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EN EL DÍA DE LA COMUNIÓN ya casi parecía un hombre, ¿verdad? Tenía casi 10 años, porque antes se hacía con esa edad, pero es que yo además parecía mayor, que es algo que me ha pasado siempre, toda la vida. Será por mi cara, que no se llevaba (risas). De aquel día recuerdo que di como tres o cuatro vueltas a mi pueblo, Dos Hermanas, porque teníamos familia en todas las esquinas, así que me pasé el día yendo de un lado para otro para que toda la familia pudiera verme así vestido. Sí que era un niño de iglesia, porque iba todos los domingos a misa, pero nunca fui monaguillo. Siempre eligen a los más rubitos y yo no debía de dar el físico. De mi niñez tengo pocos recuerdos, si acaso, que me pasaba los veranos trabajando en una heladería valenciana. Repartía los helados a los quioscos y luego me llevaba una saca de helados, claro, me comía dos napolitanos desde la heladería hasta llegar a la Plaza de Abastos. Era un chico muy serio. Desde tan temprana edad, ocho o nueve años, ya trabajando, cuando es todavía tiempo de que los niños jueguen. También era muy serio con los estudios porque me gustaba el colegio. No era el primero de la clase ni un superdotado, pero tampoco de los más torpes. Lo que más me gustaba era la Geografía. |
TENDRÍA UNOS SEIS AÑOS. Me tomaron la fotografía en el colegio de las monjas de Santa Ana donde estudiaba. Ellas te ponían el fondo y el libro en las manos. Tengo un recuerdo maravilloso de entonces y hoy en día un reconocimiento bárbaro a estas monjas, que cuidan de niños de padres con problemas. No me olvido de sor Amada, la superiora de aquella época, de sor Encarnación y tampoco de sor Pilar, que me esperaba todas las mañanas a la entrada, donde había un árbol, para que la ayudara a coger albaricoques porque ella era muy chica. De chaval era muy travieso, muy inquieto; con un amigo que hoy es fontanero jugábamos con una escalera como si estuviéramos en el circo, jugábamos también al fútbol... Vivía en la calle principal, la Calle Real. Enfrente de mi casa había una espartería y un negocio donde hacían los cabezales de los coches de caballos. De entonces viene mi afición por este animal y hoy en día, que vivo en el campo, tengo cuatro caballos. Yo sí fui monaguillo de Santa María de la Magdalena. Teníamos que acompañar los entierros junto a los curas. Y desde los cinco años pertenezco a la Hermandad de la Oración del Huerto. Ayudábamos a limpiar la candelería (donde se colocan las velas en los pasos) y a poner las flores. |
Nombre: Rafael Ruiz y Antonio Romero. Profesión: artistas. Nacidos en: Dos Hermanas (Sevilla). Curioso: Antonio es del Sevilla y Rafael, del Betis. Hito: fueron recibidos por el Papa en 1993 y cantaron para él a pesar de estar prohibido. La cifra: "Macarena" ha vendido más de 10 millones de copias en todo el mundo. La frase: "Nosotros nos hemos sentido ricos comiendo bocadillos de calamares en Madrid". Lo último: su nuevo disco, "Baila" (BMG-Zafiro).
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