A 100 metros de profundidad, en el fondo del gélido Mar de Barents, un submarino nuclear ruso se ha convertido en una trampa para toda su tripulación. El sábado -el viernes, según otras versiones- se produjo una explosión en el interior del K-141 Kursk. Las autoridades rusas han tratado de mantener en secreto la catástrofe, pero los problemas para rescatar a los 118 marineros con sus propios medios las ha llevado a lanzar un SOS internacional.
Inglaterra y Noruega han enviado su ayuda, pero los rusos ya admiten que ha habido pérdidas humanas y que las posibilidades de llegar a tiempo al sumergible para rescatar a alguien con vida son mínimas.
Día
tras días las versiones sobre las causas del accidente
han ido variando: el Kursk chocó contra un barco,
contra una mina de la II Guerra Mundial, contra un objeto
no identificado. Ahora, estadounidenses, franceses y británicos
aseguran tener información suficiente que demuestra
que el accidente se produjo por una fuerte explosión
en el interior del submarino.
La
tragedia del «Kursk», día a día |
V-11 |
Se reciben las primeras
señales de socorro del "Kursk"
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S-12 |
Día del accidente
del «Kursk», según Rusia
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D-13 |
Silencio
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L-14 |
Rusia comunica el accidente
a la comunidad internacional
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M-15 |
Primeros intentos de
salvamento
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M-16 |
Rusia pide ayuda. No
se reciben señales de vida
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J-17 |
Noruegos y británicos
se dirigen al lugar de la tragedia
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V-18 |
Noruega achaca a dos
explosiones el hundimiento
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