EL ENCIERRO DE LA "VILLAVESA"

Hay gente para la que ocho días de fiesta no son suficientes. Con la pena del 'Pobre de mí' a cuestas, todavía hay valientes que se sienten con fuerzas para volver a correr un encierro más.

Pero eso sí, el día 15 de julio es difícil encontrar toros en una ciudad que se levanta con resaca. A las ocho de la mañana, los mozos supervivientes que acuden a la cuesta de Santo Domingo, cercana a los corrales que acogen a las reses durante la fiesta, esperan a su 'toro' particular: el autobús urbano (la 'villavesa' para los locales) que sube del barrio de la Rochapea y realiza un recorrido similar al del encierro.

El último acto no programado de los Sanfermines consiste en correr delante del vehículo impidiendo su normal circulación hasta llegar a la parada que el autobús hace en la Plaza del Castillo. En ese momento es cuando, para muchos, acaba realmente la fiesta.