunque un porcentaje muy alto sobrevive en situaciones de exclusión social, según Cáritas. Y ya van a la escuela. En las dos últimas décadas casi todos los gitanos están matriculados en escuelas. Pero los índices de absentismo, fracaso y abandono son muy altos. Sólo el 30% sigue el proceso educativo con normalidad, aunque a partir de los 12 años empiezan los problemas que tienen que ver con los hábitos y cultura de los gitanos.

Suena a topicazo, pero no hay una realidad gitana, sino medio millón y diversificadas. La causa: el lugar donde viven, el nivel de instrucción(que no cultural, ya que el 75% es analfabeto), la actividad (chatarra, venta ambulante, temporeros y cada vez más asalariados) y los amagos de lucha generacional.

Pero hay cosas que no cambian, que siguen vertebrando la comunidad y la cultura gitanas: la familia, que cumple una función educativa, laboral y social. Es la escuela donde adquirir cultura, trabajos y diversión. Quizás por eso son mayores que el resto, para administrar tantas competencias.

Los Silva (esos que, según las encuestas, los payos no quieren cerca), los Fernández (clase media) y los Carmona (los artistas). Tres familias gitanas, tres formas de vivir como gitanos.




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