Reportaje

Una probabilidad entre 66.000. Por S. V.

Reportaje Ningún ganador de los diferentes juegos y apuestas puede imaginar lo afortunado que ha sido. Basta hacer un repaso a las posibilidades que tenía cuando compró el billete o rellenó la papeleta de las apuestas.

  El Gordo de la Lotería de Navidad es el que, en teoría, más fácilmente puede tocar, ya que hay una probabilidad entre 66.000 de ser el ganador.

  El resto de sorteos de la Lotería Nacional ofrece una posibilidad entre 100.000 aunque, para compensar, las devoluciones y pequeños premios aumentan en un 30%. No hay que olvidar que los juegos que dependen del Estado destinan a premios el 70% de la recaudación.

  Xavier Gabriel, titular de la administración de loterías La Bruixa d'Or (Lleida) y autor de los cálculos de probabilidades para llevarse el máximo premio en alguno de los principales juegos de azar que existen en España, califica de "utópicas" las posibilidades de acertar en la Primitiva o la Bono Loto: nada más ni nada menos que una sobre 14 millones. Sin embargo, quizás para animar al jugador, Gabriel puntualiza que "si partimos del hecho de que es prácticamente imposible que los seis números que salgan sean correlativos, las probabilidades se reducen a una sobre 13 millones".

  Las quinielas, por su parte, ofrecen cuatro millones de combinaciones diferentes posibles. Aunque, naturalmente, pocos son los jugadores quinielísticos que lo dejan todo en manos de la suerte. La intuición y el seguimiento de la liga de fútbol juegan un papel fundamental. Según Eduardo Losilla, presidente de la peña Grupo Inversor, en las quinielas existen métodos para trabajar con las combinaciones de resultados y dejar el menor margen posible a la casualidad. "Por eso siguen existiendo las peñas quinielísticas, mientras que las que se crearon para jugar a la Loto prácticamente han desaparecido".

  En el casino, sobre las posibilidades de hacerse millonario, Xavier Gabriel opina que son de "pecado mortal", mientras que las máquinas tragaperras son, sin duda, "la inversión menos rentable".

  El cupón de los ciegos, que depende de la Organización Nacional de Ciegos de España, ofrece las mismas probabilidades que la Lotería Nacional, aunque la relación entre su precio y la cantidad de los premios es inferior. Por esta razón necesita idear nuevos alicientes como el "milmillonario". Además, como apunta Gabriel, "siempre nos queda la satisfacción de estar contribuyendo a una labor social".

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