Ni
las cámaras de televisión ni la todopoderosa red de redes
han conseguido las imágenes más preciadas de los últimos
días: las del submarino ruso hundido en el mar de Barents
- El web noruego que proporciona la información más completa
sobre el hundimiento permaneció caído durante casi 24 horas
el martes.
OLALLA
CERNUDA
| MADRID
En
algún momento entre la tarde del viernes y la mañana del
sábado -según las últimas noticias- los 116 tripulantes
del subarino ruso Kursk, que se encontraba haciendo unas
maniobras en el mar de Barenst, sintieron que había llegado
su hora. Al parecer, la nave descendió hasta las profundidades
del frío mar para no ascender jamás, despus de una fuerte
explosión que fue registrada por algunos barcos cercanos.
A día de hoy, casi una semana más tarde, las esperanzas
de rescatar con vida a los tripulantes son escasas, pero
noruegos, británicos y rusos continúan las desesperadas
maniobras de acercamiento al submarino para sacar a los
marineros. Unas maniobras que aunque no se pueden ver -se
realizan a casi cien metros de profundidad en aguas cercanas
al Círculo Polar Artico- son seguidas de cerca desde la
Red.
Las
primeras noticias sobre la tragedia que se vivía en el submarino
ruso comenzaron a llegar al mundo exterior en la mañana
del lunes. A falta de las omnipresentes cámaras de la CNN,
esta vez la Red sirvió como fuente de información para los
medios de comunicación y los curiosos, que buscaban ávidos
noticias de los marineros sumergidos. Los primeros en avisar
del alcance de la noticia fueron los responsables de una
página web noruega, la Fundación Bellona,
que dada la proximidad del hundimiento, unida a la preocupación
de los noruegos por el hecho de que el submarino utiliza
propulsión nuclear, no tardó ni un par de horas en publicar
la noticia.
El
eco fue inatantáneo. Tanto que el web se colapsó a primeras
horas de la tarde y así se mantuvo hasta bien entrado el
martes, debido a los 200.000 hits por hora que recibían
sus servidores. Una nueva máquina ha servido para mantener
el web en funcionamiento estos días, aunque sus responsableas
advierten de la posibilidad de que se vuelva a caer, debido
a la afluencia masiva de visitantes.
Mientras
en Europa la información se recibe con cuentagotas, los
rusos tampoco tienen muchos sitios donde elegir. Nezavisimaya Gazeta
y Ria Novosti tienen
información de última hora sobre el suceso, pero además
de las barreras ideomáticas, hay que enfrentarse con otro
problema. Al ser páginas escritas en cirílico son difícilmente
visibles para los navegadores de la mayoría de los europeos
o estadounidenses que las visitan.
Una
de las pocas páginas hechas desde Moscú
que se pueden leer en ingls tambin informa 24 horas al
día de las últimas noticias sobre el hundimiento del Kursk,
aunque siempre cita la versión "oficial" de la noticia.
Y
como en la Red se puede encontrar casi de todo, tambin
hay páginas dedicadas a resolver de la mejor forma posible
situaciones tan dramáticas como esta. El Departamento de
Defensa estadounidense tiene un
web en el que informa de los procedimientos para rescatar
tripulaciones de submarinos, qu hacer ante estos casos
y un archivo de imágenes de sucesos similares. Además, han
recopilado todos los datos sobre las embarcaciones que se
dedican al rescate y apoyo de submarinos.
Tambin
son varias las páginas
dedicadas a recopilar información sobre otros accidentes
sufridos por submarinos en cualquier parte del mundo.
Los
web con información sobre vehículos militares, sean stos
aviones, barcos o submarinos, han recibido miles de visitas
estos días. EnJanes, por ejemplo, han tenido que elaborar
varios gráficos con el
modelo hundido, así como con los submarinos que se
dirigen al rescate. Lo mismo han hecho en páginas como
la de World
Navies Today.
La
tragedia del Kurst ha hecho a los internautas revivir otra
historia parecida que la gran mayoría de ellos sólo han
conocido por la leyenda. Se trata del submarino Squalus,
que en mayo de 1939 se hundió junto a las costas de Estados
Unidos. Aunque 26 marineros murieron en el accidente, otros
32 fueron rescatados con vida del submarino 48 horas despus
de su hundimiento. Los buceadores fueron capaces incluso
de reflotar la nave, despus de 113 días de trabajos submarinos.
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