Siempre he sido Julio. El pequeño Julio. Mi madre me llamaba Kung-fu. Yo soy más filipino que el resto de la familia"
JULIO IGLESIAS JR. SE ENCUENTRA, de pie, en la recepción de su hotel neoyorquino mientras conversa con dos mujeres. Llevo esperando un rato, pero Iglesias, alegremente, parece no percatarse de ello. Cuando me llevan a su presencia, me planta sendos besos en las mejillas y vuelve a su animada conversación. Una vez que consiguen arrancarle de la tertulia, incluyendo más besos a las mujeres, nos dirigimos hacia su habitación, que educadamente sólo podría describir como desordenada.El mayor de los hijos de Julio Iglesias (27 años) lleva una semana en Nueva York dando los toques finales a su debut discográfico, Under My Eyes (Sony), una colección de canciones pop, frescas y fáciles de escuchar, en su mayoría compuestas por él mismo. Ya ha empezado a presentarlas, con éxito, en público: tras un reciente concierto con Ricky Martin en Estados Unidos, los fans ignoraron al cabeza de cartel y se abalanzaron sobre Julio José para que autografiara los pósters de Ricky Martin. Afirma que su música "es totalmente diferente a la de mi padre", pero no hacen falta más de dos minutos para fijarse en las similitudes entre ambos: aniñadamente atractivo, con un sofisticado encanto y, a la vez, un aire de cachorrillo.
Pregunta.-Usted vivió en España hasta los diez años. ¿Cuando era pequeño le llamaban de alguna forma especial, tenía algún mote?
Respuesta.-Siempre he sido Julio. El pequeño Julio. Mi madre me llamaba Kung-Fu (imita una patada de Kung-Fu). Yo soy más filipino que todo el resto de mi familia junta. Siempre andaba con la bandana puesta, ¡woo!
P.-Después se trasladó a Miami, a vivir con su padre.
R.-Sí. Él siempre estaba on the road again ("de nuevo en la carretera", lo dice cantando). A veces me llevaba con él. Hemos viajado juntos por toda Europa.
P.-¿Alguna vez le hizo subir al escenario?
R.-Sí, yo odiaba hacerlo, me moría de vergüenza. ¡Era tan joven! Tenía un poco de miedo, toda esa gente, y los focos...
P.-¿Imaginó alguna vez que acabaría haciendo lo mismo?
R.-Hasta los 12 o 13 años no descubrí que quería dedicarme a la industria del espectáculo. Primero quise ser bombero; después, jugador de fútbol americano, tener mi propia animadora. Pero no me hice lo suficientemente robusto.
P.-¿Cómo comenzó su carrera artística?
R.-Primero trabajé ocasionalmente de modelo. Era divertido y me pagaba la cuenta del teléfono. Después presenté un programa llamado Mosaico en la televisión iberoamericana.
Viajábamos mucho por América del Sur, enseñando los lugares más bonitos. Era fenomenal, pero la música era lo que realmente quería hacer.
P.-¿Le dio su padre algún consejo del tipo "haz esto, no hagas lo otro, no te metas en este negocio"?
R.-Mi padre siempre ha sido muy franco con nosotros. Si queremos hacer algo, siempre nos ayuda. Le hace feliz que me vaya muy bien, y le encanta mi música.
P.-¿Se lo diría en caso contrario?
R.-¡Claro, por supuesto que sí!
P.-¿Es duro tener el listón tan alto?
R.-Sí. Lo hago lo mejor que puedo, ¿sabes? Si a la gente le gusta, soy feliz. Y si no les gusta, (susurrando) que se jodan.
P.-¿Cuáles son sus influencias musicales?
R.-Sting, Bryan Adams, Michael Jackson.
P.-Sus canciones recuerdan un poco a George Michael.
R.-¡Cielo Santo! Me lo dice mucha gente.
P.-¿Cuándo compuso por primera vez una canción?
R.-No lo recuerdo. Fue hace mucho tiempo. Comencé a componer en la Universidad las canciones de este disco: algunos temas de baile, otros con un tempo intermedio y, después, las baladas. Me gusta de todo. En ocasiones me apetece escuchar un poco de ópera, ¿sabes? A veces me puede apetecer escuchar rap, rhythm & blues, música pop.
P.-¿Está preparado para actuar ante grandes auditorios?
R.-Eso llegará un poco más tarde, después del segundo álbum. Hay que tener suficientes canciones, ¡baby! Quiero actuar en el Madison Square Garden.
P.-¿Pero no es demasiado tímido?
R.-¿Yo? No. Comienzas a trabajar en televisión, todos los días frente a una cámara y te acostumbras. A veces haces así (da un chasquido con los dedos) y cambias.
P.-¿Cómo se imagina dentro de tres años?
R.-Con un poco de suerte, con un gran éxito.
P.-¿Qué es lo que hace peor?
R.-Nada se me da mal. De verdad. Soy un chico tan bueno... ¿Acaso no se nota?
P.-¿Alguna vez ha sido un chico malo?
R.-No. Mi madre y mi padre siempre han sido muy estrictos. Nuestros modales... todo tenía que ser perfecto. Teníamos una canguro y el día que libraba, ¡oh!, era como el paraíso, ¡una fiesta!
P.-¿Qué es lo primero que hace cuando llega de noche a casa?
R.-Comerme una hamburguesa. Sé que suena cutre, pero lo hago, y lo hago todos los días. Últimamente y por primera vez en mi vida estoy empezando a engordar. Peso 73 kilos. Luego hago mucho deporte. Me encanta el surf, el windsurf, las motos acuáticas, el esquí acuático. Soy una persona de agua. Soy un piscis.
P.-¿Y qué cualidades tienen los piscis?
R.-Son gente romántica, sensible y pura.
P.-¿Con cuáles de esas cualidades se identifica usted?
R.-Con todas. Uno de los inconvenientes de los piscis es que son perfeccionistas.
P.-¿Son insoportables con la gente que les rodea?
R.-¡No! No somos insoportables, somos difíciles de cazar (da un manotazo sobre la mesa para demostrar su énfasis).
P.-¿Le gusta vivir en hoteles?
R.-Sí, porque no tengo que andar recogiendo las cosas. Soy una persona muy ordenada cuando no estoy en un hotel. En mi casa, todo tiene que estar perfecto. Ya sabes cómo soy.
P.-Realmente, no lo sé.
R.-(En voz baja) Nadie me conoce. La mía es una vida solitaria. Me siento tan solo...
P.-¿Le gusta hacer rabiar a la gente?
R.-¿De verdad piensas eso? ¿Yo? Nooo. Pero sí pienso que todo el mundo lo hace un poco, ¿sabes?
LAS ASTILLAS... del palo, que es Julio. Iglesias, claro. Sus hijos comenzaron a posar tan pronto como a hablar. Y ahora, parecen competir no sólo en voz y fans sino en "atención a los medios". Del padre aprendieron a tratar amablemente a la prensa y a tener siempre la sonrisa a punto. Vean cómo saben también dejar caer la mirada y poner "morritos". Además, una infancia juntos -que no una juventud-, les hace coincidir en sus respuestas: los dos recuerdan que la señora que los cuidaba era más estricta que sus padres, que son chicos buenos y que aman el windsurf y el esquí acuático.Por Helen Eisenbach. Entrevista publicada en la revista Interview, Brant Publications.
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